El cine es magia y ese es en gran parte su encanto. El ritual que acompaña el ver una película también es único, con las infaltables cabritas y el vaso grande de bebida. Por eso podremos tener más alternativas para disfrutar de una película, pero nunca será lo mismo. La industria del entretenimiento y la cultura, que incluye el cine, es una de las más golpeadas por la pandemia y el panorama no parece mejorar.
Hace poco, la Cámara de Exhibidores de Multisalas de Chile llamó la atención sobre las condiciones exigidas para abrir las salas de cine y no solo es un tema del aforo, sino también de especificaciones técnicas difíciles de aplicar, especialmente, en lo relativo a los alimentos y filtros especiales de aire. Si sumamos y restamos los números no dan. Por eso, esperemos que las negociaciones con la autoridad lleguen a buen término como está ocurriendo en otros países como Panamá, el más reciente en abrir los cines.
Los autocines están apareciendo como una nueva alternativa, sin embargo, no están teniendo el éxito esperado. El del parque Padre Hurtado debutó con una protesta de los vecinos por daño medio ambiental. Mal comienzo. Si a esto sumamos que no tiene estrenos, sino películas que hace rato están hasta en la televisión abierta….es para pensarlo dos veces, especialmente, si vale 20 mil pesos la entrada. Ahora llegó el autocine de Casa Piedra, que por lo menos ofrece el estreno de un filme chileno, pero…
Con todo, las series y películas por estreaming siguen siendo las favoritas, más aún cuando la oferta se acaba de ampliar con Disney+ y con el estreno de contenidos novedosos y entretenidos, de buena factura, con los actores del cine. También, se puede mantener ese ritual inigualable de las cabritas y las bebidas. Sin embargo, para los que somos cinéfilos no es lo mismo. Falta esa cosa mágica que logra una gran pantalla, hasta en 4D, que hasta ahora los aparatos de TV no logran copiar, aunque trabajan en ello. La pregunta es ¿Logrará la pandemia cambiar nuestra idea de como ver cine?
