En un reciente estudio realizado por UCLA Study arrojó que la generación Z (Gen Z) quiere más historias que enfaticen en relaciones platónicas en vez del contenido sexual. El 48% siente que no se necesita de contenido sexual o del coito en sí para el plot de una historia en la mayoría de los shows televisivos o películas. Un 51,5% que enfatiza el querer ver más contenido enfocado en amistades y relaciones platónicas.
La hipersexualización millenial
Si hacemos una retrospectiva de las películas en los últimos 20 años, nos damos cuenta de que la hipersexualización era pan de cada día. Las escenas de sexo sin ninguna justificación llenaban (quizás) algunos vacíos que simplemente no venían al caso y que traspasaban a lo absurdo. Sin ir tan lejos, uno de los casos que más conmovió en el mundo del cine fue la escena entre las actrices Léa Seydoux y Adèle Exarchopoulos. Donde por más de nueve minutos de corridos fueron expuestas a escenas de sexo. Más tarde hicieron el alegato de la presión que tuvieron dentro del set en repetir una y otra vez la escena.
En nuestra propia sociedad chilena no es muy difícil caer en ese hoyo. Los programas de comedia en horario primer lleno de mujeres desnudas, los chistes denigrantes sexualizados no hacían más que mostrar un vacío de contenido en que solo el sexo parecía ser el único hilo conductor de todo. ¿Es acaso lo único importante en nuestra sociedad?
¿Manos entrelazadas? Pick del romance
Ya hace años que hemos estado dentro del tren de los K-Dramas y quienes siguen las series coreanas saben el slow burn que hay para esperar más de 10 capítulos para que recién la pareja se de la mano y podamos aplaudir al ver por fin una muestra de cariño. ¿Escenas íntimas? solo en la imaginación de cada uno. Pero la intimidad emocional entre los protagonistas es tan superior que esperar por una escena sexual solo podría terminar arruinando el ambiente dentro de la propia serie.
La conexión emocional de la que habla la Gen Z no es para nada al azar. En un mundo donde la tasa de suicidios y un acceso a la salud mental es casi imposible, lo único que queda para poder ponerle un stop a la depresión, aunque sea por unos minutos, es tratar de buscar salidas que nos ayuden a continuar con nuestras vidas y el arte siempre está presente.
El cine es un espejo de nuestra sociedad y una representación de las distintas generaciones que la consumen, el cambio es parte del ser humano y el arte es propiamente parte de él.
