La serie mexicana “Enemigo Íntimo” relata la historia de dos hermanos que son separados tras presenciar el asesinato de sus padres. Roxana Rodiles y Alejandro Ferrer, interpretados por Fernanda Castillo y Raúl Méndez respectivamente, se reencuentran 25 años después, liderando bandos opuestos en la sociedad y sin saber que llevar la misma sangre, como si se tratase de una épica tragedia griega de grandes proporciones.
El show mezcla acción, género policiaco, drama y suspenso, y cuenta con un fascinante elenco encabezado por Castillo y Méndez, pero acompañados por artistas de primer nivel como el chileno Matías Novoa, Alejandro Speitzer, Leonardo Daniel, Rafael Sánchez Navarro, Otto Sirgo, entre muchos otros.
Nueva temporada
Filmada en México y España, la segunda temporada -que se estrenó a mediados de febrero- arranca con un salto en el tiempo de dos años. Roxana (Castillo), ya no puede esconderse bajo el alias de “El Profesor”, y luchará para reestablecer su imperio criminal. Mientras, Alejandro (Méndez), comandante de la Unidad Antidrogas, no estará dispuesto a dejarla, tras enterarse que se trata de su hermana desaparecida.
Con 113 capítulos en total -sumando ambas temporadas- el programa promete convertirse en uno de los mejores dramas criminales de la televisión mexicana. La serie se estrenó el miércoles 14 de febrero por las pantallas de Telemundo Internacional.
El entrevistado
Amable, cercano y sonriente, el actor Raúl Méndez, protagonista de “Enemigo Íntimo”, es mejor conocido por sus papeles en series como “El Señor de los Cielos”, “Sense8”, “Narcos” o “La Viuda Negra”. Aunque también ha tenido un extenso paso por el mundo del cine y el teatro, su opción favorita.
Revista Televitos, en colaboración con En Palco, conversaron de manera exclusiva con el actor que interpreta a Alejandro Ferrer, sobre la construcción de su personaje, la nueva temporada y mucho más. Revisa la entrevista a continuación:
¿Qué fue lo que más te atrajo de esta historia? Es una especie de tragedia griega sobre dos hermanos que son separados y se reencuentran después en diferentes bandos de la ley.
Pues justamente eso. Acabas de dar con el clavo, que la columna vertebral es literalmente una tragedia griega. ¿Me entiendes? Son estos hermanos que se aman con locura y de pronto su infancia se ve interrumpida por un acto de violencia donde sus padres mueren de una manera muy cobarde y son separados, ¿no? Y uno se va al lado oscuro y el otro al lado de la luz, si lo queremos ver desde ese lugar tan metafórico y como desde el mundo griego.
Pero bueno, al paso de los años se vuelven a reencontrar sin saber que son hermanos y resulta que son enemigos, uno del lado de la justicia y el otro del lado del dinero mal habido. Es muy interesante porque en esta segunda temporada vamos a desmenuzar todavía más esta carencia y esta crisis por la que atravesaron los personajes en la primera temporada. Y vamos a ver cómo la relación entre Alejandro Ferrer y Roxana Rodríguez se vuelve todavía más ríspida y más compleja. De pronto creo que todos, como familia, cuando vemos tener un hermano o una hermana, nos identificamos de cierta manera con estos personajes, porque por más amor que haya, de pronto hay diferencias que pueden ser comprobadas y no pueden ser detonadas desde otro lugar.
Otro de los puntos súper trascendentales de “Enemigo Íntimo” es su elenco. Tiene actores y actrices súper reconocidos. Fernanda Castillo, Rafael Sánchez Navarro, el chileno Matías Novoa. ¿Cómo es la relación con todos ellos?
Fíjate que a lo largo de veintitantos años de carrera, he tenido la oportunidad de trabajar en muchos tipos de producciones, tanto en el teatro, cine, en la televisión, y siempre la televisión tiene esta leyenda urbana de que es complejo por los protagonismos, por los egos. Y fíjate que gracias a la vida y gracias a muchos factores me ha tocado trabajar con gente muy humilde y muy profesional. Creo que algo que tiene muy buen ojo Telemundo en ese sentido es contratar actores que vienen a aportar y no que vienen a imponer cierta idea o cierta pretensión, por llamarlo de alguna manera.
