Chile es uno de los tres países más afectados por el flagelo del acoso escolar en Latinoamérica, junto con México y Colombia. Más de seis mil casos graves reportó la ONG “Bullying sin frontera” entre 2020 y 2022 en establecimientos nacionales, donde casi el 50% se registró en la Región Metropolitana.
Consecuencia de la pandemia por Covid-19 o no, lo cierto es que de acuerdo a la UNICEF uno de cada tres estudiantes es víctima de este comportamiento, y un 5,5% reveló que alguna vez ha pensado en quitarse la vida por esta razón.
Carolina Marfán, psicóloga, coordinadora de Salvaguarda de la red Cognita, con 17 colegios en todo Chile, explica que se habla de bullying o acoso escolar, “si la agresión se sostiene en el tiempo y cuando entre los involucrados hay una diferencia de poder, produciendo en la víctima un daño físico y/o psicológico”.
Asimismo, hace la distinción con el cyberbullying, ya que este último “es a través de las redes sociales, a partir de la difusión de imágenes, videos o información, con la intención de dañar a otro/a”.
¿Cómo darse cuenta si un hijo está siendo víctima de intimidación? A veces las señales no son tan evidentes:
- Inestabilidad emocional: anda más nervioso/a, tiene sentimientos de insatisfacción, soledad, miedo, repentina inseguridad, baja autoestima y desconfianza.
- Alteración de ciclos vitales: duerme mal, tiene pesadillas, se despierta durante la noche; disminución o aumento del apetito; problemas digestivos; dolor de cabeza.
- Poca comunicación: no expresa sus emociones, se aleja de situaciones grupales, está más introvertido/a, no quiere estar con amigo/as.
- Desmotivación escolar: desinterés por aprender, baja atención en clases, disminución del rendimiento académico, no quiere ir al colegio.
Respecto del cyberbullying, Carolina Marfán advierte que “se podrían observar las mismas señales, sin embargo, se agrega el aumento considerable del tiempo en el uso de pantallas y conexión a redes sociales, debido a la necesidad de estar pendiente y actualizado/a de algún posible nuevo contenido que se pueda estar compartiendo”.
¿Qué más hacemos?
El desafío de erradicar esta problemática está siendo abordado por autoridades gubernamentales, agrupaciones de padres y apoderados, fundaciones y ONG´s.
Un estudio del Observatorio de Ciudadanía, Convivencia y Bienestar Escolar (Occbe) entregó datos de todas las regiones del país, que “(…) revelan una tendencia al alza de la violencia escolar, que viene desarrollándose desde las últimas décadas, a pesar de los esfuerzos de la política pública. Y representa un problema de magnitud grave para nuestra sociedad presente y futura”, dice Mónica Bravo-Sanzana, directora de OCCBE.
Buscar soluciones para combatir el bullying es un esfuerzo que debemos asumir como país, de manera sostenida, donde las políticas en educación para la convivencia escolar debieran ser sistemáticas y de largo alcance, pues implican el desarrollo de competencias socioemocionales en todos los actores de la comunidad educativa.
En el caso de la red Cognita, que cuenta con una cultura de Salvaguarda, tiene instaurada la Semana de la Convivencia Escolar, donde este año se llevó a cabo una serie actividades, como la 1ª Feria de la Convivencia Escolar y el Decálogo de la Sana Convivencia, tocando temáticas como las Redes Sociales, Reciclaje de los Buenos Tratos, Salud, Reglamento Escolar Interno, Resolución de Conflictos, el Derecho a vivir en Sana Convivencia y Liderazgo.
