Por esas cosas de la distribución de cine -más aún en tiempos pandémicos-, aunque fue uno de los títulos más elogiados del 2020 entre los críticos y cinéfilos y tuvo una exitosa trayectoria de premios que culminó hace un año con el Oscar a la Mejor Película Internacional, el largometraje danés Druk -más conocido por su título en inglés: “Another Round” o en español como “Otra ronda”- nunca llegó a tener estreno comercial por estos lados y pasó directamente a Netflix. Pero en estos días otro filme danés del mismo año y con el mismo protagonista, el siempre excelente Mads Mikkelsen, acaba de llegar a la cartelera presencial: “Justicieros”.
A primera vista, esta producción podría ser sólo otra más de ese verdadero subgénero en el que se han convertido las películas de revancha personal, en las que los protagonistas deciden tomar la venganza en sus manos cuando la policía o las autoridades no ayudan a hacer justicia ante tragedias o situaciones traumáticas que han afectado a sus familias o seres queridos. Ejemplos así abundan a lo largo de las últimas décadas y se han convertido en una especialidad para actores como Bruce Willis o Liam Neeson. Pero “Justicieros” ofrece algo distinto y más particular, y el resultado está por sobre el promedio de lo que vemos habitualmente en este ámbito.
En este caso la trama se centra en Markus, un taciturno y severo militar, quien al tiempo que intenta mejorar la relación distante que tiene con su hija adolescente y sobrellevar el dolor que les ha afectado recientemente, se unirá a un muy especial experto en estadísticas, Otto, quien junto a sus amigos Lennart y Emmenthaler están convencidos de que el accidente que provocó el duelo del protagonista y su hija no fue simplemente producto de la casualidad.
La atractiva trayectoria de Jensen
Si “Justicieros” va más allá de los clichés de este tipo de cine, para ofrecer algo diferente, en buena medida es por quién la escribió y dirigió: durante un cuarto de siglo, Anders Thomas Jensen ha estado desarrollando una carrera atractiva y cotizada, que ha destacado en el contexto de la interesante evolución que el cine danés ha tenido a lo largo de las últimas décadas. Como guionista, a fines de los años ’90 escribió la tercera y cuarta película del comentado movimiento Dogma que surgió a mediados de esa década -Mifune, de Søren Kragh-Jacobsen, estrenada acá como “Secretos en familia” y “El rey está vivo”, de Kristian Levring, respectivamente-, pero además posteriormente figuró como autor de guiones para películas de algunos de los realizadores daneses más reconocidos, como Lone Scherfig y especialmente Susanne Bier, incluyendo la ganadora del Oscar: “En un mundo mejor” y dos títulos que después fueron adaptados en remakes para Hollywood: “Hermanos” y “Después de la boda”, también nominada al Oscar.
Varios de esos trabajos contaban en sus elencos con el actor más afamado de Dinamarca a nivel internacional, el ya mencionado Mikkelsen, quien también ha protagonizado los cinco largometrajes que Jensen ha dirigido además de escribir, desde su ópera prima hace dos décadas, hasta este reciente “Justicieros”. Y la relación de Jensen con el Oscar no sólo se reduce a “En un mundo mejor” y “Después de la boda”, porque los tres cortometrajes que realizó antes de debutar en el largometraje fueron nominados a los premios de la Academia hollywoodense en años consecutivos, ganando la estatuilla en 1999 con su tercera nominación, por el corto “Noche de elecciones”.
No es otra película de venganza
En buena parte de sus guiones y las películas que ha dirigido, Anders Thomas Jensen ha tenido como motivo recurrente la mezcla entre el drama, la comedia y también las circunstancias que se van entrelazando para conformar los destinos de sus personajes. Ambos elementos se vuelven a hacer presentes en “Justicieros” y por eso definitivamente no es una película de venganza más. Aunque el punto de partida incluye un hecho trágico y, la violencia aparece de manera áspera y abrupta en diversos momentos, son los constantes toques de humor negro o algunas situaciones absurdas las que le dan un sello distinto al filme; el contraste entre el caracter frío e implacable de Markus y la excéntrica y a ratos disparatada forma de ser de sus nuevos aliados, o entre la fuerza física y lo matemático, desemboca en diálogos inesperados y acontecimientos que no son precisamente convencionales.
Hay que reconocer de todos modos que hay instantes en los que más de un espectador encontrará que los elementos cómicos de algunos personajes están a punto de volverse insoportables o en riesgo de hacerse reiterativos. Pero justo ahí surge alguna nueva sorpresa o giro argumental que revitaliza el relato, y Jensen sabe mantener el ritmo fluido y dinámico, resuelve bien las escenas de acción y maneja los recursos narrativos en los que desde el inicio las coincidencias son parte de la odisea de sus personajes, atrapados en un espiral del que en apariencia cada vez será más difícil salir. Todo lo que les pasa y la relación casi familiar que se va desarrollando entre ellos, funciona no sólo por la habilidad del director y guionista para mover los hilos de su historia, sino además por las buenas interpretaciones de sus actores, encabezados por un sobrio, violento y riguroso Mikkelsen. Un nuevo aporte cinematográfico danés a la cartelera, y otra prueba de que la industria audiovisual nórdica goza de muy buena salud, como han demostrado en los últimos años distintas películas y series surgidas de esas latitudes.
Título Original: Rettfærdighedens ryttere
Director: Anders Thomas Jensen
País: Dinamarca, Suecia, Finlandia
Año: 2020
Género: Acción, Drama, Comedia
Duración: 116 minutos
Guión: Anders Thomas Jensen
Con: Mads Mikkelsen, Nikolaj Lie Kaas, Andrea Heick Gadeberg, Lars Brygmann, Nicolas Bro, Gustav Lindh, Roland Møller, Albert Rudbeck Lindhardt
Música: Jeppe Kaas
Producción: Sidsel Hybschmann, Sisse Graum Jørgensen
Fecha De Estreno: 24 de febrero, 2022
Distribuidora: CDI Films
