Mar 12, 2020

El precio de la verdad

La típica película de David contra Goliat donde el gigante es ni más ni menos que la industria química norteamericana multinacional Dupont, creadora del nylon, el neopreno y el teflón, con los cuales se fabrican un sinnúmero de productos que van desde armas hasta sartenes. El héroe de la historia es un abogado que denuncia la contaminación de un río en el estado de Virginia Occidental, lo que origina muerte, enfermedades y miseria a los habitantes del lugar, por lo cual dedicó más de 20 años de su vida a defender a las víctimas.

El filme está dirigido por Todd Haynes, de vasta trayectoria cinematográfica incluida la premiada “Carol”, con Cate Blanchet y “Lejos del Paraíso”. Con esta nueva entrega se le critica alejarse de sus temas habituales para adentrarse en una temática más impersonal, como es el género del thriller sobre las corporaciones y el clásico «basado en hechos reales» cercano a la denuncia. En este caso, la cinta se fundamenta en el libro “Exposure”, publicado el año pasado. Su autor es el abogado Robert Bilott, interpretado por Mark Ruffalo, quien además es el productor.

La historia comienza una noche de 1975 cuando un grupo de jóvenes llega a bañarse en el río que recorre el pueblo rural de Parkersburg y una amenaza latente los acecha, aunque ninguno de ellos lo sepa. En un pequeño bote, dos hombres están a punto de descargar en las aguas cierta sustancia química. Lo hacen de noche y no desean ser descubiertos, lo que es indicio de algo turbio y oscuro. Luego, en 1998 ya vemos al abogado Robert Bilott convirtiéndose en el nuevo socio de un prestigioso bufete de Cincinnati donde sus principales clientes son algunas de las compañías bioquímicas más importantes del mercado. Un día, recibe la visita inesperada de un conocido de su abuela (interpretado por ese gran actor secundario, Bill Camp), con marcado acento y costumbres campechanas, quien lo alerta sobre lo que ocurre en el pueblo donde el protagonista pasó momentos de su infancia: docenas de vacas muertas, dientes negros, tumores gigantescos, comportamientos extraños en las mascotas.

Al principio no quiere involucrarse, pero poco a poco va descubriendo la magnitud del hecho, cayendo, incluso, en la paranoia. En la película no vemos explícitamente las maniobras que realiza Dupont para evitar que las denuncias salgan a la luz, pero nos imaginamos ese poderío.

Si bien la película no es estridente, tiene el mérito de que nos queda súper claro el vínculo que existe entre la justicia, las corporaciones y la política. Finalmente, la verdad se supo, me quedé con la sensación de que no sirvió de nada. Por ejemplo, un producto que se comprobó era contaminante y nocivo para la salud son los sartenes de teflón y resulta que se siguen vendiendo. Yo, por lo menos los boté, pero ¿Cúantos años los usé?

Dupont no puede reconocer la verdad, porque hay demasiados intereses en juego, solo debe tratar que la gente se calle la boca y firme acuerdos de confidencialidad. Como dicen los protagonistas varias veces, el dinero lo compra todo y pese a la honorable lucha de este abogado por llegar a la verdad, me queda la percepción de que solo es una solución cosmética.

Una película interesante, que lleva a la reflexión, pero que en mi caso me deprimió. Véala para que opine.

Título original: Dark Waters 
Director: Todd Haynes 
País: Estados Unidos 
Género: Historia, Biografía, Drama 
Año: 2020 
Duración: 126 minutos 
Guión: Mario Correa, Matthew Michael Carnahan, basado en el artículo de la revista «The Lawyer Who Became DuPont’s Worst Nightmare» de Nathaniel Rich 
Actores: Mark Ruffalo, Anne Hathaway, Tim Robbins, Bill Pullman, Bill Camp 
Música: Marcelo Zarvos 
Producción: Pamela Koffler, Mark Ruffalo, Christine Vachon 
Fecha de estreno: 12 de marzo de 2020 
Distribuidora: BF Distribution 

Maria Loreto Gonzalez

Fanática del cine y la televisión. Pero lo más importante es mi contribución a la formación de nuevas generaciones. Periodo 2020 - 2023.

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