Qué más típico que terminar de ver una película supuestamente basada en hechos o personas reales, de cualquier género, para luego sentir que los hechos que presenciaste son tan fantasiosos que resulta imposible que fuera verdad.
Claro, hay ejemplos que a base de lo ridículo que son produce mucha incertidumbre acerca de veracidad, como la película “Pain & Gain”, protagonizada por Mark Wahlberg, Dwayne Johnson y Anthony Mackie, sobre tres fisicoculturistas que forman una pandilla para secuestrar y extorsionar a millonarios en Miami.
¿Pero me creerían si les digo que hay un asesino que inspiró a tres de los psicópatas más famosos del cine, pero cuyo nombre seguramente es completamente desconocido para el cinéfilo promedio? Bueno, su nombre es Ed Gein y ésta es su historia.
MÁS IMPACTANTE QUE PROLÍFICO
Mientras que hay algunos asesinos que son reconocidos por la eficacia de su carrera criminal y el número de sus víctimas, como Ted Bundy, quien oficialmente confesó 30 homicidios, pero que se cree pudo ser muchos más. Son pocos cuyas acciones resultaron tan impresionantes y mórbidas como las de Ed Gein, quien con ‘solamente’ dos asesinatos a su haber, ha llamado la atención de numerosos cineastas y de quienes se interesan en los temas más oscuros y tenebrosos.
Gein, un hombre mentalmente muy enfermo, vivió en el poblado rural de Plainfield, Wisconsin, saltó a la fama en 1957, cuando se descubrió que él había exhumado numerosos cadáveres de los cementerios locales para confeccionar diferentes objetos de sus huesos y piel. Pero, como de un asesino se trata, no se quedó solo con lo que podía obtener de los ya difuntos, por lo que también les quitó la vida a dos mujeres, Mary Hogan en 1954 y Bernice Worden en 1957.
Al ingresar al domicilio del criminal, la policía encontró, entre otras cosas, platos hechos con cráneos humanos, pantalones de piel, un cinturón adornado con pezones, y quizás lo más horrible, máscaras confeccionadas con los rostros de algunos de los cadáveres que robó del cementerio, como también de Mary Hogan.
LA INFLUENCIA DE ED
El primer gran personaje en tomar su inspiración del ladrón de tumbas de Plainfield fue nada menos Norman Bates, protagonista/antagonista de la clásica cinta de Alfred Hitchcock “Psycho” que se estrenó en 1960, apenas tres años después de que fuera atrapado. Gein, además de su enfoque en los cadáveres tenía una obsesión con su madre, y de hecho su locura se desbordó en cuanto ella murió en 1945. Si bien, la cinta de Hitchcock está basada en la novela del mismo nombre de Robert Bloch de 1959, el escritor vivía a apenas 35 millas de la vivienda de Gein, por lo que de no haber conexión sería una coincidencia increíble.
Otra cinta de terror que a estas alturas ya puede ser considerada clásica es “The Texas Chainsaw Massacre” de 1974, donde podemos ver al antagonista central, Leatherface utilizando una máscara fabricada con el rostro de una de sus víctimas, además las distintas decoraciones a través de la casa familiar de los asesinos hechas con partes humanas, dos de las características que impactaron a la opinión pública al saber de las actividades de Ed Gein.
El tercer caso y más reciente es el de Buffalo Bill, personaje de la cinta “The Silence Of The Lambs”, interpretado por Ted Levine. Al igual que con Leatherface, Bill utiliza la piel de sus víctimas para confeccionar prendas, aunque en este caso en particular, se utilizó a varios asesinos más como inspiración para crear el personaje.
Obviamente hay más películas y personajes basados en las actividades enfermizas de Ed Gain, algunas un tanto ridículas como “Ed and His Dead Mother” de 1993, y otras más series como “Child of God” de 2014, dirigida por James Franco, lo que sencillamente deja constancia del impacto que tuvo sobre el cine este criminal que murió en el verano de 1984, a la edad de 77 años, por insuficiencia respiratoria en la institución psiquiátrica donde se encontraba.
