Basada en una de las fuerzas de lucha elite de policía iraquí, que con la llegada del Estado Islámico a dicho país se transformaron en combatientes de temer, en Netflix encontramos una cinta de acción bélica que nos muestra la cruda realidad de la vida en un país azotado por la guerra y la violencia.
Seguramente una de las buenas películas que ha pasado inadvertidas en la plataforma de Netflix es “Mosul”, cinta que nos transporta hasta la actualidad de una de las ciudades más importantes de Irak, que a pesar de haber sido una metrópolis con más de un millón de habitantes, ahora es solamente un campo de batalla, donde los ciudadanos se han tenido que acostumbrar a lo que ahora parece una guerra interminable. Pero cuando ISIS toma sus hogares, familias y ciudad, un grupo de hombres lucha por recuperarlo todo.
Basada en hechos reales, “Mosul” es la historia del equipo SWAT de Nínive: una unidad policial renegada, que libró una operación de guerrilla contra el grupo terrorista en una lucha desesperada por salvar su localidad natal de Mosul.
UNA PERSPECTIVA LOCAL DE LA GUERRA
La primera característica que realmente llama la atención de esta cinta es que vemos el enfrentamiento a través de los ojos de habitantes del país, de la ciudad, donde estos toman lugar. Es así como sus barrios, amigos y familiares, son destruidos y separados por la lucha, contexto que hace aún más personal y humano cada balacera.
Esta situación es un tanto diferente a lo que estamos acostumbrados, debido a que generalmente las historias bélicas que vemos se centran en soldados estadounidenses o de otro país occidental, viajando hasta otro país para luchar. Por lo mismo, no es solamente sobrevivir a la batalla si no que la vida que continua luego de que los balazos se hayan detenido. Esto queda aún más en evidencia cuando el Coronel Kaveh Afsahani decide no solicitar la ayuda de aliados extranjeros, ya que “los estadounidenses solo están para destruir, pero son los iraquís quienes tendrán que reconstruir”.
UN ELENCO DESCONOCIDO EN NUESTRA GEOGRAFÍA
Obviamente, al ser un cinta en la que los diálogos son en árabe, nos encontramos con un elenco sin mayores actores de renombre, a lo menos en estas partes del mundo. No obstante, las interpretaciones resultan ser uno de los puntos más fuertes de la cinta, destacando lo hecho por Waleed Elgadi (“Tyrant”) dándole vida al ya mencionado Coronel Kaveh Afsahani, y Adam Bessa (“Extraction”) en el rol de Kawa, un joven policía que es reclutado por parte del equipo SWAT.
Con esto en mente, resulta altamente recomendable ver “Mosul” en su idioma original, a pesar de que uno se encuentra con la distracción de los subtítulos, ya que es la única forma de realmente poder aprovechar al máximo algunas de las muy buenas actuaciones que aquí presenciamos.
ACCIÓN CON CORAZÓN
Al poco andar, la manera en que se relata la historia toma cierta similitud con películas bélicas como “Black Hawk Down” o “13 Hours”, o sea acción desenfrenada casi sin pausa. Cada uno de los personajes que aquí encontramos están constantemente en peligro y las explosiones y emboscadas están a la vuelta de cada esquina.
Esta sensación de peligro ininterrumpida crea un ambiente de tensión, donde incluso los momentos de pausa y relajo, o por lo menos lo más cercano a esto que tendrán los miembros del equipo SWAT ofrecen la impresión de un peligro inminente. Pero a diferencia de las dos cintas mencionadas, “Mosul” tiene un eje mucho más emotivo que la lucha instintiva de sobrevivir. Esto lo logra el guionista y director Matthew Michael Carnahan, conocido por sus guiones como “The Kingdom” y “World War Z”, que logra entregarnos un giro emocional, que no mencionaremos para no spoilear el desenlace, pero que resulta ser la guinda en la torta de una muy buena película.