En “Los Domingos Mueren Más Personas”, la actriz chilena Antonia Zegers se adentra en una comedia que equilibra el humor y el drama para abordar temas profundos como la eutanasia, la soledad y las complejidades familiares.
Bajo la dirección de Iair Said, la película explora cómo los momentos más trágicos también pueden revelar los matices absurdos y cómicos de la vida. En esta entrevista, Antonia Zegers nos comparte su experiencia en esta producción argentina, reflexionando sobre el desafío de conectar con un personaje en un contexto tan emotivo y a la vez hilarante.
¿CÓMO LLEGASTE AL PROYECTO? Y ¿QUÉ FUE LO QUE MÁS TE ATRAJO DE ÉL?
Llegué al proyecto porque Iair (el director) me llamó. Él me había visto en otros trabajos, en películas y en La Jauría y le dio ganas de trabajar conmigo y me llamó. Me mandó un mail primero con el documental que él hizo antes, que se llama “Flora no es un canto a la vida” y también el guión de esta película, en ese orden. Entré en el mundo de Yahir, primero vi “Flora no es un canto a la vida” y aluciné porque es un corto sobre una tía abuela de él y uno llega a conocer bastante de lo que es su mundo y de hecho tiene una textura muy parecida a la película, que es esta cosa familiar, de la minucia, de lo pequeño, de los grandes temas puesto en lo cotidiano, en lo insignificante. Luego leí el guión y me pasó que hace mucho tiempo que no leía un guión tan redondo, tan perfecto, lo encontré magnífico y se me activó la máquina del deseo inmediatamente y quise ser parte de ese mundo. En la película tiene un enfoque único sobre temas complejos como la familia y la muerte.
¿CÓMO DESCRIBIRÍAS EL TONO DE LA CINTA Y LA FORMA EN QUE ABORDARON ESTOS TEMAS?
Te voy a seguir contando mi historia, porque así también describo la película. Empezamos a conocernos por Zoom y a trabajar el guión por esa vía y yo a entender el tono de la película porque si bien es una película que habla de la eutanasia, su manera de hablar un tema tan controversial y potente como la muerte, la eutanasia, como uno enfrenta la muerte familiarmente. Lo hace a través de la chaucha, como del vuelto, de las pequeñas monedas, como de cuánto vale, la de ese trámite engorroso y absurdo. Lo hace a través de eso, abre los grandes temas. Creo que ese es como el gran valor de la película. Lo que la hace también como una comedia con un tremendo contenido humano. El personaje protagónico que es Iair Said, que es el guionista, que es el director, que es el que propone un mundo muy propio, muy auténtico y muy verdadero. También desde como el patetismo y la miseria humana uno conecta con la belleza humana.
¿EL DIRECTOR TE DIO ALGUNAS RECOMENDACIONES ESPECIALES PARA TU PAPEL?
Uno de mis grandes desafíos era sacar el acento porteña en una familia así de porteña. Con Rita Cortese que ya no puede ser más porteña y tremenda actriz. Sin dejar de mencionar a Juliana (Gattas) y Iair, o sea puras personas que yo admiro mucho. Hice un muy largo trabajo con Mariana García, una coach de acentos y lenguaje. Muy buena, fue una tremenda ayuda y creo que se logró el objetivo. La película equilibra superbién el humor y el drama.
¿TE RESULTÓ UN RETO MANTENER ESTE BALANCE EN LA ESCENA?
No, porque entra ahí un código, que es el código de la familia. Nosotros éramos una familia, lo que Iair se dedicó muchofue a armar un vínculo entre todos nosotrosy cuando nos conocimos fue bastante inmediatala sinergia con Juliana,con Rita, con Iair. Con los cuatro se armó algo que era solo ser fiel a eso, estar en ese tono, no salirse nunca de ese tono, que era lo que más pedía esta familia. Esta película con ese tono de las familias pequeñas, insignificante, de puras cosas que aparentemente no importan nada y que están diciendo todo sobre la naturaleza humana
¿NOS PUEDES CONTAR ALGUNA ANÉCDOTA O UN MOMENTO MEMORABLE DEL RODAJE, ESPECIALMENTE AL TRABAJAR JUNTO A JULIANA Y RITA?
Hay un video con algunos chascarros, que fue muy divertido. Iair es muy divertido y él tenía una tremenda responsabilidad porque era el director de esta película y el protagonista pero nunca perdió el buen humor. Nunca dejamos de estar al borde de matarnos de la risa.
