Desde que era un adolescente en Irlanda, Cillian Murphy soñaba con ser una estrella de la música rock, por lo que no es extraño que gran parte de su juventud la enfocará en poner en marcha bandas como The Sons of Mr. Green Genes, junto a su hermano menor Páidi. Pero la actuación siempre estuvo presente, primero como un momento de esparcimiento al participar en una obra teatral en la secundaria, para luego ser parte del grupo amateur de teatro de la universidad a la que entró a estudiar Leyes.
Sin embargo, su talento innato sobre el escenario no solo fue notado por sus pares y profesores, sino que esencialmente despertó en él una satisfacción que lo haría convencerse de que debería ser actor. Así comenzó un camino que primero lo llevó a los escenarios con obras como “Disco Pigs” y “Juno and the Paycock”, para luego pasar al cine. Acá se hizo famoso mundialmente gracias a su protagónico en “Exterminio” (2002), siendo después parte de películas como “Batman Inicia” (2005) y “Desayuno en Plutón” (2005).
Sin embargo, el apartado de las series de televisión nunca llamó mucho su atención, añadiendo a su currículum solo a inicios de los 2000 la miniserie “The Way We Live Now”, producción de época de la BBC basada en la novela homónima de Anthony Trollope. Un título al que varios años después sumó su segunda y definitiva incursión en la pantalla chica: “Peaky Blinders”, el espacio creado por Steven Knight que marcó un antes y un después en la historia del drama criminal británico, como también en la carrera de Murphy.
Una intensa recorrido marcado por los negocios turbios y el orgullo familiar
Un programa para el que Knight -quien ya era conocido como guionista de cintas como “Promesas del Este”- se inspiró lejanamente en una banda criminal que delinquía en la Birmingham de fines del siglo XIX. La serie debutó en Reino Unido por la señal de BBC Two el 12 de septiembre de 2013, para en 2014 llegar a Netflix, llamando de inmediato la atención del público y la crítica local por su drama de época y una estilizada representación de sus protagonistas, de cuidados atuendos y boinas con afiladas cuchillas, además de una anacrónica banda sonora que tenía como emblema la canción “Red Right Hand”, de Nick Cave and the Bad Seeds.
La música también se convirtió en la compañera perfecta de los títulos iniciales de cada uno de los capítulos de la intensa mezcla de negocios sucios, violencia y orgullo familiar por la que se movía el clan Shelby. Este grupo, liderado por Thomas, o Tommy -el personaje encarnado por un inigualable Murphy-, regía las calles de Small Heath, el mismo barrio de Birmingham donde tenían sus casas como también la casa de apuestas donde trabajaban el mayor de los Shelby, Arthur (Paul Anderson), su hermano Johnny (Joe Cole) y la tía Polly (Helen McCrory).
Esta última se hizo cargo de la pandilla y sus negocios mientras Tommy, Arthur y Johnny fueron a combatir en suelo francés durante la Primera Guerra, hasta que volvieron y retomaron sus labores y también cuidó a los otros hermanos Shelby: el pequeño Finn (Alfie Evans-Meese) y la decidida Ada (Sophie Rundle). Ellos son los protagonistas de un intenso relato que se inició en 1919 y se desarrolló hasta la década del 30, donde Tommy, como su decidido líder, amplió sus negocios mientras combatía a diversos enemigos, desde un rival en las apuestas hasta el fantasma del fascismo, pasando por turbios aristócratas rusos y la mafia italo americana.
El adiós de una historia que mezcló de manera casi perfecta drama y violencia
Es en 1933 donde se sitúa la trama de la sexta temporada y final de “Peaky Blinders”, cuando se comprueba que Tommy continúa con vida, luego de que en el final del ciclo anterior -donde se convirtió en político y tuvo visiones de su fallecida esposa Grace (Annabelle Wallis)- tratara de quitarse la vida. En un conmovedor inicio donde él además comprueba trágicamente que tres integrantes de su círculo cercano fueron eliminados como represalia al intento de asesinato de su colega en la Cámara de los Comunes, el aristócrata Mosley Oswald (Sam Claflin).
Rápidamente el relato lleva al espectador a cuatro años después, cuando el protagonista de sangre irlandesa y romaní ya no es el mismo, teniendo como mejor ejemplo de ello el que haya logrado controlar una de sus principales dependencias y está enfocado en concretar un último e importante negocio. Este, lo lleva a una isla francesa cerca de Canadá, donde se encuentra con los representantes de un importante mafioso de Boston, entre los que se cuenta un viejo conocido: Michael (Finn Cole), el hijo de Polly que solo quiere eliminar a su primo. Algo que no será tan fácil.
Sin embargo, el mayor villano a lo largo de los seis episodios de esta última entrega es precisamente Mosley, quien está decidido a que su visión política sea la que guíe a su país con la ayuda de sus amigos alemanes. A esto se suma una grave enfermedad que viene a ensombrecer el hogar que Tommy estableció con su segunda esposa Lizzie (Natasha O’Keeffe) y sus hijos Charles (Billy Jenkins) y Ruby (Orla McDonagh). Al mismo tiempo que Arthur sufre por su drogadicción y Ada adquiere más relevancia en los negocios familiares.
Es la despedida de un espacio que llevó al espectador a través de un casi perfecto relato, donde el drama tuvo a la violencia como complemento y a Tommy como el eje de sus máximos conflictos. Una figura que a lo largo del ciclo final se muestra más taciturna e introspectiva, y enfrentada a algunas de las pérdidas más importantes de su historia en pantalla.
Título Original: Peaky Blinders
Director: Anthony Byrne
País: Reino Unido
Año: 2022
Género: Drama, Suspenso, Acción
Duración: 55-82 minutos
Protagonistas: Cillian Murphy, Paul Anderson, Sophie Rundle, Ned Dennehy, Sam Claflin, Finn Cole, Natasha O’Keeffe, Ian Peck, Harry Kirton, Packy Lee, Kate Phillips, Aimee-Ffion Edwards, Tom Hardy, Benjamin Zephaniah, Daryl McCormack, Anya Taylor-Joy
Guión: Steven Knight
Música: Anna Calvi
Producción: Nick Goding, Rachel Jones
Web: Ver Acá
Fecha de estreno: 10 de junio de 2022
Plataforma: Netflix