En mayo de 1947 la ya entonces famosa cantante afroamericana Billie Holiday fue condenada a prisión por un año y un día bajo el cargo de posesión de drogas. El caso catalogado como The United States vs. Billie Holiday -o Estados Unidos vs. Billie Holiday-, bajo el registro 14.243, que más de siete décadas después se convirtió en el eje de la película homónima, pero haciendo hincapié que detrás de la acusación estaba la racista presencia de Henry J. Anslinger.
El agente de la Oficina Federal de Narcóticos, encarnado en la cinta por Garrett Hedlund, que hizo de la artista el blanco de su persecución, no solo por su adicción a la heroína, sino por algo que él consideraba más peligroso: la canción “Strange Fruit”. Un tema que de manera muy poética se refiere al trágico linchamiento de negros en el sur de EE.UU. y que al ser interpretado por Holiday, según él, instaba a la rebelión.
La parte central de un relato que en pantalla tiene como punto de partida la década de los 50, en una entrevista con la personalidad de la radio Reginald Lord Devine (Leslie Jordan) -el único personaje de la cinta que no existió-, donde este le consulta a la cantante sobre cómo es ser una “mujer de color” (¡¿?!) y por qué simplemente no deja de interpretar “Strange Fruit”. De ahí, la historia viaja diez años al pasado, cuando ella está en la cúspide de la fama.
La incesante persecución de Anslinger y el paso de Holiday por la cárcel
Y es una de las noches en que Lady Day -como también se le conocía a la artista- se presenta en el Café Society, el inclusivo local de Nueva York que se llenaba con sus seguidores, que se cruza en su vida el soldado Jimmy Fletcher (Trevante Rhodes). Pero entre el público también se encuentra Anslinger, quien ha convencido al primer marido de Holiday, James Monroe (Erik LaRay Harvey), de excluir “Strange Fruit” de su repertorio.
Pasan los días y Anslinger no desiste de sus intentos de atrapar a la intérprete, y con la ayuda del mencionado Fletcher, quien es realmente un agente encubierto del FBI, arresta a Holiday mientras se esconde en el departamento del saxofonista Lester (Tyler James Williams). Y tras un rápido juicio, es enviada a prisión, aunque logra salir antes por buen comportamiento y retorna a la vida artística con un exitoso recital en el Carnegie Hall.
Sin embargo, una mala noticia nubla ese buen momento: su actual manager no ha logrado que le entreguen una nueva tarjeta de cabaret, que le permite presentarse en clubes de Nueva York, a lo que se suma su reincidencia en las drogas. Pero logra retomar las presentaciones en locales nocturnos gracias a John Levy (Tone Bell), con quien inicia una tormentosa relación romántica que más tarde se convertirá en traición.
Pero hay alguien que se mantiene fiel a Holiday: el agente Jimmy Fletcher, quien se acerca a ella no solo porque Anslinger se lo solicita, sino también porque no puede evitar sentirse atraído por la cantante. Y es cuando debe vigilarla mientras ella realiza un tour a través de Estados Unidos, que se convierte en su pareja. Un romance que finaliza cuando el empresario Louis McKay (Rob Morgan) la lleva a una gira por Europa.
Una biografía sin un eje argumental claro, pero con una gran protagonista
Y la historia vuelve a repetirse después de que Billie se casa con McKay e inician una violenta convivencia, y Anslinger busca llevarla nuevamente a la cárcel. Una persecución que ni siquiera se detiene ante la inminente muerte de la artista, cuando él y sus hombres la toman detenida en una pieza del hospital, horas antes de que muera por una avanzada cirrosis a los 44 años de edad.
Una serie de eventos que van conformando su biografía y que en este comentario lucen entrelazados, pero en pantalla son presentados como distintas postales de un recorrido sin un eje argumental claro. La extraña opción tomada por su director, Lee Daniels (“Preciosa”, “El Mayordomo”), quizás para dotar a su “Estados Unidos vs. Billie Holiday” de un rasgo distintivo, pero que definitivamente no contribuye a darle coherencia a su narración.
A lo que se suma la fugaz aparición de personajes como Tallulah Bankhead (Natasha Lyonne), cuya relación con Holiday habría sido interesante de explorar. Varios tropiezos fílmicos que son contrarrestados por la brillante interpretación de Andra Day, la cantante que aquí debuta como actriz reviviendo la figura de la estrella del jazz estadounidense de los años 30 y 40 con fuerza y credibilidad.
Ofreciendo además su voz para interpretar las canciones que hicieron grande a Lady Day, entre las que se cuentan la famosa y conmovedora “Strange Fruit” como también “God Bless the Child” y “All of Me”. Lo que convierte a la música y su actuación, que la hizo merecedora de un Globo de Oro y una nominación al Oscar, en la mejor excusa para apreciar este drama biográfico, a pesar de sus falencias.
Título Original: The United States vs. Billie Holiday
Director: Lee Daniels
País: Estados Unidos
Año: 2021
Género: Drama, Biografía
Duración: 130 minutos
Con: Andra Day, Trevante Rhodes, Garrett Hedlund, Leslie Jordan, Miss Lawrence, Adriane Lenox, Natasha Lyonne, Rob Morgan, Da’Vine Joy Randolph, Evan Ross, Tyler James Williams
Guión: Suzan-Lori Parks
Música: Kris Bowers
Producción: Lee Daniels, Jordan Fudge, Tucker Tooley, Joe Roth, Jeff Kirschenbaum, Pamela Oas Williams
Web: Ver Acá
Fecha de estreno: 26 de febrero de 2021
Plataforma: Amazon Prime Video
