La franquicia One Chicago regresó con fuerza este 3 de noviembre a Latinoamérica a través de Universal+, trayendo nuevas temporadas de Chicago Fire, Chicago P.D. y Chicago Med. Como periodista y fan de estas series cargadas de adrenalina, emoción y humanidad, tenía muchas ganas de profundizar en esta nueva etapa. Por eso, poder conversar cara a cara con Miranda Rae Mayo, quien interpreta a Stella Kidd, se sintió como el mejor punto de partida para entender qué está viviendo este universo tras más de una década conquistando al público.
La temporada 14 de Chicago Fire, que ya comenzó a emitirse, llega marcada por grandes movimientos: despedidas dolorosas, un nuevo liderazgo en el cuartel 51 y el impacto emocional que dejó el final de la temporada anterior. En medio de ese torbellino aparece Stella, un personaje fuerte, resiliente y querido, enfrentando un arco profundamente íntimo. Tenía claro que sería una conversación especial, pero no imaginé cuánta honestidad encontraría en sus respuestas.
Volver a la estación 51: emociones encontradas y acción desde el primer minuto
La primera pregunta era inevitable: ¿cómo había sido regresar a la estación y comenzar una nueva etapa en Chicago Fire? Miranda sonrió con esa tranquilidad que caracteriza a los actores que llevan años en un proyecto que sienten como hogar.
“Siempre es tan emocionante, siempre es una bendición”, me dijo sin dudar. “Este año iniciamos con una buena cantidad de acción en el primer episodio. Perdimos a dos de mis personajes favoritos que alguna vez hemos tenido… y eso siempre es desgarrador. Pero lo logramos; volvemos juntos a hacer el programa que nos encanta hacer”.
Lo que dice se siente incluso más fuerte considerando que esta temporada está construida sobre una mezcla poderosa: la adrenalina clásica del cuartel 51 y el impacto emocional que dejó el cierre de la T13, donde Stella enfrentó un momento devastador en su vida personal.
Stella Kidd frente al dolor: un arco más crudo, más íntimo
Miranda profundizó de inmediato en cómo ese golpe emocional definió su interpretación esta temporada. Stella, fuerte y acostumbrada a “muscular” el dolor, enfrenta algo distinto ahora.
“Dado que ella ha experimentado un aborto espontáneo, creo que hay una parte de ella que está musculando, algo que la hemos visto hacer una y otra vez. Pero definitivamente hay una nueva intensidad en ese dolor”, explicó.
“La vemos un poco más puesta en cero, más rígida de lo que la hemos visto en el pasado”.
Mientras hablaba, pude notar que para ella este arco no era solo un desafío actoral, sino también un espacio de empatía y cuidado. Le pregunté cómo se preparó para interpretar una experiencia tan delicada.
“Tengo un par de amigos que han pasado por esto y hablé con ellos. Pero realmente… es leer los guiones, repasar las escenas y aparecer en el set lista para jugar. Saber cómo estar presente con quien esté en la habitación”.
Su respuesta fue honesta y sin artificios. No necesitó sobreexplicar. A veces, escuchar es la mayor preparación.
El primer episodio: una escena que marca toda la temporada
Cuando le pregunté si hubo alguna escena particularmente emotiva, Miranda no dudó:
“La primera escena del primer episodio… es muy, muy emotiva”.
Sin entrar en spoilers —aunque el episodio ya está disponible, muchos fans aún no lo ven— dejó claro que ese momento inicial fue un antes y un después para ella y para Stella.
Además, mientras conversábamos, recordó que actualmente están grabando el episodio 10, lo que implica que emocionalmente ha tenido que volver atrás muchas veces para revisar los matices del inicio de temporada. Esa distancia temporal solo refuerza lo importante que fue ese arranque para la actriz.
Nuevas dinámicas en el equipo: alguien llega a meterse bajo la piel de Stella
La temporada 14 también trae nuevos integrantes al equipo, algo que siempre mueve las aguas narrativas. Aunque Miranda no reveló detalles de la historia —fiel a mantener las sorpresas intactas— sí adelantó que uno de los recién llegados afectará de manera directa a su personaje:
“Tenemos a alguien nuevo uniéndose al equipo y él realmente comienza a meterse debajo de su piel”.
