Conocido por sus numerosas películas animadas llenas de creatividad, Pixar constantemente ha sorprendido a las audiencias con sus emocionantes y coloridas historias, abriendo en muchas ocasiones la duda sobre de dónde provendrán las ideas que dan forma a dichas cintas.
“Toy Story”, “Finding Nemo”, “Coco” etc… Desde que fue fundado hace más de tres décadas, este estudio de cine animado nos ha entregado películas de primera calidad, muchas de las cuales han marcado a los espectadores gracias a la calidad de sus relatos y los sentimientos que producen.
Y mientras la gran mayoría, por no decir todas las películas de Pixar, resultan tan sorprendentes como emotivas, para muchos de nosotros siempre ha existido esa pregunta acerca del origen de tantos relatos impresionantes. Obviamente no todos provienen del mismo autor, lugar ni fecha, pero sí hubo un evento que marcaría el destino de este estudio durante la década de los noventa y partió con un simple almuerzo.
1994
Con la producción de “Toy Story”, el primer largometraje de la empresa, acercándose a su fin, las mentes creativas más importantes de Pixar sabían que tenían una misión muy importante: asegurar su siguiente gran apuesta animada. Con este objetivo, cuatro de los cineastas más influyentes dentro del estudio de animación: el director John Lasseter, y los escritores Andrew Stanton, Joe Ranft, y Pete Docter comenzaron a juntar sus ideas para encontrar el siguiente gran éxito.
Fue así como los cuatro se reunieron en Hidden Café, lugar que después recibiría un pequeño homenaje con el ‘Hidden City Café’ en “Monsters Inc.”, a conversar acerca de las futuras producciones, aunque claro, sin esperar que de este almuerzo nacieran las ideas de cuatro de las películas que marcarían la siguiente década y media de Pixar.
UN ALMUERZO INVALUABLE
Pasaron apenas cuatro años para que “Bug’s Life”, cinta codirigida por John Lasseter y Andrew Stanton, la primera de las ideas desarrolladas durante la reunión en Hidden Café, diera el saltó a la pantalla grande. Esta entrega animada, el segundo largometraje de Pixar, recaudó un total de 363,3 millones de dólares, unos 10 millones menos que “Toy Story”.
El siguiente concepto nacido de dicha reunión fue “Monsters, Inc.”, cinta que aterrizó en cines en 2001 y alcanzó a generar 577.4 millones de dólares, además de una precuela poco más de una década más tarde. A continuación, en 2003, se estrenó “Finding Nemo”, otra de las ideas que inventó el cuarteto durante su reunión casi una década antes. Esta, además de ser una de las películas más queridas de este estudio y de tener su propia secuela, tuvo una taquilla mundial de 940.3 millones de dólares.
En junio de 2008 se estrenó el último largometraje basado en un concepto que se discutió durante esa reunión hace ya tantos años y fue “WALL-E”, historia que nos presentó un pequeño robot con una gran misión. Y mientras esta película no tuvo el éxito financiero que sus dos antecesoras, con una recaudación de 521.3 millones de dólares, es seguramente una de las películas de Pixar más amadas por parte de los fans. Obviamente, que salga una idea millonaria para una película de un almuerzo/reunión es un logro increíble hasta para los cineastas más expertos, pero que salgan cuatro, es prácticamente un milagro. Y en este caso, un milagro que ayudó a formar a uno de los estudios de animación más importantes del mundo.