Aunque sus incursiones en la pantalla grande incluyen el espanto de “Terror en Amityville” (2005), el asfixiante suspenso de “Sepultado” (2010), la fallida fantasía de “Linterna Verde” (2011) y el drama de “La Dama de Oro” (2015), es el género de la comedia el que se ha convertido en la espina dorsal de la carrera del canadiense Ryan Reynolds. Desde títulos como “Van Wilder: Animal Party” (2002), pasando por “La Proposición” (2009) y “Las Voces” (2014), hasta la cinta que marcó un antes y un después en su historia actoral: “Deadpool».
La famosa y exitosa cinta en que interpreta el deslenguado antihéroe Wade Wilson y gracias a la que finalmente Reynolds se convirtió en una figura coleccionable Funko Pop y debutó como productor, junto a su compañía Maximum Effort. Una labor tras las cámaras que vuelve a repetir en “Free Guy: Tomando el Control», su nueva incursión en el humor mezclado con la acción -bastante menos violenta que la de “Deadpool”-, donde además de producir el artista encarna el rol principal.
Este es el de un común cajero de banco llamado Guy -que en inglés es “tipo” o “individuo”-, quien vive en la ciudad de Free City y cada mañana se despierta alegremente, saluda a su pez dorado Goldie y toma desayuno mientras ve las noticias en que se pronostican bastantes hechos violentos durante la jornada. Y es camino a su trabajo que a diario cumple con la rutina de comprar el el mismo café y saludar a las mismas personas para luego encontrarse con su mejor amigo, el guardia Buddy (Lil Rel Howery); en una escena que no puede obviar su parecido con el inicio de “La Gran Aventura Lego” (2014).
El gran cambio de Guy luego de que conoce a la chica de sus sueños
Y lo rutinario también se hace presente en su labor en el banco, el cual siempre es asaltado por diferentes personajes, ya que realmente Free City es el nombre del videojuego más popular y Guy y sus amigos son lo que se denomina un “personaje no jugador” o PNJ (NPC por su sigla en inglés), el cual sirve de complemento a la historia principal y es víctima de los jugadores. Un hecho que el cajero y sus compañeros desconocen, aceptando su violenta realidad donde los “héroes” son aquellos que usan lentes y poseen súper habilidades.
Pero la realidad de Guy se trastorna por completo cuando se cruza en la calle con una joven de gafas que tararea una canción de Mariah Carey y él reconoce como la “chica de sus sueños”. A la que decide seguir, siendo atropellado por un tren para luego despertar en un nuevo y rutinario día, donde extrañamente todavía la recuerda. Mientras en el mundo real se sabe que esa jugadora, conocida como Molotov Girl (Jodie Comer), se llama Millie e ingresa a Free City para encontrar la prueba de que un juego virtual que inventó hace un tiempo con su antiguo socio Keys (Joe Keery) es la base de la exitosa creación de Soonami.
Esta última es la empresa desarrolladora de videojuegos liderada por Antwan/Antoine (Taika Waititi) y donde trabaja actualmente Keys en compañía de su mejor amigo Mouser (Utkarsh Ambudkar), dejando muy atrás su asociación con Millie. Al mismo tiempo que en el juego, Guy ha logrado hablar con la chica luego de apoderarse de unos lentes y dejar su rutina como PNJ. Conversación en la que lo ha instado, suponiendo que es otro jugador, a subir niveles para estar cerca de ella, haciendo que Guy se transforme en la sensación de Free City, sorprendiendo a los gamers con su valiente y correcto accionar para ganar puntos.
Una entretenida cinta que une los efectos especiales con un mensaje más profundo
Así, el largometraje va mezclando las vivencias de Guy y su desarrollo desde un simple “personaje no jugador” a un personaje virtual más complejo, que razona y elige lo que quiere hacer; mientras Millie lucha tanto dentro como fuera del juego para demostrar que el excéntrico Antwan les robó literalmente la idea a ella y Keys. El cual poco a poco vuelve a acercarse a su antigua compañera de trabajo, por la que claramente siente algo más que simple camaradería.
Lo que se combina con efectos especiales que replican en la pantalla de cine las imágenes de un videojuego -con sus puntos, vidas, armas, etc.-, y la aparición de verdaderos gamers y streamers -quienes retransmiten un juego por internet-, como Ninja, Pokimane y DanTDM.. Sin embargo, el verdadero corazón de la cinta va más allá de los enfrentamientos virtuales o personalidades: está en el mensaje sobre el verdadero amor y el crecimiento personal que subyace en su trama.
Además del buen desempeño de su elenco. Donde se destaca Jodie Comer (“Killing Eve”) como la cálida y decidida Millie/Molotov Girl, y también Ryan Reynolds como el “tipo bueno” de la película; donde nuevamente expone su carisma y su capacidad para combinar de la mejor manera sus habilidades como comediante y héroe de acción, aunque en una versión menos parlanchina y violenta que la de “Deadpool”. Todo lo que convierte a “Free Guy: Tomando el Control” en una cinta que solo busca divertir teniendo como escenario un videojuego, aunque no es necesario saber de consolas, avatares, misiones y plataformas para pasar un buen rato.
Título Original: Free Guy
Director: Shawn Levy
País: Estados Unidos
Año: 2021
Género: Acción, Comedia, Ciencia Ficción
Duración: 115 minutos
Con: Ryan Reynolds, Jodie Comer, Lil Rel Howery, Utkarsh Ambudkar, Joe Keery, Taika Waititi
Guión: Matt Lieberman, Zak Penn
Música: Christophe Beck
Producción: Ryan Reynolds, Shawn Levy, Sarah Schechter, Greg Berlanti, Adam Kolbrenner
Web: Web Oficial
Fecha de estreno: 12 de agosto de 2021
Distribuidora: Cinecolor Films Chile