Esa frase quedó resonando. Chicago Fire siempre ha sido experta en introducir personajes que reordenan las dinámicas internas, y la reacción de Stella es un excelente punto para elevar la tensión en un cuartel que ya ha vivido suficientes altibajos.
Dom Pascal y la llegada de Dermot Mulroney: un liderazgo que abre nuevas tensiones
El comunicado oficial de Universal+ ya había adelantado que esta temporada veríamos un nuevo liderazgo: Dom Pascal, interpretado por Dermot Mulroney, quien regresa tras limpiar su nombre de una acusación gravísima.
Le pregunté a Miranda cómo había sido trabajar con él, y su respuesta fue cálida, llena de respeto:
“Él es genial. Muy humilde, un maravilloso humano. Llega tan feliz al set… creo que por eso trabaja tanto”.
Su admiración era evidente, especialmente cuando remarcó lo prolífico que ha sido Mulroney durante su carrera. Y aunque la entrevista no entra en detalles específicos sobre Pascal, sabemos por el comunicado que esta figura traerá nuevos retos y tensiones dentro del cuartel. Sumado al momento personal de Stella, el cóctel promete capítulos intensos.
Las relaciones que sostienen la historia: vínculos a prueba del tiempo
Uno de los encantos históricos de Chicago Fire es su capacidad para mostrar no solo acción, sino también relaciones que crecen, cambian y se ponen a prueba. Quise saber cómo esta temporada honra esos vínculos que los fans han seguido durante años.
Miranda reflexionó:
“Definitivamente ves relaciones solidificadas que han estado creciendo desde las primeras temporadas. Herman y Mouch, por ejemplo”.
Sin profundizar en detalles, destacó que el programa siempre juega con probar diferentes dinámicas, ver cómo responde la audiencia y mantener vivas las conexiones que tanto importan al fandom.
Detrás de cámaras: familia, cameos y la magia de un equipo que se quiere de verdad
Si algo ha logrado Chicago Fire en 14 temporadas es la construcción de un elenco que realmente se siente como familia. Se nota en pantalla y se nota en las palabras de Miranda.
Le pedí alguna anécdota, algo que mostrara ese lado íntimo del set, y me regaló varias imágenes entrañables:
“David lleva a sus hijos al set… La esposa de Taylor participó en un episodio como un pequeño cameo. Todos estamos muy cerca”.
Habló de la experiencia única que es estar tanto tiempo en un programa, de cómo los lazos se vuelven reales, sólidos, permanentes.
“Creo que hay un amor que se ha solidificado entre todos nosotros como individuos, y esa es una gran razón por la que el programa funciona”.
Sentí que estaba describiendo algo más grande que un elenco: una comunidad.
La máquina del tiempo de Televitos: ¿qué papel interpretaría Miranda si pudiera volver atrás?
Para cerrar —y fiel a la tradición de nuestras entrevistas— le propuse la dinámica de la “máquina del tiempo”, una pregunta que siempre provoca sonrisas y respuestas inesperadas.
Miranda no defraudó.
Tras barajar varias posibilidades y mencionar series que estaba viendo recientemente, finalmente lanzó su decisión con humor y convicción:
“Si pudiera retroceder en el tiempo… habría querido ser Samantha en Sex and the City. Absolutamente, sin duda”.
Lo dijo entre risas, con esa mezcla perfecta de nostalgia y picardía.
Un nuevo ciclo ya en marcha
Con Chicago Fire ya emitiendo su temporada 14, y las nuevas entregas de Chicago P.D. y Chicago Med en paralelo, el universo One Chicago vuelve a demostrar por qué ha mantenido su éxito global tras más de 750 episodios: personajes que se sienten reales, tramas que mezclan tensión y emociones profundas, y un elenco comprometido a contar historias que conectan con la audiencia.
La conversación con Miranda Rae Mayo solo confirmó algo que los fans ya saben: Stella Kidd es un corazón esencial del cuartel 51, y esta temporada la veremos enfrentarse a desafíos que, aunque duros, la harán brillar de nuevas maneras.
Yo, al menos, ya estoy listo para seguir cada episodio.
