Se semana se estrena una nueva entrega de la franquicia de “The Grudge” que esta vez viene de la mano del director Sam Raimi, quien produce la cinta y deja en manos de Nicolas Pesce la dirección de la película.
En este reinicio de la saga, que tiene lugar al mismo tiempo que los acontecimientos de “The Grudge” (El Grito- 2004), conoceremos a Fiona Landers (Tara Westwood), quien se encuentra en Japón y se trae a Estados Unidos una maldición sin saberlo. Y es que, según ciertas creencias, cuando alguien muere con mucha violencia y rabia deja atrás una maldición y un fuerte deseo de venganza.
Es así como Fiona le da entrada a su casa, donde vive con su pequeña hija Melisa (Zoe Fish) y su esposo Sam (David Lawrence Brown) a este espectro que desatará una ola de terror para quien entre en dicha casa.
La cinta esta contada con flashbacks que nos van relatando tres historias, una en nuestro tiempo, donde la inspectora Muldoon (Andrea Riseborough) investiga un caso que su compañero el detective Goodman (Demián Bichir) no quiere involucrarse, pues su anterior compañero (William Sadler) no terminó en sano juicio cuando se obsesionó con él, por lo que visita a Faith Matheson (Lin Shaye), la actual propietaria del inmueble. La segunda historia unos años antes cuando Peter Spencer (John Cho), es un vendedor inmobiliario encargado de la venta de la casa donde vivieron los Landers. Allí sufrirá un extraño evento que lo llevará a adentrarán en los secretos de esta familia, desatando una interminable cadena del horror.
Si bien, es más de lo mismo, al menos entretiene al mezclar varias historias, y personajes, pero nunca sabemos quién es “la maldición”, cómo nació, ni nada de su pasado, solo que vino de Japón, sí conocemos las historias de todos los humanos a quien ha atacado, en los diferentes años que lleva en Estados Unidos.
En cuanto a las actuaciones, nos encontramos con actores conocidos, si bien en personajes secundarios, ahora pueden demostrar su potencial y lograr salir muy bien, siendo sin duda uno de los puntos altos de la película.
Si te estás preguntando sobre los efectos especiales, están bien logrados y te producen miedo, al igual que la música a cargo de «The Newton Brothers» y los efectos de sonido, ahora debemos destacar que es en las actuaciones donde verás más el sentimiento de miedo y las expresiones que te harán, (para los más susceptibles) sentir ese miedo que tanto buscas cuando vas a ver una cinta de terror.
Los valientes ni siquiera se asombrarán con las escenas, los más asustadizos pueden saltar en un par de ocasiones, lo más probable es que tenga sentimientos encontrados, pero en ningún caso es una mala película, si te gusta el género dale una oportunidad, de que te entretienen las historias, no hay duda.