El mundo del rock está de luto. Este miércoles se confirmó el fallecimiento de Ozzy Osbourne a los 76 años, ícono indiscutible del heavy metal y figura clave en la historia de la música contemporánea. El artista británico murió rodeado de su familia tras una larga lucha contra múltiples problemas de salud que lo alejaron de los escenarios durante los últimos años.
Su último gran momento en vivo lo vivió con la gira “The End”, que marcó el cierre definitivo de la historia de Black Sabbath. El tour finalizó con un emotivo concierto en Birmingham en 2017. Ozzy, Tony Iommi y Geezer Butler se despidieron del público que los vio nacer como banda. Desde entonces, el músico enfrentó una serie de problemas médicos. Estos incluyeron un diagnóstico de párkinson y una cirugía mayor en la columna tras una caída. Ademas sufrió varias infecciones respiratorias y dificultades de movilidad.
La última presentación del músico fue el 5 de julio de 2025, en el estadio Villa Park de Birmingham. Unas 45.000 personas asistieron al evento titulado Back to the Beginning. Organizado como el concierto de despedida final de Ozzy Osbourne y Black Sabbath, marcó la primera presentación en vivo de la formación original desde 2005. Ozzy, sentado sobre un trono negro adornado con calaveras, inició el espectáculo con un set en solitario. Interpretó éxitos como Mr. Crowley, Crazy Train y Suicide Solution acompañado de Zakk Wylde. Luego se unieron Tony Iommi, Geezer Butler y Bill Ward para cerrar con clásicos de Sabbath como War Pigs, Iron Man y Paranoid.
El evento fue presentado por Jason Momoa y contó con un elenco repleto de estrellas del rock y metal. Entre ellos Metallica, Guns N’ Roses, Slayer, Tool y Anthrax. También participaron “supergrupos” con figuras como Steven Tyler, Billy Corgan, Ronnie Wood y Tom Morello (director musical del evento). El espectáculo fue transmitido globalmente y recaudó en total unos £140 millones. Los fondos fueron destinados a causas benéficas como Cure Parkinson’s, Birmingham Children’s Hospital y Acorns Children’s Hospice.
Ozzy Osbourne: Una leyenda del metal
Nacido en Aston, un suburbio de Birmingham, Ozzy se convirtió en la voz de una generación al frente de Black Sabbath, banda pionera del heavy metal desde su debut en 1970. Temas como Paranoid, Iron Man o War Pigs redefinieron el sonido y la actitud del rock, con letras oscuras y riffs pesados que influenciaron a cientos de artistas.
Luego de ser expulsado de Sabbath en 1979, Ozzy logró reinventarse con una carrera solista arrolladora. Con discos como Blizzard of Ozz y Diary of a Madman, consolidó su estatus como estrella mundial. A lo largo de su carrera, compartió escenario con virtuosos como Randy Rhoads, Zakk Wylde y Lemmy, y no dejó de reinventarse, incluso colaborando con Post Malone en 2019.
Una de las anécdotas más icónicas en su carrera ocurrió en 1982, cuando, durante un concierto, mordió la cabeza de un murciélago que un fan lanzó al escenario. Ozzy creyó que era de utilería, pero terminó necesitando tratamiento médico inmediato. Este episodio, aunque perturbador, se volvió leyenda y símbolo de su imagen desenfrenada y provocadora.
Una figura mediática: caos y cámaras de televisión
A principios de los 2000, Ozzy sorprendió al mundo al convertirse en estrella de reality con The Osbournes, emitido por MTV entre 2002 y 2005. El programa rompió esquemas al mostrar el caos doméstico y la vida cotidiana de una familia rockera, en una época donde los realities apenas comenzaban a dominar la televisión. Sharon, su esposa y mánager, se transformó en figura pública, mientras sus hijos Jack y Kelly se volvieron rostros populares de la cultura pop.
El programa mostró a Ozzy en bata, desorientado por su medicación, gritando con su acento inglés cerrado entre mascotas y adolescentes rebeldes. Aunque muchas escenas eran caóticas y llenas de exabruptos, la serie también ofrecía momentos entrañables y vulnerables que humanizaron al ícono del metal. Fue un fenómeno de audiencia y ganó un Emmy en 2002, marcando un antes y un después en la fusión entre música y televisión.
Más adelante, el músico protagonizó Ozzy & Jack’s World Detour (2016-2018), una serie documental donde viajó junto a su hijo Jack explorando lugares históricos, sitios curiosos y experiencias culturales a lo largo de Estados Unidos y el mundo. El programa permitía ver a un Ozzy más sobrio y reflexivo, en diálogo generacional con su hijo, mientras se enfrentaba a situaciones que iban desde lo hilarante a lo profundamente humano. Esta serie fue valorada por mostrar una faceta distinta del músico: la del padre curioso, el ídolo que podía reírse de sí mismo.












