Cuando me senté a conversar con Gonzalo Valenzuela y Yamila Reyna sobre El Pádel es Nuestro, la nueva comedia chilena de Prime Video, lo que más me llamó la atención fue la complicidad con la que hablaban de sus personajes. No tardaron en dejar claro que esta no es solo una película sobre un deporte que se ha tomado las canchas de Chile, sino una historia que habla de amistades, matrimonios y esas pequeñas tensiones cotidianas con las que todos podemos sentirnos identificados.
Desde el inicio de la entrevista, Yamila fue muy clara: lo que la atrajo del proyecto no fue solamente la moda del pádel, sino la oportunidad de interpretar un papel distinto. Me confesó que, siendo comediante, suele moverse en registros más cómicos, pero que en esta película aceptó el reto de dar vida a Helena, un personaje que se mueve desde la seriedad, con matices más profundos. “Lo lindo del guión”, me decía, “es que no se trata de personajes maqueteados, sino de personas reales. Aunque no juegues pádel, te vas a reconocer en ellos”.
Gonzalo, por su parte, habló con cariño de Pablito, su personaje
Me explicó que no lo trabajó desde la exageración, sino desde la verdad: un hombre que parece no tener voz ni en su casa ni en la cancha. Me contó que más allá de los chistes, lo importante era mostrar su soledad y su necesidad de ser visto. En sus palabras:
“Es un personaje que no lo respetan ni la mujer, ni el hijo, ni el padre. Pero tiene un momento donde el espectador logra entenderlo, y ahí cobra sentido todo lo que le pasa”.
Esa mezcla de humor y ternura fue un tema recurrente en nuestra conversación. Gonzalo bromeó con que le habría gustado exagerar todavía más a Pablito, pero reconoció que encontrar el balance fue clave para que el personaje no se volviera falso. Yamila lo interrumpió con una sonrisa para defenderlo: “Está muy bien como quedó, porque si lo hubieras exagerado, no habría funcionado”. Ese ida y vuelta, lleno de complicidad, es un reflejo del espíritu de la película: ligera y divertida, pero también sincera en lo que quiere mostrar.
Uno de los momentos más entretenidos de la entrevista fue cuando hablamos del alcance internacional que tendrá El Pádel es Nuestro. La película estará disponible en Prime Video en toda América Latina y luego llegará a distintos países con subtítulos. Cuando les pregunté qué pensaban de verse en chino, ruso o coreano, la risa fue inmediata. Yamila bromeó con que ya dominaba el chino gracias a las críticas de su padre, mientras Gonzalo aseguraba que en ruso actúa mejor que en español. Fue imposible no reírme con ellos, sobre todo cuando imaginaron lo que sería verse doblados en otros idiomas.
Pero entre las bromas también surgieron reflexiones más profundas
Yamila destacó que la película aborda realidades actuales que trascienden fronteras: matrimonios tradicionales que conviven con dinámicas más modernas, mujeres que asumen nuevos roles, y cómo esos cambios generan tensiones dentro de la vida familiar. “Eso”, me decía, “es lo que hará que esta comedia funcione en cualquier parte del mundo”.
Por supuesto, no podía faltar la pregunta obligada: ¿qué relación tenían con el pádel antes de la película? Ambos confesaron que ya lo jugaban, aunque con diferentes intensidades. Gonzalo, con ese aire relajado que lo caracteriza, me dijo que cualquier pelota lo inspira a armar un deporte. Yamila, entre risas, admitió que le costó más: tomó clases, entrenó, pero reconoce que no nació para el deporte. “Juego porque es saludable, no porque sea buena”, me decía entre carcajadas. Esa honestidad hizo que la conversación se sintiera tan cercana como si estuviéramos entre amigos después de un partido.
También hablamos del equipo detrás de cámaras
Ambos coincidieron en que la dirección de Gabriela Sobarzo y la producción de Miguel Asensio fueron claves para darle ritmo a la historia y mantener el tono justo entre comedia y realismo. Valoraron especialmente que el guión estuviera tan bien escrito: “No se queda en la broma fácil”, me dijeron, “sino que busca generar identificación”.
Hacia el final de la charla, no pude evitar preguntarles por qué creen que el pádel se convirtió en un fenómeno tan transversal. Para ellos, más allá de la moda, el pádel es un lenguaje universal que permite conectar. Y eso mismo es lo que la película busca: usar el deporte como excusa para hablar de lo que de verdad importa: el amor, la amistad, los vínculos y, por qué no, los celos.
Cerramos la entrevista con una invitación especial de ambos a ver la película en Prime Video desde el 19 de septiembre. Entre risas, Yamila aseguró que “está buenísima, bien escrita, bien dirigida y bien actuada”, mientras Gonzalo, fiel a su estilo, remató con ironía: “Y sobre todo, me van a ver jugando pádel como nunca”.
Salí de la conversación con la sensación de que El Pádel es Nuestro es más que una comedia sobre un deporte de moda. Es una película que se ríe de nuestras obsesiones, de nuestras pequeñas contradicciones, pero que también deja espacio para la ternura. Gonzalo y Yamila transmitieron esa mezcla de humor y emoción que hace tan atractiva esta propuesta: una comedia chilena con identidad propia, pero con el corazón puesto en llegar a todo el mundo.
Así que ya lo saben: si quieren reírse, y, de paso, reconocerse en esos enredos familiares que todos vivimos alguna vez, no se pierdan El Pádel es Nuestro. Desde el 19 de septiembre, en Prime Video, la comedia chilena que promete conquistar tanto dentro como fuera de la cancha.
