Aunque con el paso de los años el término Technicolor, que se refiere a una técnica de coloración cinematográfica inventada a comienzos del siglo pasado, ha ido quedando como un recuerdo, durante décadas fue parte esencial de la experiencia audiovisual de todos los amantes del séptimo arte. Y ésto se debe en gran parte a su relación con los creadores del Ratón Mickey.
Los invito a realizar una actividad muy simple. Vayan a su televisor, computador o Smartphone y busquen cualquier animación antigua de Disney. Ahora, en los créditos iniciales seguramente verán dos palabras, que para las generaciones actuales es probable que no tenga significado alguno, pero para los que somos más viejos era un estandarte de calidad, “In Technicolor”.
Mientras que este término es icónico, por decir lo menos, hubo un momento en el que estaba a punto de pasar al olvido antes de siquiera alcanzar el reconocimiento merecido. Esto se debió a que este proceso de entregarle color a celuloide resultaba extremadamente problemático, siendo necesario que un técnico especializado estuviera presente en cada proyección para realizar los ajustes necesarios.
A pesar de tener algunos éxitos, como fue el caso de la película “Ben-Hur: A Tale of the Christ” y “The Phantom of the Opera” ambos de 1925, Technicolor comenzó a decaer a fines de la década de los veinte con la llegada de ‘la gran depresion’, lo que hizo que muchos estudios también disminuyeran la producción de películas animadas, ya que se veía como un desperdicio de dinero invertir en ‘color’.
Fue en 1932 que se forjó una alianza que marcaría la industria, cuando Herbert Kalmus una de las mentes maestras tras esta técnica, contactó a Walt Disney para unir fuerzas. El cineasta de inmediato quiso aprovechar la situación y quiso utilizar esta tecnología en su nuevo cortometraje “Flowers and Trees”, que había sido producido en blanco y negro, pero que ante la nueva posibilidad de usar Technicolor, lo hizo de nuevo. Esta apuesta le dio tremendos créditos a Disney, ya que le significó el primer premio de la Academia a Walt.
Fue así que se produjeron algunas de las películas animadas más amadas de la empresa del ratón Mickey, como “Blancanieves y los Siete Enanitos” (1937), “Fantasía” (1940), “Pinocchio” (1940), “Dumbo” (1941), “Bambi” (1942) y “La Cenicienta” (1950), solo por mencionar algunas. Cintas que hasta el día de hoy son consideraras verdaderas joyas del séptimo arte, muchas de las cuales actualmente se pueden disfrutar a través de Disney+.