¿DE QUÉ MANERA SIENTES QUE TU PERSONAJE CONSTRUYE LA EVOLUCIÓN DE LA HISTORIA?
Nunca les pongo esos pesos a los personajes. Ni siquiera cuando es la protagonista absoluta de una película, que me ha pasado y nunca quiero ponerme ni un peso en la espalda, porque yo creo que la responsabilidad del personaje es vivir en la dimensión que le toca y encontrar un punto de verdad y estar siempre buscando eso. Como el tono de la película y ser fiel a eso sin tener en la espalda misiones que después, al final son misiones que tiene más que nada el montaje que es qué dice la película, qué se levanta, por eso yo no me pongo esa responsabilidad encima. Trato de habitar la escena con presente, con verdad, y ser fiel al trabajo que cada director o directora me propone.
¿QUÉ TAN DIFERENTE ENCONTRASTE ESTA EXPERIENCIA EN COMPASIÓN A OTROS PROYECTOS?
Era un equipo pequeño el que estaba haciendo esta película, con mucha garra, y con mucho amor. No había como plata para firmar mucho tiempo, ni para equivocarse mucho, así que necesitaba de todas las personas con mucha dedicación y compromiso puestos adentro. Eso me ha pasado, muchos equipos así. Yo nunca había trabajado en Argentina, eso fue fue superlindo. También que nunca había trabajado teniendo que hacer acento, yo había trabajado fuera de Chile, pero siempre haciendo de chilena. En otro proyecto me tocó trabajar en inglés, de mexicana, entonces nunca tuve que trabajar un acento y eso fue también mucha generosidad de mis colegas para que su funcionaria. Fue una muy linda experiencia, muy bonita y además me gané un amigo y una familia que nos queremos mucho
¿TE COSTÓ ESA ESCENA DEL DIÁLOGO EN HEBREO (YIDIS) O TÚ YA SABÍAS?
No, no tenía idea. De hecho me metí mucho a ver esos ritos y entender de qué van. Era mucho más larga por supuesto, en edición acortaron. Tuve que meterme mucho en el canto y en los rezos. Entender de qué va y qué significa cada parte, fue muy entretenido y bonito también eso.
¿QUÉ ESPERAS QUE EL PÚBLICO CHILENO SE LLEVE DE “LOS DOMINGOS MUEREN MÁS PERSONAS?
Lo que uno espera es que la gente vaya, que se sienta invitada, invitado, convocados a ir al cine a verla, porque creo que esta es una película super luminosa, divertida, bonita y muy profunda, que tiene como todas esas dimensiones al mismo tiempo. No es que parta liviana y después se ponga pesa, sino que está coexistiendo en esos tonos todo el tiempo y eso es muy bonito. Es un género que se ve poco, como medio Nanni Moretti también, no como una comedia existencial y yo creo que la gente se va a emocionar y divertir mucho viéndola.
FINALMENTE, ¿QUÉ TIPO DE ROLES Y PROYECTOS TE ATRAEN MÁS AHORA?
No me cierro a nada. Creo que también esa ha sido la gracia del camino que he hecho, porque tampoco lo he diseñado. Nunca he dicho yo quiero esto, sino que siempre he estado como con las antenas muy abiertas. Yo amo actuar, es algo que todavía me apasiona, me mueve, me excita, como al principio. Y eso también tiene que ver con que en cada proyecto me entrego al vértigo, como de no saber hacerlo, de que tengo que descubrir cómo resolver ese nuevo personaje, cómo entrar en la lógica de esa nueva directora o director y siempre con el terror de no saber hacerlo. Entonces solo quiero seguir pudiendo explorar y sintiendo ese amor por mi trabajo, porque siento que eso es un gran privilegio, o sea esto para mí es mi trabajo, no es ni más ni menos que eso, pero sentir esta cantidad de amor y pasión por lo que hago es lo que más agradezco.
PERO ALGÚN GÉNERO QUE NO HAYAS HECHO Y DICE A LO MEJOR ME ENCANTARÍA EXPLORAR?
Ciencia Ficción, bueno quiero decir que lo hice en “Caso 63” que lo hice con mi voz, iba a decir “solo” con mi voz, pero en realidad no es solo la voz, la voz es un mundo demasiado grande como para meterle un solo antes. Pero claro, ese es un género super apasionante que me imagino que filmarlo también puede ser muy excitante.