Han pasado ya 13 años desde el estreno de Iron Man, la primera cinta del ambicioso proyecto con la firma de Kevin Feige, denominado Universo Cinematográfico de Marvel (o MCU por su nombre en inglés: Marvel Cinematic Universe), con el que la famosa casa de historietas puso en marcha una nueva etapa de su historia anclada en las producciones de su flamante estudio. Una aventura que se transformó en una máquina de hacer dinero, elevando además a niveles extraordinarios la popularidad de los personajes nacidos de sus cómics y a los actores que los encarnan.
La misma que hasta el momento ha entregado 24 largometrajes -además de 16 series con distintos co-productores- que han recorrido las aventuras de superhéroes terrestres y extraterrestres, tanto en la Tierra como en el espacio exterior, divididos en diferentes “fases”. Películas que nunca han decepcionado a los fanáticos, aunque algunas sí a los críticos, repitiendo el esquema de mucha acción y efectos especiales, junto al triunfo del bien ante el mal. Pero hay títulos que han logrado ir un poco más allá.
Ese fue el caso de la aplaudida “Pantera Negra”, que se alzó como un hito de Marvel por la complejidad de sus personajes y la correcta representación de África y su cultura, o el de “Capitana Marvel”, al atreverse a explorar en el mundo de los héroes de cómic con la primera cinta enfocada en una súper mujer. Un apartado al que ahora se suma con orgullo “Shang-Chi y la Leyenda de los Diez Anillos”, la cinta número 25 del MCU, y la segunda de su Fase Cuatro, que nos presenta la historia del primer paladín oriental en tener su propia aventura fílmica con el sello Marvel.
La presentación del héroe y el antagonista de esta nueva cinta Marvel
Pero esta realización no se inicia enfocada en el personaje creado por Steve Englehart y Jim Starlin, sino que en la presentación del mítico y casi eterno Wenwu (Tony Leung Chiu-wai) -conocido por algunos como El Mandarín-, quien hace miles de años se apoderó de los Diez Anillos, y su energía, y comenzó un recorrido de sometimiento de diferentes pueblos y naciones, con la ayuda de su organización de expertos asesinos -bautizada también Diez Anillos-, que lo hizo obtener un inmenso poder, pero no aminorar su codicia.
Tras esta introducción conocemos a un niño chino llamado Shang-Chi (Jayden Zhang), quien recibe de su madre, Li (Fala Chen), un collar con un pendiente que ella trajo de su aldea natal y que lo protegerá y mantendrá conectado con sus raíces. Luego la narración se traslada al presente, cuando ese niño ya es un joven que se hace llamar Shaun (Simu Liu) y vive lejos de su tierra natal, en la ciudad estadounidense de San Francisco, donde subsiste gracias a su trabajo de acomodador de autos junto a su mejor amiga, Katy (Awkwafina).
Las cosas se complican después de que él recibe una postal de su hermana, Xialing (Meng’er Zhang), y es atacado por un violento grupo a bordo de un bus, demostrando ante los pasajeros, y una sorprendida Katy, su incomparable talento con las artes marciales. Habilidad que no impide que uno de sus atacantes, que él reconoce como parte de los Diez Anillos, se apodere del collar que heredó de su madre y empiece a temer por la seguridad de su hermana, por lo que viaja, junto a su mejor amiga, a la región china donde vive.
El reencuentro de los hermanos con su peligroso padre y sus raíces en Ta Lo
En Macao descubre que su padre, el legendario Wenwu, planificó el reencuentro de los hermanos, que no se veían desde hace años, para llevarlos de regreso a casa: la fortificada propiedad que él posee en las montañas y en que vivieron de niños, y donde Shang-Chi fue entrenado en combate. Aquí su progenitor les pide ayuda para encontrar Ta Lo, la aldea de donde provenía su desaparecida madre -a quien conoció en ese lugar, como se ve en una de las escenas de pelea más bellas de las artes marciales-, la cual “le habla” y le pide que la libere de la prisión en que la tienen sus familiares.
Sin embargo, sus hijos deciden no acompañarlo en su invasivo plan, siendo hechos prisioneros por Wenwu. Y es mientras están cautivos que conocen a otro y particular preso -un personaje ya conocido por el público fanático del MCU- que desde hace un tiempo vive ahí junto a una extraña criatura que viene de Ta Lo. La misma que los guía a los hermanos hasta este mágico lugar para prevenir a sus habitantes de la peligrosa llegada del guerrero y sus hombres, conociendo sus raíces y a su sabia tía Jiang Nan (Michelle Yeoh).
Pero el reencuentro de Shang-Chi y Xialing con su familia dejará pronto la calma y los obligará a poner en práctica todas las habilidades que desarrollaron con las artes de lucha cuando eran solo unos niños. En el caso de él, bajo la estricta mirada de su padre, que incluso le encomendó eliminar al asesino de su madre siendo solo un adolescente, y en el de su hermana en solitario, ya que por ser mujer no fue parte de la instrucción habitual para los integrantes de los Diez Anillos.
La mezcla precisa de acción, sentimientos y respeto por la cultura oriental
Y es con esta mezcla de amistad, lazos familiares, magia ancestral -que incluye fantásticos seres- y artes marciales, “Shang-Chi y la Leyenda de los Diez Anillos” dibuja un relato que pertenece claramente al mundo de las viñetas Marvel, rescatando a una figura que casi había desaparecido de su historia reciente, incluyendo guiños a situaciones y personajes del resto de su universo, como Wong y Abomination, que claramente serán celebradas por sus fanáticos.
Al mismo tiempo que conforma su propia manera de abordar el mundo de las historietas y su fantasía, logrando poner el sentimentalismo preciso a este tipo de crónica a la vez que que despliega inolvidables escenas de acción. Con una aproximación respetuosa a la cultura oriental, en especial la china, manteniendo por muchos minutos este idioma como el lenguaje central de la película y obviando los molestos clichés y los estereotipos con que el cine ha representado a los asiáticos.
En donde son claves los nombres de su director y co-escritor, Destin Daniel Cretton, y sus guionistas Dave Callaham y Andrew Lanham. Además de un elenco de primer nivel, en que destacan el canadiense Simu Liu, como su carismático héroe; Awkwafina, y su timing preciso para la comedia, y dos estrellas del cine oriental: Michelle Yeoh, como la sensata tía Jiang Nan, y Tony Leung Chiu-wai, quien aquí despliega todo el talento demostrado en cintas como “Con Ánimo de Amar” para moldear a uno de los villanos más complejos e inolvidables de Marvel.
Título Original: Shang-Chi and the Legend of the Ten Rings
Director: Destin Daniel Cretton
País: Estados Unidos
Año: 2021
Género: Acción, Aventura, Fantasía
Duración: 132 minutos
Con: Simu Liu, Awkwafina, Meng’er Zhang, Fala Chen, Tony Leung Chiu-wai, Florian Munteanu, Benedict Wong, Michelle Yeoh
Guión: Dave Callaham, Destin Daniel Cretton, Andrew Lanham
Música: Joel P. West
Producción: Kevin Feige, Jonathan Schwartz
Web: Página Oficial
Fecha de estreno: 2 de septiembre de 2021
Distribuidora: Cinecolor Films Chile