Hay música que nos marca de por vida sin siquiera darnos cuenta, a veces pasa tan desapercibida que no pensamos en lo mucho que quedó dentro de nuestros recuerdos pero que tan solo con una nota, nos gatilla las memorias más bonitas y a veces tan dolorosas.
Los sentimientos que tenemos adheridos a momentos de nuestras vidas que, inconscientemente, se vieron tomados de la mano con una banda sonora, es tan solo una expresión más del puro sentimiento que se tiene por el arte. Así fue como Christian Lorca llegó a los corazones de miles asistentes a la sinfónica en homenaje a John Williams.
Tras los aplausos del público por la interpretación de la música de Indiana Jones, se dio paso a lo que fue una de las películas más icónicas e importantes del siglo XX y XXI.
La sincronía y la dulce interpretación de la orquesta al score de la película E.T., llegaron a tocar hasta lo más profundo de cada uno de los asistentes aguantando las lágrimas recordando la última escena de la película, y el dolor de los personajes ante la despedida del alienígena que marcó a generaciones.
La orquesta transportó a la audiencia a una maravillosa pincelada del arte que John Williams ha entregado al mundo, desde un joven mago hasta una guerra en las galaxias muy muy lejana. No sería descabellado que tomaran este éxito, que agotó las dos funciones, en un salto a interpretar muchos otros clásicos y crear otro punto de encuentro para fanáticos del séptimo arte. Sin dudas, con la dirección de Lorca y la Orquesta Sinfónica Nacional de Chile, crearían muchos más bellos recuerdos para todos.