Desde ayer, los fanáticos del terror tienen una cita obligada en cines para ver “Boogeyman: tu miedo es real”, la nueva película dirigida por Rob Savage (Ten cuidado a quien llamas) sobre un guión de Scott Beck & Bryan Woods (Un lugar en silencio) y Mark Heyman (El cisne negro), basada en el emblemático cuento El Coco de Stephen King.
La historia sigue a una joven de 16 años llamada Sadie (Sophie Thatcher) y su hermana menor, Sawyer (Viven Lyra Blair), de 10 años, quienes están profundamente afectadas por la trágica muerte de su madre ocurrida recientemente. A sus vidas llega Lester Billings (David Dastmalchian), un misterioso nuevo paciente de Will Harper (Chris Messina), su padre psicólogo, que aparece inesperadamente en el consultorio que Will tiene en su casa, desesperado por desahogar su dolor por la muerte de sus hijos.
Con su paso por la casa de los Harper, Lester deja tras de sí una presencia maligna que vive en las sombras y se alimenta del sufrimiento de sus víctimas. A partir de ahí, Sadie y Sawyer son sometidas a una serie de sucesos aterradores como consecuencia de la manifestación de la entidad sobrenatural en su hogar, y la incapacidad de Will de creer lo que le dicen sus hijas amenaza con destruir la familia para siempre.
Para Savage, Beck y Woods, así como para el resto del equipo creativo detrás del nuevo film, llevar a la pantalla una historia basada en el icónico cuento del maestro del terror norteamericano es una posibilidad única de rendir homenaje a uno de los narradores más influyentes de sus vidas, al mismo tiempo que brinda la oportunidad de expandir el universo imaginado por King a través de un relato terroríficamente potente.
La marca indeleble de Stephen King
La historia detrás de “Boogeyman: tu miedo es real” comienza mucho antes del primer encuentro entre los guionistas del film. Comienza, en realidad, en las infancias de cada uno de ellos, cuando los relatos de Stephen King los marcaron (y aterrorizaron) para siempre.
The Boogeyman (El Coco, en la traducción al español) fue publicado en la revista Cavalier en 1973, para luego incluirse en el primer libro de cuentos del autor, titulado Night Shift (El umbral de la noche, en la traducción al español) y publicado en 1978. Cuenta el productor Dan Levine: “Yo era uno de esos chicos a los que les encanta asustarse. Mis padres tenían una copia de El umbral de la noche en su biblioteca y lo leí cuando era demasiado chico. The Boogeyman fue una de las lecturas que más me impactaron y me traumatizaron en toda mi vida. Me hizo tenerle miedo a los clósets, no por un par de días o unas semanas, durante años”.
Los guionistas Scott Beck y Bryan Woods coinciden. Amigos de la infancia y socios de escritura en la actualidad, aseguran que son fans de toda la obra de King, pero el cuento del Boogeyman dejó una marca especial en sus mentes durante décadas.
Por su parte, el director Rob Savage recuerda haber leído las novelas de King cuando era niño, que no lo dejaban dormir de noche. “Sus cuentos siempre me obsesionaban. Las historias más aterrorizadoras de King están basadas en una idea insidiosa que no te deja dormir. The Boogeyman es una de esas historias. Tiene algo que se conecta con esta especie de miedo existencial en donde incluso la persona que viene a ayudarte podría volverse en tu contra. Ese tipo de oscuridad de la que no se habla, que está justo debajo de la superficie, hizo mucho eco en mí”, señala el realizador.
Para el equipo detrás del film, no había mejor candidato para dar vida al relato que Savage, fanático confeso del cine de terror. Cuenta la productora ejecutiva Emily Morris: “Rob es una de las personas que más sabe del género que conocí en mi vida. Tenía una reproduciéndose en su oficina en todo momento del día en la etapa de preproducción. Y debido a eso, sabe cuándo darle al público lo que quiere y cuándo sorprenderlo. Es una habilidad muy especial”.
Cambiando el punto de vista
Al momento de empezar a pensar en una película basada en el cuento de King, Beck y Woods se enfrentaron al desafío principal: el relato transcurre enteramente en una habitación en la que dos personajes solo hablan. ¿Cómo se podía llevar eso a la pantalla grande? La solución apareció a través de un cambio en el punto de vista que permitió ampliar la historia y hacer que el relato de King fuera apenas el punto de partida.
“Cuando nos dimos cuenta de que no teníamos por qué centrarnos en Lester necesariamente, pensamos, ¿qué tal si la historia que Lester le cuenta a este terapeuta comienza a manifestarse en la vida del terapeuta y él empieza a ver que las mismas cosas extrañas que le pasaron a Lester le están pasando ahora a sus hijas?”, señaló Wood. A partir de ahí, Beck y Woods trazaron un mapa de la historia y escribieron los primeros borradores, para luego sumar a Mark Heyman (El cisne negro) para pulir el guión, trabajando estrechamente con Savage en la expansión de la trama y la creación de personajes adicionales.
“Mi trabajo era ir más profundo, comenzando por la realidad psicológica que están atravesando estos personajes y siguiendo por qué es lo que representa el horror, más allá de un monstruo que asusta. La construcción de esta criatura mitológica y sobrenatural condujo al monstruo como una encarnación del dolor de la pérdida, un ser que se alimenta del dolor de esa experiencia y hace como una metástasis. Es una entidad que puede hacer que tu casa se pudra completamente y que tu vida se destruya. Me gustó esa metáfora”, comenta Heyman.
Todos somos Sadie
En la exploración de esos aspectos psicológicos, el personaje de Sadie surgió como candidato ideal para visibilizar el dolor extremo del duelo, en una etapa de la vida muy especial.
Explica Savage: “Sadie era el personaje más interesante porque estaba presionada entre el mundo de la niñez y el mundo de la adultez y el Boogeyman existe en los dos mundos, como miedo en los niños y como escepticismo en los padres. Sadie está justo en el medio, es una intermediaria entre esos dos mundos”. Así, el personaje de Sadie es el punto de identificación de la audiencia.
En la historia, entonces, el episodio real de la muerte de la madre y la fractura que eso provoca entre las hermanas y el padre se entreteje con la presencia sobrenatural del Boogeyman, desencadenada y potenciada por el dolor y el quiebre de la familia, cuyos miembros transitan el duelo aisladamente. Y cuanto más se acrecienta ese aislamiento, más poderoso se vuelve el Boogeyman, y la única manera de conquistarlo será por medio de su fortaleza común como familia
“Muchas películas de terror están basadas en el duelo, pero el Boogeyman, en nuestra historia, representa eso de lo que no se habla. Todos estos integrantes de la familia viven bajo un mismo techo, pero cada uno está en su propia isla. Procesan el duelo solos, no hablan entre sí, no validan las experiencias del otro, que es lo que genera esta cosa que crece y se alimenta de su dolor. La única manera en la que pueden superarlo es compartiendo lo que sienten. Creo que esa es la única manera en la que cualquiera de nosotros puede superar un duelo”, analiza Savage.
Levy, en tanto, concluye: “El público no está seguro si es una historia de monstruos o una alegoría de enfrentar el dolor de la pérdida, pero esa es la belleza de Stephen King. Tienes estas historias que son sensacionalistas, escapistas y fantásticas pero que están siempre ancladas en temas humanos. Y queríamos hacer una película que fuera justamente eso”.
“Boogeyman: tu miedo es real” ya está disponible en cines.