Placer Culpable

Ene 22, 2021

La revolución del CGI

Aunque a estas alturas ya es casi una característica cotidiana del cine, hubo un momento en el que los efectos especiales digitales eran la gran novedad que atraía en hordas a los espectadores a los cines. Con esto en mente sería bueno revisar algunas películas que marcaron un hito en los avances del CGI.

La llegada de Computer Generated Imagery o Imágenes generados por computador, fue una de las grandes revoluciones que ha vivido la industria del cine en las últimas décadas y de a poco ha dejado en el pasado los efectos físicos, como ‘stop-motion’ y marionetas, que habían sido el estándar dorado por mucho tiempo.

Pero, al igual que con cualquier evolución, la transformación no ocurrió de la noche a la mañana y hubo un número de largometrajes que marcaron el camino hacia el cine digitalizado que conocemos en la actualidad, donde destacan títulos como “Avatar” y “Alita: Battle Angel”.

LOS COMIENZOS DE LA HISTORIA COMPUTARIZADA

El primer gran paso hacia el cine que actualmente conocemos, tomó lugar hace ya más de medio siglo, con la creación de la secuencia inicial de “Vértigo” de 1958, dirigida por Alfred Hitchcock. Esto se logró gracias al trabajo de John Whitney y el diseñador gráfico Saul Bass, quienes utilizaron un computador antiaéreo, una plataforma giratoria y un péndulo para lograr el efecto.

Si bien, lo hecho a fines de la década de los cincuenta fue un logro impresionante, no sería hasta 15 años más tarde que imágenes generadas por computador tuvo un verdadero propósito dentro de la narración, cuando fue utilizado para entregar la visión pixelada del Gunslinger, personaje interpretado por Yul Brynner en “Westworld” de 1973.

CGI Y LOS OCHENTA

A comienzos de esta década, 1981 para ser más exacto, tuvimos por primera vez la oportunidad de ver un cuerpo humano realista, según los estándares de la época al menos, generado por CGI en el thriller de ciencia ficción “Looker”. Si bien, esta no es exactamente una película particularmente memorable, sí abrió las puertas a que más largometrajes apostaran por este tipo de tecnología.

Al año siguiente se marcó otro hito dentro del uso de la tecnología de CGI dentro del cine cuando la cinta de culto “Tron”, protagonizada por Jeff Bridges, pudo combinar por primera vez un personaje generado por computador con otro live-action, además de crear la primera escenografía completamente digital.

Ya finalizando los ochenta, en 1989, los espectadores quedaron absolutamente impactados con la primera metamorfosis de líquido fotorrealista en la película “The Abyss”. Si bien dicha secuencia solamente duró 75 segundos, le tomó casi seis meses a la empresa Industrial Light and Magic (ILM) para que el efecto quedará perfecto.

CAMBIANDO EL CUERPO HUMANO

Uno de los usos que más se le ha dado a esta tecnología últimamente es el de rejuvenecer los rostros de los actores protagónicos, siendo muy comentado lo hecho para la cinta “The Irishman”. Pero seguramente muchos se olvidan que la primera vez que se ocupó el CGI con estos fines fue para la entrega de “X-Men: The Last Stand” de 2006 donde tanto el Professor X como Magneto, interpretados por Patrick Stewart e Ian McKellen, recibieron de manera exitosa el tratamiento para la escena donde visitaban a la joven Jean Grey.

Pero, si de cambios físicos radicales se trata, seguramente ninguno alcanza los niveles de lo visto en “Captain America: The First Avenger”, donde pudimos ver cómo al intérprete del personaje titular, Chris Evans, tuvo una variación de cuerpo entero, en orden de hacerlo ver débil y frágil, antes de su transformación claro está.

La tecnología de Imágenes generadas por computador ha sido uno de los avances más radicales y relevantes que ha sufrido el cine en las últimas décadas, y a pesar de que hay ciertas personas que aún prefieren los efectos prácticos como el maquillaje, las marionetas y stop-motion, es innegable que sin el CGI muchas de nuestras películas favoritas serian prácticamente imposibles de producir.

Damien Cox

Amante del cine y la televisión, fanático de los videojuegos, pero ante todo muy a favor de cualquier actividad que me permite pasar el día sentado en el sofá.

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