La industria se enfrenta al desafío de la calidad ante la masiva entrada de competidores de bajo costo. Sin embargo, la máxima inmersión se ha posicionado en un solo tipo de panel: el OLED. En qué fijarte al momento de adquirir una TV: La regla de oro para invertir en una pantalla.
Los televisores de tecnología OLED representan la última generación de pantallas, consolidándose como el estándar para el tope de gama. Gracias a la capacidad de sus píxeles para autoiluminarse, esta tecnología ofrece un contraste infinito y negros absolutos que ninguna otra pantalla basada en retroiluminación (LED/LCD) puede igualar, transformando la experiencia de visualización en un momento puramente sensorial.
¿Pero qué significa OLED? El nombre describe su funcionamiento técnico: OLED, traducido del inglés sería Diodo Orgánico de Emisión de Luz. A diferencia de las pantallas tradicionales que usan un sistema de luz de fondo (backlight), en el OLED cada píxel es una fuente de luz independiente. Si la escena requiere oscuridad, el píxel se apaga por completo. Este mecanismo de encendido/apagado absoluto permite un contraste perfecto y una fidelidad de color inigualable.
Alta tasa de refresco
Y es que la necesidad de calidad de imagen ya no es solo para los consumidores más exigentes. Un estudio de la consultora FutureSource Consulting en 2024 revela que la demanda global por pantallas de alta calidad (alto brillo y alta tasa de refresco) creció más de 30% entre 2023 y 2024 entre gamers y creadores de contenido. Además, con el mercado global de Smart TV proyectado a alcanzar más de USD 600 mil millones para 2030, el consumidor busca invertir en tecnologías que justifiquen el rendimiento a largo plazo.
“Hoy, el consumidor debe mirar más allá del tamaño y la etiqueta 4K. La tecnología de auto-iluminación (OLED) es la base del mejor rendimiento. Es la única que garantiza negros perfectos y un contraste absoluto, y eso es lo que realmente define la calidad de imagen. Es la tecnología más moderna y óptima porque su panel no necesita atenuar la luz; simplemente la apaga«, aconseja Isidora Muñoz, Marketing Leader de LG Electronics Chile.
En el mercado, ya existen modelos de última generación, como el LG OLED evo AI 2025, que están pensados para los jugadores y espectadores más exigentes. Estos modelos ofrecen una tasa de refresco de hasta 144 Hz, compatibilidad con NVIDIA G-Sync, AMD FreeSync Premium y VRR (Frecuencia de Actualización Variable).
Gaming competitivo
Además, cuenta con un tiempo de respuesta de 0.1 ms, lo que significa que sus píxeles cambian de color extremadamente rápido, factor excepcional para eliminar el desenfoque de movimiento (ghosting) y transiciones poco fluídas en escenas rápidas, ofreciendo una imagen muy nítida, ideal para gaming competitivo y contenido de acción. A esto se suma el Modo Juego AI, que reconoce automáticamente el tipo de contenido y optimiza aún más los parámetros visuales en milisegundos.
El segmento premium de la industria ha adoptado también tecnologías como los Micro Lens Array (MLA) para incrementar el brillo, manteniendo los negros perfectos. La nueva generación de procesadores con IA analiza el contenido en tiempo real, escena por escena, para ajustar automáticamente brillo, nitidez y sonido, logrando una visualización más natural y sensible al contexto.
Escena por escena
En ese sentido, el procesador (CPU) del Smart TV ha dejado de ser un componente de soporte para convertirse en el director de orquesta de la calidad de imagen y sonido. Este chip es el encargado de analizar el contenido en tiempo real, escena por escena, optimizar el brillo, la nitidez y, crucialmente, eliminar los molestos tirones (o stuttering) que rompen la inmersión tanto en una película de cine como en un videojuego de alta exigencia.
La penetración de la tecnología Smart TV es masiva, y es que según un reporte global de la firma Grand Review Research en 2024, el tamaño del mercado global de Smart TV se estimó en USD 227.52 mil millones en 2024 y se proyecta que alcance los USD 451.26 mil millones para 2030, con un crecimiento a una tasa de crecimiento del 12.8% promedio de 2025 a 2030.
Este panorama exige que la inversión en un televisor ya no solo dependa del tamaño, sino de la calidad que ofrece el panel y el procesamiento. Hoy el desafío de la industria es claro: integrar el desarrollo de la eficiencia energética en televisores que ya han alcanzado un alto estándar de inmersión visual. Los fabricantes de alta gama están incorporando funciones de bajo consumo y embalajes ecológicos, buscando que la tecnología de punta sea sinónimo de desarrollo responsable y sostenible para el futuro del consumo masivo.









