En 2016 se estrenó “Escuadrón Suicida” (Suicide Squad) cinta que contaba la radical decisión tomada por el gobierno de liberar a los peores villanos de cárceles y hospitales psiquiátricos, para formar un equipo de luchadores de élite y detener a una misteriosa y poderosa entidad. Desde un inicio la película prometía bastante, tanto por su director David Ayer (“Street Kings”, “Fury”), como las grandes estrellas que conformaban el reparto: Will Smith, Jared Leto, Viola Davis, Joel Kinnaman, Margot Robbie, entre otros. Sin embargo, tras haberse posicionado como la décima producción con mayor recaudación de aquel año, recibió opiniones mixtas tanto de la crítica especializada como los fanáticos y audiencia en general.
Y a pesar de la bullada recepción, la antiheroína Harley Quinn logró convertirse en uno de los personajes favoritos, tanto así que años después consiguió tener su película en solitario para ahondar más en su historia y andanzas.
De esta manera nace “Aves de Presa”, que comienza contándonos brevemente los orígenes de Harley, desde su infancia siendo abandonada por su padre, pasando por su carrera universitaria y doctorado en psiquiatría y su trabajo en el Manicomio Arkham, lugar en el que conoce al Guasón, su novio, transformándose así en el irreverente personaje que conocemos en la actualidad.
La película se sitúa cronológicamente después de que el Guasón termina su noviazgo con Harley, dejándola en una gran soledad y a la deriva, pues el respeto que se había ganado era gracias a su novio. Los problemas comienzan cuando el villano más nefastamente narcisista de Ciudad Gótica, Roman Sionis, y su entusiasta mano derecha, Zsasz, ponen su mirada en una joven llamada Cass, quien se acaba se robar un diamante que da acceso a una gran fortuna. Los caminos de Harley, Cazadora, Canario Negro y Renee Montoya chocan, y el improbable cuarteto no tienen más remedio que unirse para derrotar al malvado Máscara Negra y salvar a Cass.
La cinta nos presenta a una Harley Quinn bastante cómica que, a pesar de su mala actitud y fechorías en el pasado, logra que uno empatice con ella y hasta llegue a sentir pena. Es una versión juvenil en la que se pueden sentir identificadas las generaciones más jóvenes, como los millennials o centennials, con una actitud delirante, explosiva y sin respeto por la autoridad, pero a la vez torpe y que ama las cosas bonitas y con brillos. Harley a lo largo de la película logra desmarcarse del título de “la novia del Guasón” y se hace valer por sí misma, demostrando el gran personaje y lo badass que es.
Las escenas de acción están bien ejecutadas, se nota el trabajo y práctica que hubo detrás para armar las secuencias y piruetas, ya que las peleas no solo se basan en disparos o golpes aleatorios. Aunque, si faltó un poco más de realismo y ser un poco más explícito, considerando las fuertes batallas de por medio. Por otra parte, un punto a destacar es la temática, pues desde un principio se conoce como una cinta abanderada por el feminismo, aspecto que en esta producción no se siente forzado o con la necesidad de hacerlo literal.
Acá la lucha no es con los hombres solo porque son hombres, hay un trasfondo detrás que justifica la acción, demostrando que las peleas también pueden darse entre mujeres. Lo importante es el mensaje final que habla de la unión y tomar en cuenta las cosas en común, más que las diferencias.
Por último, hay que destacar la actuación de Margot Robbie, que desde hace años viene demostrando su talento y capacidades, siendo nominada dos veces a los premios Óscar. Robbie entrega una gran interpretación, divertida, pero también reflexiva, considerando la parte psiquiátrica que aún mantiene Harley y que en varias partes de la película sale a relucir para analizar al resto de los personajes y de cierta manera quebrarlos. Harley Quinn no es solo una villana que golpea al resto con su bate, también esconde esa parte humana que la cinta nos permite conocer.
La película se encuentra en los principales cines del país a partir del jueves 6 de febrero.
