Muchas de nosotras requerimos de ayuda para dominar nuestras no tan domables melenas. Soñando lisos o rizos definidos, hoy en día todo se puede lograr con herramientas y tecnologías como secadores, planchas y rizadores.
Pero ¿a qué daños exponemos nuestras preciadas cabelleras en nuestras rutinas de styling?
Gloria Rojas, estilista, fundadora del salón Ohlala Studio y Training Manager de K18 Hair Chile, nos contó cómo someter tu cabello al calor sin morir en el intento.
1. Aparatos de buena calidad: Lo barato sale caro
Como dice el dicho: “Lo barato sale caro” y sí que puede salir caro. Especialmente cuando hablamos de cabello.
Al comprar o utilizar cualquier aparato, sean planchas, rizadores o secadores, hay que informarse bien sobre sus materiales de fabricación y cómo funcionan.
Estas herramientas se clasifican por las distintas capacidades que tienen. Y en ese sentido, el factor determinante en el cual hay que fijarse a la hora de adquirir uno, es si este puede o no ajustar la temperatura y siempre optar por el que pueda ajustarla.
“Lo que más daña el pelo sin duda alguna es la plancha o el rizador, ya que generalmente abordan la misma temperatura. El secador, por el hecho de no “apretar” con dos placas el cabello, es mucho menos invasivo. El daño del secador siempre va a ser menor.” comentó la estilista.
2. Ojo a la temperatura: Puedes quemarte con fuego
Si eres de las personas que normalmente usa alguno de los aparatos anteriores, si o si debes tener en consideración que lo máximo que un cabello sano y en buenas condiciones aguanta en términos de temperatura es 230º grados.
“De hecho, esa es la temperatura máxima que tienen las planchas y rizadores. Sin embargo, recomiendo no exponerlos a la temperatura máxima de ningún aparato, ojalá a una menor” agregó Gloria. Así que ya sabes, di ¡NO a la máxima potencia!
¿Qué pasa si empleo demasiada temperatura?
Lo primero es que el cabello se deshidrata, provocando que nuestra propia queratina (proteína que proporciona resistencia y dureza al pelo) se destruya.
Además de quedar con un pelo seco y pajoso, aparecen las comúnmente llamadas puntas partidas, abiertas o, como su nombre técnico lo indica, la Tricoptilosis. Esto último ocurre como consecuencia de una fractura en el extremo de nuestra cabellera.
Un segundo tema no menor a considerar es que una temperatura excesiva podría provocar daños en el cuero cabelludo y, por ende, debilitar su raíz, provocando que este se vuelva frágil y tienda a caerse. ¿Te imaginas perder un montón de mechones por el mal uso de la temperatura? ¡No please!
3. Protector térmico: El “cabellero” guardián que DEBES usar
Te compartimos el secreto, pero shhhh, no se lo cuentes a nadie. El producto IMPRESCINDIBLE que llega a salvar tus problemas es el llamado protector térmico.
Tal como lo adelanta su nombre, estos crean una especie de “barrera anti calor”, donde se protege nuestro pelo de cualquier sobre calentura que pueda sufrir. De esta forma, se evita el daño, la sequedad y, como no, la caída por debilidad.
Es un must y más que todo un aliado esencial cuando hablamos del cuidado de nuestro cabello. Es de gran importancia incorporarlo en la rutina de cuidado de este, especialmente si acostumbramos a someterlo a instancias de calor exageradas, por medio de planchas, rizadoras e incluso secadores. Y recuerda: siempre usarlo ANTES de cualquier aparato de calor.
4. Productos reparadores: El milagro llegó para quedarse
Si llegas tarde a leer esta nota y no tomaste en cuenta los tips anteriores para cuidar de tu cabello adecuadamente (porque no sabías), no desesperes, siempre hay un as bajo la manga para ayudarte a solucionar cualquier problema.
Para empezar a formar una rutina adecuada, restaurar y lucir una melena soñada sin gastar de más, hay que empezar por utilizar un producto reparador. Para esto, el secreto mejor guardado y ahora revelado, es utilizar la mascarilla K18 de restauración molecular (leave in) que repara hasta un 91% de daño en tan solo 4 minutos. Olvídate de los errores del pasado, haz borrón y cuenta nueva junto a K18 Hair.