Esta es la historia de una familia en Costa Rica que alberga, educa y cría a niños que se encuentran en situación de vulnerabilidad, en total han sido 130 hijos adoptivos. Es un documental de la cineasta española radicada en Chile Ainara Aparici que se estrenará en salas de nuestro país el 5 de mayo.
Todo comienza con Melba y Víctor, un matrimonio que, desde hace 40 años, se dedican a acoger y adoptar niños, niñas y jóvenes en situación de vulnerabilidad. Ellos originalmente fueron padres de cuatro hijos, pero en un momento de dificultad adoptaron a un niño que había sido abandonado.
Es una historia que comienza de forma larga y complicada y ahora se cuenta de forma más sencilla. Pues, al momento de adoptar, de integrar a un nuevo miembro a sus vidas no pudieron parar, porque había casos para ser adoptados todos los días sin parar, hasta hoy.
Es un documental muy real y cercano, que muestra tal cual es su situación, con el ruido de los niños multiplicado por diez, las peleas, el orden y desorden y los roles que adoptan los niños con sus pares en esta dinámica de hogar. Sin embargo, es crudo ver lo vulnerables que están los niños, niñas y jóvenes, y se aplica a todo el contexto de Latinoamérica. Un niño que recién llega a este hogar no recibe más apoyo que el cariño, pero no sabemos si será suficiente a lo largo de su vida para superar el trauma del abandono de su familia biológica.
Y también están los roles de padre y madre que nunca acaban, vuelven a retomar roles con niños pequeños una y otra vez, para lo que se necesita gran fortaleza y continuidad, un tema que es preocupante para la mantención de este hogar en el tiempo.
A lo largo del relato podemos apreciar el hogar como núcleo central de lo que crearon y también como algunos de los más grandes van tomando caminos distintos, y así entregar su lugar en el hogar para que alguien nuevo lo tome.
Pero no piensen que es algo serio, no. Observamos todo desde la mirada de los niños, con sus risas, juegos y hasta rabietas, adoptando un humor ligero, pero a la vez muy consciente y con crítica social, Todos saben de dónde vienen y el cambio que quieren generar con el tiempo.
Recomiendo quedarnos en mente con la frase de oro de Melba “Para ayudar a una persona no se necesita dinero, se necesita voluntad”, y por supuesto que vayan a ver este documental si tienen la oportunidad.
