“En el caso de las embarazadas, aumentar de peso se puede considerar como algo normal; sin embargo, si se siguen hábitos saludables previamente, con el apoyo de un nutriólogo, estará alimentándose correctamente y teniendo un peso adecuado al momento de embarazarse. En términos de actividad física es lo mismo, siempre será mejor tener una rutina previa que empezar a moverse cuando ya hay un embarazo de por medio. Preparar el camino a la maternidad siempre será mejor que la improvisación”, señala el Dr. Eliseo Sánchez Estéves, especialista en reproducción asistida de IVI Santiago.
La importancia de los hábitos saludables
En esta preparación a una maternidad sana, destacan ciertos hábitos que funcionan también como herramientas de prevención de enfermedades:
- Realizar 5 comidas al día: Es importante distribuir las calorías a lo largo del día, siendo las más importantes el desayuno, la comida y la cena, con colaciones a mitad mañana y a media tarde.
- Un buen desayuno: Combinación de algún producto lácteo + cereales + fruta aporta una buena dosis energética para encarar el día.
- Ingerir 5 piezas de fruta o verduras diarias: Aportan agua, fibra y vitaminas, y además la fibra tiene efecto saciante.
- Practicar deporte varias veces a la semana: No son necesarios grandes esfuerzos, simplemente con 30 minutos diarios o una hora varias veces a la semana puede ser suficiente.
- Beber agua: Es importante mantener el cuerpo bien hidratado, siendo recomendable beber entre dos y tres litros de agua al día.
- Limitar el consumo de refrescos, dulces y alimentos fritos: Su aporte de azúcares y grasas es desmesurado, y además se trata de alimentos poco nutritivos.
- En caso de “ataques de hambre”, elegir lácteos descremados, una fruta o verdura o barritas de cereales.
Ventajas de estar en un peso saludable de cara hacia la maternidad:
El sobrepeso u obesidad pueden generar dificultades a la hora de concebir y están considerados una posible causa de infertilidad.
“Por este motivo, lo más recomendable antes de buscar un embarazo o de dar inicio a un tratamiento de reproducción asistida, es recurrir a un especialista que prepara un plan de control de peso y recomendará modificar los malos hábitos nutricionales que se puedan tener, sin embargo y en casos puntuales el sobrepeso moderado no impedirá que las mujeres puedan realizarse un tratamiento de reproducción asistida«, explicó el doctor Sánchez.