Aunque no suelo enganchar con los melodramas ambientados en épocas de crisis, Typhoon Family me terminó atrapando más rápido de lo que esperaba. La historia parte lenta —lo admito—, pero al final del primer capítulo ya estaba totalmente dentro del torbellino emocional de Kang Tae-poong y Oh Mi-sun. Con Lee Jun-ho y Kim Min-ha liderando un elenco impecable.
Los primeros episodios de un k-drama siempre cargan con una misión ingrata: presentar personajes, conflictos y tono sin abrumar. Typhoon Family intenta hacerlo con calma… quizás demasiada. Pero ojo: esa aparente lentitud no es sinónimo de desinterés. A mí, que no soy muy fan de los dramas financieros ni de las series con sufrimiento económico de por medio, me tomó menos de 40 minutos entrar en el ritmo. Cuando terminó el primer episodio, ya estaba completamente enganchada. Y es que el contraste entre sus protagonistas es imposible de ignorar.
Por un lado está Kang Tae-poong, interpretado por Lee Jun-ho, a quien amé en King the Land y que aquí vuelve a lucirse como un actor versátil, capaz de sostener escenas emotivas, cómicas y de tensión. Tae-poong es presentado como un joven privilegiado, casi mimado, que vive de la reputación de la empresa familiar, Typhoon Company. Pero ese personaje inicial es solo el punto de partida para un arco de crecimiento que sostiene la serie completa.
Por el otro lado está Oh Mi-sun, interpretada por Kim Min-ha, a quien ya conocía por Pachinko y que vuelve a demostrar que tiene una habilidad natural para transmitir vulnerabilidad y fuerza en una misma mirada. Su personaje es impecable: responsable, inteligente, sacrificada y con una carga familiar que la obliga a madurar demasiado rápido.
Entre ambos se genera una dinámica que no grita “romance épico”, pero sí algo más interesante: una relación que crece desde la necesidad, la experiencia compartida y el respeto mutuo. Nada de amores instantáneos; aquí el cariño se cocina lento, con las dificultades típicas de dos personas que pertenecen a mundos completamente distintos.
1997: cuando la historia económica se vuelve parte de la trama romántica
Uno de los grandes aciertos de Typhoon Family es situar la historia en plena crisis del FMI de 1997, un momento clave en la historia reciente de Corea del Sur, donde miles de pequeñas y medianas empresas quebraron, familias enteras perdieron todo y el concepto de “estabilidad” se volvió un lujo inalcanzable.
La serie utiliza este contexto no como simple telón de fondo, sino como motor dramático:
- Typhoon Company se hunde entre deudas.
- Los empleados llevan meses sin sueldo.
- Los bancos presionan.
- Las oportunidades desaparecen de un día para otro.
- Y la clase media ve cómo su estilo de vida se desmorona.
En medio de este caos, Tae-poong es obligado a transformarse de un día para otro en el nuevo director de la empresa que su padre construyó con esfuerzo durante décadas. De ahí en adelante, Typhoon Family se convierte en un relato sobre crecimiento personal, responsabilidad y segundas oportunidades.
A mí este tipo de historias no siempre me atrapan, pero aquí funciona porque el drama económico se combina con humanidad y con un elenco que realmente sostiene el peso emocional de la narrativa.
Lee Jun-ho: el mejor premio Daesang que pudo ganarse
El reconocimiento a Lee Jun-ho como Best Actor of the Year (Daesang) en los Asia Artist Awards 2025 es más que merecido. Su Tae-poong es un personaje complejo: torpe emocionalmente, algo arrogante al principio, pero lleno de una fragilidad que la serie va revelando poco a poco. Hay momentos en los que el dolor lo quiebra, otros en los que la responsabilidad lo obliga a ponerse de pie y seguir. Y Jun-ho es brillante en ambas facetas. No es exagerado decir que él lleva la serie sobre los hombros.
Mi-sun podría haber sido un personaje secundario más dentro de un drama financiero, pero Kim Min-ha la convierte en la columna emocional de la historia. Su energía, su fuerza, su cansancio, sus sacrificios… todo se siente auténtico. La razón por la que Tae-poong crece, cambia y se humaniza es, en gran parte, gracias a ella.
Un elenco secundario que aporta profundidad
La serie está llena de personajes entrañables y otros absolutamente detestables, pero todos cumplen un rol en la historia.
Entre ellos destacan:
- Sung Dong-il como el patriarca Kang Jin-young
- Kim Ji-young como la madre de Tae-poong
- Kim Young-ok como la abuela de Mi-sun (siempre una reina)
- Kim Sang-ho como el insoportable Pyo Bak-ho
- Y todo el equipo de la empresa Typhoon, que aporta humor, humanidad y ese caos tan realista que solo existe en las pymes en crisis
El guión de Jang Hyun-sook y la dirección de Lee Na-jung apuestan por una mezcla de drama, romance y un toque costumbrista que le da personalidad propia al proyecto.
¿Romance, drama o historia de madurez? La respuesta: todo lo anterior
Aunque se promociona como un k-drama romántico, lo cierto es que Typhoon Family es más un relato de madurez, resiliencia y crecimiento personal que un romance tradicional.
¿Hay química? Sí.
¿Hay momentos tiernos? También.
¿Es el romance el motor principal? No necesariamente.
Y eso me gustó. Mucho.
¿Vale la pena verla completa? Sí: y ya está en Netflix. Los 16 episodios ya están disponibles, tanto en idioma original con subtítulos como en doblaje al español.
Es una serie para ver con calma, sin apuros, ideal para quienes aman las historias de personajes que crecen en medio de la adversidad.
¿Es perfecta? No. Tiene capítulos que podrían ser más cortos y algunos giros que se sienten innecesarios.
¿Me gustó? Sí, más de lo que esperaba.
¿La recomiendo? Absolutamente. Especialmente si te interesan las historias donde la humanidad está por encima de la tragedia. A veces, incluso en medio de una crisis económica devastadora, puede aparecer un pequeño rayo de esperanza. Y Typhoon Family se trata justamente de eso.












