Este 31 de octubre llega a los cines chilenos Anora, la nueva película del cineasta estadounidense, Sean Baker, director de otras películas destacadas como Starlet (2012) y Florida Project (2017). Galardonada con la Palma de Oro en el Festival de Cine de Cannes, y estrenada en esa misma instancia, la cinta llega a nuestro país para mostrarnos la nocturna vida de Anora, una trabajadora sexual y bailarina erótica de Nueva York.
El film enmarca la historia en un contexto explícito, mostrando sin reparos el comercio sexual en ciudades llenas de exceso como lo es La Gran Manzana. Bajo esta misma premisa, Anora también nos pinta aquellas aspiraciones de lujos y deseos por el “rescate” que algún hombre adinerado pueda ofrecer por el amor de una experimentada y bella mujer, algo así como anhelar a vivir la fantasía de Pretty Woman (1990).
No obstante, lo que la película de Baker nos quiere retratar es todo lo contrario, ya que los acontecimientos que poco a poco se entrelazan en la narrativa guían, aunque no lo parezca, a un destino de menos ensoñación en medio de una idealización de la realidad.
No todo es tan crudo
Si bien el concepto de la película es bastante serio, este incluye buenas dosis de comedia al integrar personajes con diálogos, rasgos y actitudes que alivian los momentos de tensión y rebajan la gravedad de lo que podría ser mucho más angustiante. En este sentido, la personalidad de los personajes es crucial para que la trama se pueda desarrollar y que los giros que esta tome puedan generar diferentes emociones en el espectador. No todas positivas claro está.
Asimismo, la implicidad sexual que se muestra en la pantalla, muchas veces se ve infantilizada, mostrando una ingenuidad e inmadurez casi adolescente, especialmente entre nuestra protagonista Anora y el romance con uno de sus clientes, el universitario e hijo de padres millonarios, Iván Zajárov.
Estos “rompehielos”, sin perder el hilo conductor de lo que ocurre en el transcurso de la cinta, funcionan gracias a las interpretaciones de las actrices y actores, quienes se ven envueltos en diferentes escenarios que cambian drásticamente del uno al otro, llegando incluso a lo absurdo, lo que hace de esta obra una bastante interesante.
La frustración es clave
Para bien o para mal, además de la comedia, la frustración es uno de los elementos más importantes de la película, no solo porque refleja la realidad en contraste con la fantasía del film, sino porque uno como espectador espera que los hechos de una película coincidan con las metas y anhelos de aquellos personajes que apoyamos y que enfrentan injusticias redundantemente. No obstante, Anora bordea la desesperación y nos tiene a todos sujetos en el asiento a la espera de que los sucesos puedan llegar a una solución concreta, a una satisfacción que parece nunca llegar.
Ahora bien, la recta final cumple con las expectativas después de lo expuesto tras dos horas y veinte minutos de cinematografía. Pero, al mismo tiempo, rompe con los ideales de un final resuelto y cliché. De esta manera, el mismo desenlace es otro giro que dejará al que ve la película un vacío y ganas de comentar todo lo que acaba de ocurrir.
Si te gustan las películas de comedia que quiebran con el esquema hollywodense, pero que al mismo tiempo generan sentimientos extraños, e inconfortables, no dudes de ir a ver Anora a tu cine favorito.
- Título Original: Anora
- Director: Sean Baker
- País: Estados Unidos
- Año: 2024
- Género: Comedia, Drama, Romance
- Duración: 2 horas 19 minutos
- Con: Mikey Madison, Paul Weissman, Mark Eidelshtein, Lindsey Normington, Emily Weider, Luna Sofía Miranda
- Guión: Sean Baker
- Producción: Sean Baker, Alex Coco, Samantha Quan
- Fecha de estreno: 31 de octubre, 2024
- Web: Instagram
- Distribuidora: Andes Films Chile