Entonces pues se hace una familia. En la primera temporada logramos crear una familia, efectivamente hay un protagonismo, antagonismo, rencillas, pleitos, enemistades, el bien, el mal, la ley, el narcotráfico. Pero al final cuando tocas eso y cuando escuchas la palabra “corte” por parte del director, detrás de esta historia, hay una gran familia y creo que eso se nota en la primera temporada, pero sobre todo ahora, en esta segunda temporada vamos a encontrar nuevos personajes, nuevas dinámicas, nuevas historias que seguir, que realmente el público va a disfrutar muchísimo, sobre todo la gente de Chile que pudo ver la primera.
Esta serie es bastante extensa, si uno suma las dos temporadas son más de 100 episodios. ¿Cuánto tiempo toma hacer un show de largo aliento? Me imagino que es agotador para los actores y actrices, y que te empieza a consumir el personaje.
Una cosa es que hace tres años que grabamos la segunda temporada, ¿sabes? Y es que en tres años ha cambiado el sistema por completo. O sea, antes en México y seguramente en Chile, en todos lados, cuando se hacía una telenovela era en 300 capítulos. Estas noche tras noche trabajando, y de pronto pasamos al mundo de la súper series, como es justamente «Enemigo Íntimo» de 70, 60, 50 capítulos y ahora vamos entrando en el derecho de las series de diez, 12 capítulos, pero ha sido interesante porque justamente el reto para uno como actor es estar día a día grabando 15, 20 escenas y estar muy concentrado.
Pero sobre todo algo muy importante: saberse quitar los zapatos del personaje justo cuando terminas de grabar o justo cuando termina la escena. Porque si no te vas a involucrar por la convivencia diaria y por tanto tiempo con el personaje que de pronto ya no sabes cuando es Alejandro Ferrero o cuando ves a Méndez. Creo que a mí lo que me salva de que no he caído en esta dualidad, es que mi escuela me enseñó justamente a tomar distancia con los personajes que interpreto. Pero sí es un gran reto como tú lo acabas de decir. Bueno, son muchos meses, muchas horas de trabajo con la piel del personaje, entonces hay que saber quitarla y ponerla para estar de manera sana acá arriba.
Has trabajado en cine y en televisión en varios años, pero ¿qué es más desafiante y qué te llama más la atención? ¿Trabajar en televisión o en películas?
La verdad, en teatro. (Risas) La verdad es que el teatro tiene esa magia donde no hay forma de que si te equivocas hay que repetir, donde si algo está mal, se puede editar, se puede esconder, se puede borrar. No, el teatro te desnuda frente al público que va noche a noche a ver el escenario, ¿sabes? Entonces el error se vuelve un error, como la vida natural. Creo que eso es lo más hermoso. Y creo que también el público cuando ve una serie o una película y ve a un actor formado en teatro, hay una diferencia entre cómo asumes la responsabilidad de contar una historia y de construir un personaje.
Para mí, Alejandro Ferrer justamente no es nada más un policía que quiere justicia, sino es una complejidad entre un muchacho que se quedó sin familia, muy joven, que perdió a su hermanita, a la que tanto amaba. Después se dedica y se mete al mundo de la justicia y de pronto resulta que la gente que está del otro lado del bando, en la gente que más ama, entonces es una complejidad de situaciones psicológicas que hay que construir y que hay que construir de manera muy delineada para que el público, sobre todo ahora con la segunda temporada, se atrape y se enganche noche a noche.
¿Qué puede esperar el público latinoamericano para esta segunda temporada?
Bueno, por lo pronto horas y horas y horas de entretenimiento. Creo que en ese sentido cada capítulo es una bomba de tiempo, cada capítulo sucede algo nuevo entre los personajes que ya conocen de la primera temporada y los personajes que se suman para esta segunda temporada. Hay situaciones sumamente complejas.
Cuando crees que ya algo se va a resolver resulta que no y se complejiza más en la situación de la relación entre estos hermanos, pues más allá de que se vuelva ya un pacto entre ellos, se vuelve todo lo contrario, mucho más distante, mucho más compleja. Hay mucho resentimiento entonces, para todo eso lo vamos a ir viendo noche a noche en esta segunda temporada. El público va a tener muchas horas para poder entretenerse y olvidarse un poquito de lo que nos está pasando en la vida real noche a noche en este mundo tan tan complejo.