Por: Flávia Freitas, Directora de Responsabilidad Social Corporativa para IBM Latinoamérica.
Uno de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas es crear un mundo libre de hambre para 2030. Con hasta 828 millones de personas afectadas por el hambre en 2021, 46 millones de personas más que en 2020 según la Organización Mundial de la Salud, la evidencia sugiere que nos estamos alejando cada vez más del cumplimiento del ODS 2 de lograr erradicar el hambre.
Un componente importante, que generalmente se pasa por alto, es que para ayudar a aumentar la seguridad alimentaria en todo el mundo, de manera sostenible, se debe brindar apoyo a los pequeños agricultores, quienes producen alrededor de un tercio del suministro mundial de alimentos.
Los pequeños agricultores necesitan apoyo técnico
La responsabilidad de alimentar a la gente del mundo no es fácil. Los pequeños agricultores en América Latina enfrentan muchos desafíos, incluyendo el cambio climático, el aumento de los costos de producción y la falta de visibilidad de sus cadenas de suministro. Sin las herramientas y tecnologías con las que cuentan los grandes productores, luchan por seguir siendo competitivos y mantener sus medios de subsistencia.
William Balverde es un pequeño agricultor en Costa Rica y parte del consejo de administración de una pequeña cooperativa agrícola.
«El cambio climático nos está afectando porque aquí tenemos un montón de problemas con la lluvia y hemos sido afectados por plagas y enfermedades que desconocíamos«, señaló Balverde. «Esto nos ha perjudicado grandemente y en algunos momentos la producción se ha desmoronado por completo«.
Fabián Román, Presidente de la Fundación Plan21, organización sin fines de lucro ubicada en América Latina, dice que muchos productores agrícolas enfrentan a los mismos problemas en todo el mundo. “También tenemos otros problemas, como la contaminación, el acceso al agua y la biodiversidad”, dijo Román. Estos factores interrumpen la producción de cultivos y, a su vez, la capacidad de los pequeños agricultores de ganarse la vida de manera suficiente.
Co-creando una solución con tecnología
La clave para permitir una transformación agrícola sostenible reside en la capacidad de los pequeños agricultores de aprovechar el poder de los datos.
En un mundo perfecto, los miembros de la cooperativa podrán tomar decisiones con datos y herramientas más precisas para gestionar sus cultivos de forma más sostenible y productiva. Esto significa que para ayudar a los pequeños agricultores, debemos eliminar las barreras que les impiden acceder a esta información crítica. A través de IBM Sustainability Accelerator, un programa de impacto social pro bono que trabaja para ayudar a las poblaciones más vulnerables a las amenazas ambientales, IBM y Plan21 han unido fuerzas para co-crear una solución.
Junto con desarrolladores del Instituto de Tecnología de Costa Rica, Plan21 e IBM tienen como meta ayudar a los pequeños agricultores de América Latina, empezando por Costa Rica, a gestionar sus cultivos de forma más sostenible con el objetivo de aumentar su productividad e ingresos. IBM ahora apoya el desarrollo de una aplicación móvil personalizada, YvY, que brinda a los agricultores capacitación técnica para utilizar la información de los datos meteorológicos, los datos agronómicos y los cálculos de la huella de carbono que facilitan la gestión de la producción y permiten una mejor adaptación al cambio climático.
Un componente importante de IBM Sustainability Accelerator es la configuración de los recursos y tecnología de IBM para ayudar a los participantes a alcanzar sus objetivos de impacto comunitario y medioambiental. El proyecto de Plan21 utiliza la nube y los datos climáticos de IBM procedentes de IBM Environmental Intelligence Suite, que, según Román, tiene un gran impacto.
«IBM Environmental Intelligence Suite nos permite proporcionar predicciones climáticas a corto plazo y predicciones extendidas relacionadas con la producción de los cultivos, datos agronómicos y datos valiosos para tomar decisiones informadas que les permiten a los pequeños agricultores tomar mejores decisiones en el día a día en Latinoamérica«, añadió Román.
Mirando hacia el futuro
La colaboración ya ha comenzado a mostrar resultados prometedores. Ciento noventa agricultores participan en pruebas iniciales en Costa Rica y más de 1300 agricultores en Ecuador, Colombia, Chile y Argentina pondrán a prueba la solución en 2023. Siete cooperativas de agricultores han puesto a prueba la solución, aumentando los rendimientos de cultivos como café, yuca, plátanos y cacao. Sin embargo, aún queda mucho por hacer.
Natalia Viquez es una IBMer que trabaja con Plan21 como Gerente de Proyecto para la aplicación YvY. «El plan del proyecto YvY para el próximo año será desarrollar nuevos módulos que ayudarán a los pequeños agricultores de Latinoamérica y darles accesibilidad, ya sea mediante cooperativas o productores independientes en diferentes países de América Latina«, dijo Viquez. «Esperamos un estimado de 1600 productores, pero esperamos poder incluir a muchos más productores».
Según Román, la colaboración entre IBM y Plan21 es clave para lo que significa YvY en la actualidad y lo que será en el futuro. «Somos una organización que funciona con un equipo de voluntarios. No somos una empresa u organización de tecnología«, señaló Román. «Sin embargo, entendemos de que la tecnología es esencial para contribuir y crear procesos sostenibles, y por eso el apoyo de IBM es esencial«.
Avances en la lucha contra la inseguridad alimentaria
YvY ha demostrado a los pequeños agricultores que la tecnología que pensaban que era imposible de obtener, ahora puede convertirse en una realidad. Pero para ayudar a aumentar la seguridad alimentaria en todo el mundo, nuestro trabajo para apoyar a los pequeños agricultores no puede detenerse aquí. Y con el poder de la ciencia, la tecnología y las alianzas, el potencial para marcar una verdadera diferencia para las comunidades de todo el mundo es brillante.