Corre 2032 y dentro de los candidatos a la presidencia de los Estados Unidos se cuenta una ex estrella de Hollywood, que ha decidido poner su popularidad y conciencia social al servicio de sus compatriotas. El personaje, emulando tal vez a Ronald Reagan y su paso por la Casa Blanca; o a Arnold Schwarzenegger como gobernador de California, no pierde ningún momento para hacer campaña, teniendo como ingrediente esencial de esta última sus recuerdos de vida.
Él es Dwayne Johnson, el ex campeón de lucha libre que pasó a ser una de las figuras mejor pagadas de la actuación gracias a su innegable carisma, y ahora, en la ficción televisiva de “Young Rock”, juega con la posibilidad de ser presidente de los EE.UU. Una serie original de NBC, que forma parte de la plataforma de HBO Max, que alude a su apodo de The Rock, que por años usó en el mundo de la WWE -World Wrestling Entertainment- y centra el foco del espacio en los años de infancia y juventud de Johnson.
Es una revisión en tono de comedia a su familia e inicios deportivos, que tiene como preámbulo de sus 11 capítulos las entrevistas ficticias que enfrenta como candidato presidencial. En especial las que ofrece para “The Straight Line”, el programa conducido en ese futuro cercano por el ex actor Randall Park, que sigue al candidato y obtiene de primera fuente sus impresiones sobre la campaña. Pero Johnson también aprovecha esa vitrina para compartir sus recuerdos.
Una infancia de aprendizaje que dio paso a una adolescencia con mentiras
Así puede hablar de su niñez, cuando el relato se sitúa en el Hawaii de 1982. Momento en que su padre, el luchador Rocky Johnson (Joseph Lee Anderson), logra una nueva victoria ante la alegría del público y en especial la de su esposa Ata (Stacey Leilua) -hija a su vez del legendario luchador samoano Peter Maivia- y de su pequeño hijo de 10 años, Dwayne (Adrian Groulx) o simplemente Dewey.
La actividad que le ha dado fama, pero no mucho dinero y en la cual es representado por su suegra, Lia Maivia (Ana Tuisila). Ella es una respetada manejadora de la lucha polinésica que también se preocupa de las carreras de Junkyard Dog (Nate Jackson), Afa (John Tui) y Sika (Fasitua Amosa), también conocidos como Los Samoanos Salvajes, The Iron Sheik (Brett Azar) y André el Gigante (Matthew Willig), quien más tarde se haría famoso por su papel de Fezzik en la película La Princesa Prometida. Ellos no solo eran colegas, sino que una verdadera familia bajo la guía de Lia, siendo los “tíos” postizos de Dewey.
El inocente niño durante su adolescencia deja de lado la ingenuidad y roba ropa para aparentar tener dinero ante sus compañeros de secundaria en la Pennsylvania de 1987, mientras trabaja empacando pizzas junto a su mejor amigo Gabe (Taj Cross) y todos los de la escuela piensan que no tiene 15 años como dice, sino que es un policía encubierto debido a su bigote y gran tamaño. Al mismo tiempo, su madre trabaja limpiando hogares ajenos y su papá asiste a convenciones de lucha donde los fanáticos pagan por su firma.
Los diferentes relatos y personajes que conforman una serie marcada por el humor
Pero, también existe una tercera rama del relato biográfico ambientada en 1990, cuando Dwayne ya tiene 18 años, aunque aparenta más y ha logrado una beca en la Universidad de Miami como jugador de fútbol americano. Sueña con llegar algún día a ser un profesional de este deporte jugando para la NFL -o National Football League- y así poder comprarle una mansión a sus padres, quienes viven en una casa arrendada en Tampa y se mantienen gracias al dinero que Rocky obtiene manejando camiones y Ata vendiendo paquetes turísticos por teléfono.
Los tres ejes principales de un relato marcado por la figura de Dwayne y sus padres, donde también son importantes las vivencias de su abuela -y sus problemas legales- y los otros luchadores, especialmente los consejos que el chico recibe de André. Además de los momentos con Dwayne ya maduro y enfocado en la presidencia, donde aprovecha de compartir sus consejos de vida, presentar a quien será su vice-presidenta y escuchar uno que otro desatino por parte de su principal interlocutor, Randall Park.
En una apuesta claramente dirigida a los seguidores de Johnson, donde él se atreve a mezclar su ego con la ficción y en el que en muchos momentos se diluye el límite entre lo que es o no real. Una verdadera sobredosis de esta figura de la pantalla -a la que por estos días también se puede ver en las salas de cine en “Jungle Cruise”-, que tiene sus mejores momentos en los flashbacks a su pasado, donde es clave la elección de los actores que lo representan con humor en su infancia y juventud.
Además, está la presencia de figuras entrañables como su madre Ata, que es encarnada con luminosidad por la actriz neozelandesa Stacey Leilua, o el sentido del humor de Randall Park (“Quizás Para Siempre”, “WandaVision”) al presentar una versión bastante más ridícula de él. Todo hace de “Young Rock” la imperdible oportunidad para los fanáticos de disfrutar de Johnson por cuatro, mientras se despliega un entretenido relato biográfico que no teme a jugar con la ironía y la caricatura.
Título Original: Young Rock
Director: Jeffrey Walker, Daina Reid, Nahnatchka Khan
País: Estados Unidos
Año: 2021
Género: Comedia
Duración: 22-24 minutos
Con: Dwayne Johnson, Joseph Lee Anderson, Stacey Leilua, Ana Tuisila, Adrian Groulx, Bradley Constant, Uli Latukefu
Guión: Jeff Chiang, Nahnatchka Khan
Música: Nathan Matthew David
Producción: Cindy Fang, Marc David Alpert, Kevin Hill, Ryan Janata, Kyle Weber
Web: Ver Acá
Fecha de estreno: 16 de febrero de 2021
Plataforma: HBO Max
