El paseo de la fama, el Teatro Chino Grauman o los estudios Universal, son algunas de las muchas ubicaciones y monumentos icónicos que adornan las calles de Los Ángeles, California. Pero de todos estos, seguramente ninguno tiene la fama mundial que tiene el cartel de Hollywood, que se posa sobre los cerros y observa desde lo alto a la ciudad eje de la industria del cine.
Pero por mucho que en la actualidad sea una de las escenografías urbanas más reconocidas y adoradas en todo el mundo, al igual que la Torre Eiffel, que en su época fue considerada como una cicatriz sobre el hermoso rostro de Paris, el letrero de Hollywood no siempre tuvo el aprecio de los habitantes de su ciudad.
COMIENZOS ALEJADOS DEL CINE
En 1923, en un momento en que Los Ángeles estaba comenzando a crecer de manera desproporcionada, prácticamente duplicando su población durante la década de los veinte, apareció en los cerros de la ciudad un cartel que promocionaba el desarrollo de un nuevo proyecto de bienes raíces: ‘Hollywwoodland’.
A esas alturas la ciudad de Hollywood ya había sido absorbida por Los ángeles, pero seguía siendo un barrio muy acomodado que a duras penas había aceptado la llegada de la industria del cine, por lo que este nuevo proyecto inmobiliario prometía una exclusividad que no se podía conseguir en la localidad vecina.
Al tratarse de un cartel publicitario nunca se contempló su manutención a perpetuidad, o a lo menos no durante décadas, sumado al peligro que representaban por posibles colapsos, la ciudad termino por solicitar que se retirara el letrero a mediados de la década de los cuarenta.
Pero, esta visión adversa al icónico letrero no era algo generalizado, por lo que en 1949 la Cámara de Comercio de Los Ángeles asumió los gastos de mantención, pero con una pequeña variación, el cartel de ‘Hollywoodland’ pasaría a convertirse sencillamente en ‘Hollywood’.
HUGH HEFNER AL RESCATE
Si bien al final de la década de los cuarenta la ciudad oficialmente tomó las riendas del destino de este icónico letrero, su manutención fue un proceso intermitente, por lo que no fue hasta treinta años más tarde que obtuvo el cuidado y esplendor que actualmente ostenta.
Esto porque en 1978 un comité liderado por el creador de la revista Playboy, Hugh Hefner, y del cual también era miembro el roquero Alice Cooper, comenzó a juntar fondos no solamente para arreglar el cartel, sino que cambiarlo por uno nuevo. Es de esta manera que se logró reunir más de 25 ml dólares por cada letra, entregándole una nueva vida y su forma final de icónica palabra que mira sobre la ciudad del cine.
Esto no quiere decir que no hubo intentos por modificar este letrero, ya que, en 1976, dos años previos a la intervención del comité de Hefner, un vándalo desconocido cambio las letras ‘O’ por ‘E’ dejando el cartel de ‘Hollyweed’ en alusión a lo que todos sabemos. Este hecho fue emulado en la madrugada del año nuevo de 2017, aunque en aquella ocasión, el culpable se entregó a la policía. El último intento por cambiar el letrero ocurrió este 2021, cuando seis personas quisieron transformar Hollywood en Hollyboob, aunque en esta última ocasión sencillamente usaron un gran lienzo para para disfrazar las letras que querían cambiar.
A pesar de que este letrero quizás no esté a la altura de las maravillas modernas, entre las que destacan los moáis o la gran muralla china, para todos los amantes del cine es una postal sin la cual el mundo sencillamente no sería igual. Y para aquellos que no tienen una gran afición por el séptimo arte, sigue siendo una de las imágenes más reconocibles de todo el mundo.