El pasado 15 de diciembre Netflix estrenó una cinta que mezcla la acción bélica con la ciencia ficción, en la que un androide muy avanzado podría ser la diferencia entre la paz mundial y la destrucción completa.
Luego de un año muy auspicioso para el gigante del streaming, donde obtuvo 2700 millones USD de ganancia y alcanzó los 200 millones de suscriptores a nivel mundial, este 2021 partió con todo anunciando numerosos largometrajes propios, prácticamente un lanzamiento por semana.
Pero como es bien sabido, abundancia no es sinónimo de calidad, especialmente cuando nos referimos a Netflix, quienes más allá de haber estrenado películas de la talla de “The Irishman” y “Beasts Of No Nation”, también fueron los culpables de que entregas como “The Last Day Of American Crime” y “Bright” vieran la luz del día.
Y, de hecho, estos últimos dos títulos, junto con numerosas otras de dudosa calidad de la plataforma, recaen en el género de ciencia ficción, el mismo que históricamente ha sido uno de los puntos más débiles de dicho streaming, misma categoría de su nuevo estreno, que de cierta manera busca terminar con esta seguidilla de decepciones.
HISTORIA INDECISA
“Outside the Wire” (Zona de Riesgo) se centra en un piloto de drones quien, luego de desacatar una orden, decisión que le costó la vida a dos soldados, es enviado hasta el frente de batalla en una zona fronteriza de Europa Oriental. Es aquí donde trabajará bajo el mando de un oficial militar androide, con el que viajará hasta la zona neutral en busca de armas que podrían cambiar el balance de poder en todo el mundo. Aunque no todo es lo que parece ser en este confuso mundo de violencia y tecnología.
A pesar de que, por lo menos en teoría, este relato suena interesante, con el correr de los minutos cada vez va en aumento la sensación de desperdicio que este produce. Es que más allá de tener una premisa que pudiera servir como base de todo un universo cinematografico, la cinta se dedica de manera proactiva de simplificar lo más posible todo lo que está ocurriendo alrededor, casi como si buscara hacer ciencia ficción ‘for dummies’.
A esto también le debemos sumar que en los últimos minutos del desenlace trata de entregarle al espectador una enseñanza antiguerra, la que resulta tan básica como trillada, y que además contradice todo lo hecho durante los 110 minutos que lo anteceden, donde se glorifica la violencia de manera burda.
Pero sí de sorprendentemente ridículo se trata, ninguno de los aspectos ya mencionados se compara con lo que son los diálogos, que parecen escritos por un niño de doce años, quien recién terminó de ver “Comando” por undécima vez consecutiva. Sin ánimos de spoilear, una de las últimas frases de la película es literalmente: “Buen trabajo muchacho, acabas de salvar el mundo”. Si tuviera la posibilidad de usar emojis en la reseña para describir lo que produce esta frase sin dudas pondría una cara vomitando. Perfecto, se entiende que el creador de la historia y coguionista, Rob Yescombe, tiene antecedentes en videojuegos de acción como “The Division”, donde estas frases no resultan tan risibles, aun así, uno pensaría que Netflix invertiría en alguien con más experiencia en el formato del cine para colaborar.
ELENCO PERDIDO
Más allá de lo infantil que puede resultar esta narración, la producción se las arregló para conseguir un elenco de muy buen nivel, comenzando con Anthony Mackie (“Captain America: Civil War”), Damson Idris (“Snowfall”) y Pilou Asbæk (“Ghost In The Shell”), aunque con el guión que se les entregó, era muy poco lo que los actores pudieran hacer para mejorar la calidad de esta entrega.
Sin ir más lejos, el rol de Leo parecía más adecuado para alguien como Steven Seagal o algún otro actor de acción promedio de hace treinta años, y no para un intérprete que ha demostrado que puede deambular entre géneros sin perder su calidad como lo hace Anthony Mackie pasando de acción a películas dramáticas como “The Hurt Locker”, “Detroit” o “The Hate U Give”.
Más allá de que cada de vez en cuando hacen el esfuerzo y nos entrega una película de calidad, “Outside The Wire” solamente viene a reforzar la sensación de que Netflix más se parece a la comida rápida del cine que a un restaurante gourmet. Claro, y de vez en cuando a todos nos gusta comer chatarra, pero en exceso resultan bastante nocivo.
