Han pasado prácticamente cinco años desde que fuimos presentados por primera vez a este mundo pos apocalíptico, que mezcla tecnología futurista con sociedades tribales, y ahora los fanáticos de este juego en tercera persona finalmente tienen la oportunidad de volver a experimentar este mundo abierto y viajar más allá de lo que pudimos conocer en “Horizon Zero Dawn”.
LA HISTORIA
“Horizon Forbiden West” retoma la historia seis meses después de los hechos ocurridos en el titulo original, nuevamente poniendo al jugador en el rol de Aloy, una cazadora y guerrera, quien es en realidad clon de la científica quien creó el programa computacional que salvó a la tierra, y a la vez amenaza con destruirla.
En está ocasión, dicho software debe ser restablecido en orden de evitar que destruya el ecosistema, para lo cual tendremos que recuperar distintos subprogramas, los que se encuentran repartidos a través del oeste del territorio, previamente los Estados Unidos. Pero esta misión nos enfrentará a dos grandes peligros, el primero siendo las tribus hostiles de aquel territorio, incluyendo un grupo rebelde con la capacidad de manejar los robots de la misma forma en que lo hace Aloy. Y el segundo, unas misteriosas y futuristas personas, quienes podrían estar detrás de toda esta debacle.
Pero no todo será peligro en esta nueva entrega, ya que nos encontraremos con un puñado de distintos personajes (NPC) de distintas tribus, quienes nos irán apoyando a lo largo de esta travesía, haciendo que el juego no sea solamente más interesante, sino que por momentos más entretenido también.
AVANCES JUGABLES
Sin siquiera entrar en los detalles de combate, esta secuela nos entrega una variedad de nuevas habilidades que hacen que la exploración sea aún más entretenida que en lo que fue en “Horizon Zero Dawn”. Entre estas adiciones encontramos una nueva forma de escalar, en la que utilizamos el ‘focus’ para descubrir las áreas por las que podemos subir; un gancho, con el que podemos mover o romper ciertas superficies y abrir puertas, un parapente a base de un campo de poder, el que nos permite saltar de locaciones de gran altura y llegar al suelo sin recibir daño alguno.
Pero quizás la nueva característica más atractiva de todas es la posibilidad de bucear, la que nos entrega la oportunidad de descubrir lo que son prácticamente nuevos mundos y bestias metálicas que nunca habíamos visto. Asimismo, se convierte en factor clave de algunos de los puzles que este título nos presenta.
En cuanto al combate en sí, este es más diverso que cualquier otro estilo de lucha que hemos visto en juegos de mundo abierto anteriormente, partiendo por el hecho de que cada máquina con la que nos encontramos tendrá diferentes formas de ser atacada, debilidades y fortalezas, por lo que uno tendrá que elegir como enfrentarlos. Por ejemplo, si tienen un caño en la espalda, quizás sea buen idea centrarse en eso para destruir esa opción de ataque.
Finalmente, también tendremos la posibilidad/obligación de ir mejorando los distintos aspectos de nuestra protagonista a través de ‘arboles de progresión’, donde podremos avanzar con las características de cazadora, guerrera, etc, con puntos de habilidad que obtendremos al avanzar en las misiones. Aquí también podremos desbloquear habilidades especiales que nos serán muy útiles a la hora de enfrentar ciertos enemigos.
EL MUNDO QUE NOS RODEA
Uno de los puntos que seguramente destaca en esta entrega es lo amplio del mundo en que toma lugar y la gran cantidad de actividades que nos ofrece. Es que, si bien es posible dedicarse prácticamente por completo a lo que es la historia principal, el hecho de explorar y descubrir, a través de misiones secundarias, realmente lleva el juego a otro nivel, ofreciéndonos misiones secundarias interesantes y que van mucho más allá del “ir a punto A y buscar tal objeto para llevarlo a punto B” que generalmente vemos en este tipo de actividades.
Un ejemplo de estos son los ‘Cauldrons’ o calderas, las que ya aparecieron en el primer juego, donde debemos explorar enormes cavernas subterráneas automatizadas, las que debemos superar a través de varios puzles, para luego vencer algún robot de gran tamaño. Esto nos entregará la opción de poder controlar nuevas ‘especies’ de animales mecánicos, lo que será de mucha utilidad a futuro.
Además de los jugable, hay una característica de este juego que es sencillamente espectacular, y este es el aspecto visual, la que toma todo lo bueno del juego anterior y lo supera de manera impresionante. Todo este mundo y los personajes que lo habitan son extremadamente detallados, y por momentos, más que un videojuego parece una obra de arte.
NO TODO ES POSITIVO
Mientras que el juego destaca en casi todos los aspectos posibles, también presenta ciertas falencias, partiendo por ciertos bugs, que a pesar de no ser muy comunes, llegan en los momentos menos indicados. En nuestro caso, nos tocó uno al estar enfrentando a la bestia final de una de las calderas, el que no se movió y básicamente se dejó matar. Luego de esto, no podíamos avanzar con la misión, ya que aparecía un mensaje que afirmaba que se debía destruir al robot, el que ya había sido destruido. Finalmente, no quedó otra opción que volver a cargar el último punto guardado de manera manual.
Otro detalle que llama la atención es que, al llegar a una ciudad o poblado nuevo, este de a poco se va construyendo, casi como un juego de lego al que repentinamente (y por obra de magia) le brotaba las paredes, el techo y cualquier otro detalle faltante. Nuevamente, y al igual que los bugs, tampoco es un problema que afecta de sobremanera la experiencia de juego, pero sí resulta un tanto distractor.
CONCLUSIÓN
“Horizon Zero Dawn” fue uno de los mejores juegos exclusivos de PlayStation 4, sorprendiendo a los gamers tanto por el mundo que construyeron y todo lo que nos ofrecía. Sin embargo, y de alguna manera, con esta secuela, la gente de Guerrilla Games, lograron superar lo previamente hecho. Y es que más allá de algunos detalles, “Horizon Forbidden West” es una obra de maestra.