Después de años de especulación, intentos fallidos y una creciente presión del público. El K-pop finalmente llega de manera oficial al Festival de Viña del Mar. Aunque la Quinta Vergara ya había sido escenario del primer Music Bank realizado en Chile hace más de una década, ninguno de sus grupos había sido incorporado formalmente a la parrilla del certamen… hasta ahora.
La presencia del género no ha sido un camino fácil. Pese a su enorme popularidad en el país, con fandoms organizados, conciertos agotados y una industria en constante expansión. La invitación al certamen viñamarino a un grupo de K-pop siempre parecía quedar en suspenso. Pero el impacto cultural del género, sumado al empuje de una audiencia que lleva años pidiéndolo, terminó por abrir las puertas.
Antes y después
NMIXX, uno de los grupos más versátiles de la cuarta generación, será el encargado de marcar este antes y después. Con un sonido que combina pop, experimentación y cambios rítmicos inesperados, y una puesta en escena reconocida por su precisión coreográfica, la agrupación se posiciona como una apuesta sólida para un público que, cada año, espera espectáculos cada vez más internacionales.
La conexión entre NMIXX y Viña no es nueva. Tras su concierto en Santiago el año pasado, fueron invitadas como público al festival, instancia que terminó sorprendiendo tanto al grupo como a los presentes. La presentación de Myriam Hernández las dejó literalmente boquiabiertas, generando un momento viral que encendió aún más el deseo de verlas en ese escenario.
Futuro componente estable
Con su debut en Viña del Mar, NMIXX no solo suma un hito a su carrera: también abre la puerta para que el K-pop se convierta en un componente estable de la programación del festival latino más importante del mundo. Es una señal clara de que la Quinta Vergara, una vez más, se adapta a los nuevos lenguajes musicales que mueven audiencias globales.
La presentación de NMIXX está programada para la tercera noche del Festival de Viña, el 24 de febrero, donde compartirán escenario con los mexicanos Jessy & Joy, quienes regresan al certamen tras su exitosa participación en 2018. Una jornada que promete reunir a públicos distintos bajo una misma noche y marcar un nuevo capítulo en la historia del festival.











