Entre 150 y 250 mil serían los seguidores de la Iglesia Maradoniana, que fundada en 1998, y con sedes en países como Afganistán, Escocia y Japón, es el claro reflejo del fanatismo que genera el jugador argentino de fútbol más famoso de todos los tiempos. Por lo que no es extraño que la convulsionada existencia de Diego Armando Maradona ya haya inspirado dos documentales y una película. Sin embargo, la nueva serie subtitulada “Sueño Bendito” tiene dos añadidos: fue ideada en su natal Argentina en 2018 y tuvo la bendición del propio deportista.
“Autorizo a que se traten los siguientes temas que trágicamente me ha tocado vivir” es una de las frases que forman parte del contrato que Maradona firmó con Amazon en julio de 2020 -meses antes de su muerte en noviembre de ese mismo año-, donde bajo la testificación de su abogado, Matías Morla, pedía que se dieran a conocer hechos puntuales sobre su historia. Varios muy turbios y relacionados con su ex esposa, Claudia Villafañe, y la familia de ella, que llevaron a la ahora empresaria a imponer un recurso contra los realizadores de la serie.
Demandas más, demandas menos, la llegada a Amazon Prime Video del biopic sobre El Pibe de Oro, como también se conocía al futbolista, se concretó hace unos días ante la expectativa de sus fanáticos, para los que nunca va ser demasiado lo que se cuente sobre su ídolo. Aunque, quizás tomando muy en cuenta el traspié con Villafañe y los conflictos que podrían surgir, cada uno de los capítulos del espacio comienzan con una destacada frase en que se lee: “Inspirada en hechos reales. Algunos elementos fueron creados para dramatización”.
Una narración que se mueve entre diferentes etapas de su vida personal y profesional
Una realidad ficcionada que en “Maradona: Sueño Bendito” comienza a relatarse horas después de darle la bienvenida al año 2000, en el instante en que el deportista sufre una sobredosis en una casa de veraneo en Punta del Este, Uruguay. Cuando un inexperto doctor llega a atenderlo y se da cuenta que necesitaba ir a urgencias por su delicado estado, pero su manager, Guillermo Coppola (Jean Pierre Noher), desecha la idea de una ambulancia para no llamar la atención y lleva a Maradona (Juan Palomino) al hospital en su propio auto. En una de muchas situaciones inusuales que rodearon su vida.
Y de la cual la narración hace un gran salto al pasado, a fines de los 60, cuando un pequeño Diego (Juan Cruz Romero) vivía junto a sus padres, Tota (Mercedes Morán) y Diego o Chitoro (Pepe Monje), más siete hermanos, en una humilde casa de Villa Fiorito, una apartada localidad del Gran Buenos Aires. Días en que el niño de nueve años recorría sus polvorientas calles siempre con una pelota de fútbol en los pies y tuvo la oportunidad de demostrar su talento en el equipo infantil Los Cebollitas, gracias a la intervención de su amigo Goyo (Simón Mitre).
El instante que marca un antes y un después en su corta existencia, y gracias al cual el infantil futbolista, al que todos conocían como El Pelusa, comenzaría a llamar la atención del público y los medios. Su antesala deportiva que en el relato se va combinando con experiencias personales -como la precoz visita a un burdel que hizo con su entrenador o la supuesta admiración de su familia por Perón-, para ir pasando a las etapas claves que estaría por venir, profesional y emocionalmente.
Las relaciones profesionales, afectivas y de amistad en la vida de El Pibe de Oro
Así, con la historia dividida entre dos ejes temporales, un presente tras su sobredosis y su posterior internación en una clínica uruguaya, y el pasado con su adolescencia y juventud -desde su debut profesional en Argentinos Junior hasta su endiosamiento en su paso por el Napoli-, se va dibujando una historia marcada por la genialidad y los excesos, como también sus relaciones afectivas. Último apartado donde se ubican el casi obsesivo vínculo con su madre, su noviazgo pleno de infidelidades con Claudia (Julieta Cardinali) y la amistad con Jorge Cyterszpiler (Peter Lanzani), su camarada de infancia y primer manager.
Etapa en la que también se muestra su compromiso con la selección argentina y sus días en el FC Barcelona marcado por el contratiempo, ya que sufrió de hepatitis y una fractura que lo obligó a ir al quirófano, y enfrentó al presidente del club, Josep Nuñez (Francesc Orella). Lo que se va desarrollando con una mezcla de deporte, drama y algo de humor, con pasajes como la escena en que Carlos Bilardo (Marcello Mazzarello) le explica a Claudia, en medio de una fiesta, cómo reconocer si alguien ha consumido cocaína, o cuando Maradona usa el baño del rey Juan Carlos de España (Francisco Reyes) en una cita formal.
La abultada suma de nombres y situaciones -muchas de las cuales aparecen como postales poco desarrolladas- que van dando vida a la última mirada a la existencia de El Pibe de Oro. Donde se contrapone su genialidad como jugador con los excesos que fueron tomándose sus días, con un marco histórico reforzado por imágenes de archivo de sus intervenciones en la cancha y las entrevistas con la prensa, y un elenco efectivo, pero un tanto desigual, donde hay que destacar el trabajo de Peter Lanzani como Cyterszpiler.
Título Original: Maradona: Sueño Bendito
Director: Alejandro Aimetta, Edoardo De Angelis
País: Argentina
Año: 2021
Género: Drama, Biografía
Duración: 57-65 minutos
Con: Juan Palomino, Nazareno Casero, Nicolás Goldschmidt, Julieta Cardinali, Laura Esquivel, Mercedes Morán, Peter Lanzani, Leonardo Sbaraglia, Marcelo Mazzarello, Pepe Monje, Giovanni Esposito, Claudio Rissi, Rita Cortese
Guión: Alejandro Aimetta, Silvina Olschansky, Guillermo Salmerón
Música: Camilo Froideval, Dan Zlotnik
Producción: Santiago Guevara Olguín, Mariano Carranco
Web: Ver Acá
Fecha de estreno: 29 de octubre de 2021
Plataforma: Amazon Prime Video
