Placer Culpable

Ago 6, 2021

La Verónica

Durante prácticamente todo lo que dura este film, una hora y 40 minutos, no dejamos de ver en pantalla a la protagonista, Verónica Lara, modelo con pretensiones de actriz, casada con Javier Matamala, futbolista chileno que fue estrella en Emiratos Árabes Unidos; ahora que volvieron de Dubai y están nuevamente instalados en Chile, en vez de concentrarse en su reciente maternidad ella parece estar más preocupada de sus redes sociales, especialmente con la posibilidad de conseguir dos millones de seguidores en Instagram para llegar a ser rostro de una marca de labiales. 

Que está todo el tiempo en pantalla no es exageración: interpretando a la Verónica del título, Mariana di Girolamo es la protagonista casi absoluta. Aunque también aparecen actores como Ariel Mateluna encarnando a su esposo; Patricia Rivadeneira como Andrea, la periodista que la está entrevistando para la biografía que está escribiendo sobre ella; o Antonia Giesen como Julia, una joven venida de Traiguén que llega a apoyar el servicio doméstico del hogar y es muy divertido el momento en que tiene su «entrevista de trabajo». Además, la mayoría de las veces los demás personajes con quienes interactúa la protagonista sólo se distinguen por su voz o están de espaldas a la cámara o alrededor de ella, como sus amigas o sus parientes. Porque siempre al centro de todo está la Verónica: de día o de noche, en interiores o exteriores, en casas, pero también en sets fotográficos o estudios de televisión, en una sucesión constante de planos fijos que durante 100 minutos nos van mostrando su mundo y ese ambiente en el que vive desde que dejó atrás sus orígenes humildes. Especialmente podemos ver sus ambiciones y anhelos y unos cuantos secretos y manipulaciones que van surgiendo por el camino, como se verá en las conversaciones con un fiscal a raíz de una investigación que puede desconcertar inicialmente al espectador. 

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EL DESAFÍO INTERPRETATIVO DE DI GIROLAMO

La carrera de Di Girolamo es cada vez más ascendente: tras llamar especialmente la atención a partir de 2017 en la popular telenovela “Perdona nuestros pecados”, ha agregado nuevos hitos en los últimos dos años. Por ejemplo, su comentado primer papel protagónico en cine, en la divisoria “Ema” de Pablo Larraín, que fue muy bien recibido en su estreno mundial en la competencia del Festival de Venecia 2019; y el año pasado con la serie “La jauría”, a lo que se agregó “La Verónica”, por la cual no sólo ha cosechado elogios, sino además ha sido premiada en festivales de cine en Egipto y Estados Unidos.

A sus 30 años, asume acá un desafío interpretativo del que sale airosa al estar permanentemente en cámara, atravesando distintas emociones y abarcando una gama expresiva muy diversa; aunque en la superficie es un rol «light», ofrece complejidades y matices que la actriz desarrolla fundamentalmente a través de su rostro, la mirada y gestualidades, con lo que habla y a la vez lo que calla o sugiere, pero también en la entonación con que dice algunas frases. El público debe intentar comprenderla o adivinar lo que de verdad está pensando o sintiendo y en eso radica parte de su seducción, que va más allá de su belleza física; el personaje no es para nada modélico o un ejemplo a seguir, pero sí se siente humana y reconocible en sus falencias.  

Aunque en sus publicaciones en redes aparece sonriente y relajada, Verónica afirma en un momento que lo ha estado pasando mal y está sufriendo mucho, tanto porque le demanda atención a su esposo porque él se preocupa mucho de la bebé, como porque necesita constantemente que la gente la mire y ser famosa, y para eso está dispuesta a todo, como iremos apreciando en momentos como las conversaciones con su biógrafa o los diálogos con su madre.

Si bien hay momentos que pueden dar risa, hay mucho de patetismo en todo esto. A pesar de la ligereza que abunda, fundamentalmente estamos ante un drama que más allá de algunas posibles exageraciones es más real de lo que quisiéramos asumir: la mirada sobre la arrolladora importancia que se le asigna en la actualidad a las redes sociales es implacable, pero también hay dardos hacia otros lados, desde los medios de comunicación y la prensa en general hasta las campañas solidarias de los influencers y las diferencias entre estratos sociales.

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UNA PELÍCULA QUE CONJUGA FORMA Y FONDO

A lo largo de más de una década, el director y guionista Leonardo Medel ha realizado un puñado de títulos que han ampliado las fronteras formales del cine chileno, como “Papá o 36 mil juicios de un mismo suceso” (2008), que se veía en DVD y tenía la particularidad de ofrecer otras tantas miles de versiones distintas que hacían que ningún espectador viera la misma película que otro, o “Constitución” (2016), el primer largometraje de ficción en realidad virtual y donde también actuaba Mariana di Girolamo.

Por los dispositivos tan específicos de estos proyectos, su posibilidad de ser vistos siempre fue más acotada, así como también ocurrió con otras realizaciones suyas, como “Coach” (2016, donde debutó en cine la cantante peruana Wendy Sulca), que sólo se vio en salas independientes. Por eso también es interesante que con “La Verónica” su trabajo no sólo ha estado resonando más en festivales internacionales (después de la premiere mundial en San Sebastián, también ha estado en certámenes de países como Corea del Sur, Francia, Estonia y Suecia), sino además tendrá un alcance mayor y llegará a nuevos públicos.

Formado en la Escuela de Cine de Chile y realizador de decenas de videoclips, acá Medel nuevamente juega con las estructuras visuales y narrativas, pero en esta ocasión la forma y fondo están conjugadas de manera más sólida y contundente. Las observaciones sociales y el retrato de una realidad muy reconocible en el Chile contemporáneo están muy bien reflejadas en sus diálogos y la manera en la que van desfilando los distintos momentos en esos planos fijos es fría, rutinaria y casi clínica (acá es un gran apoyo el montaje de Daniel Ferreira, quien también se encargó del sonido), lo que puede funcionar como metáfora de lo liviano y vacío que es ese estilo de vida. También, evoca la forma en que mucha gente revisa su instagram de forma casi automática, mientras van apareciendo historias, perfiles y publicaciones. “La Verónica” es un estreno muy interesante y un tipo de cine bastante atípico en el contexto local. 

Título Original: La Verónica
Director: Leonardo Medel
País: Chile
Año: 2020
Género: Drama
Duración: 100 minutos
Guión: Leonardo Medel
Con: Mariana di Girolamo, Ariel Mateluna, Patricia Rivadeneira, Antonia Giesen, Willy Semler, Josefina Montané, Coco Páez, María Jesús Vidaurre
Música: Canciones de Carlos Cabezas, Camila Riestra, Sol Azul, entre otros
Producción: Juan Pablo Fernández, Alejandra Rosales
Fecha De Estreno: Funciones online de pre estreno 5, 6, 7 y 8 de agosto
Web: www.altoparlante.cl
Distribuidora/Plataforma: Market Chile / Entradas disponibles en Ticketpro

Joel Poblete Morales

Periodista y crítico de cine, ex presidente del Círculo de Críticos de Arte de Chile. Como miembro de la Federación Internacional de la Prensa Cinematográfica, FIPRESCI, integró jurados de la crítica en festivales de Alemania, España, Suiza y México. Entre 2007 y este año fue uno de los programadores del festival de cine SANFIC. Periodo 2020 - 2023.

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