Irlanda puede presumir de ser la cuna del whiskey, una bebida que es parte de su historia y cultura. Con una tradición que se remonta a siglos atrás. Este destilado ha conquistado el paladar de personas de todo el mundo. En donde la destilería Tullamore DEW, de entre las muchas que existen en el país, ocupa un lugar especial en el corazón de sus habitantes. Dejando una marca indeleble en la historia de este licor.
La historia de Tullamore DEW se remonta a cuando la destilería se estableció por primera vez en 1829 en la localidad de Tullamore. Ubicada en el corazón de Irlanda.
Por otra parte, DEW son las iniciales de uno de los mayores destiladores que ha tenido el país: Daniel Edmund Williams, quien comenzó a trabajar en la destilería a los 15 años, y posteriormente la compró, realizando algunos cambios, como el agregar sus iniciales al nombre de la empresa.
Si bien el whiskey irlandés se caracteriza por su sabor suave y dulce, hay ciertas cualidades que hacen de Tullamore DEW uno único:
- Triple destilación. Este clásico whiskey es 3 veces destilado y posee una mezcla de tres tipos de whiskey. El grano, el malta y el pot still mezcla- que maduran en 3 tipos de barricas. Esto hace que sea el único en el mundo que ha sido sometido a triple destilación y triple envejecimiento en barricas de roble, de Bourbon y Jerez.
- Suavidad inigualable. Gracias a su triple destilación, Tullamore DEW es excepcionalmente suave en el paladar. Lo que lo convierte en una elección perfecta tanto para los conocedores como para los recién llegados.
- Notas de sabor complejas. Cada sorbo de Tullamore DEW revela una paleta de sabores complejos. Que incluyen delicadas notas de miel, vainilla, chocolate, madera, especias suaves, nueces tostadas, higos deshidratados y toques de manzana y peras, que ofrecen una experiencia de sabor rica y cautivadora.
- Herencia cultural. Tullamore DEW celebra la cultura irlandesa en cada botella. Sus etiquetas rinden homenaje a la historia de la destilería y su vínculo con la comunidad local de Tullamore.
- Versatilidad en la mixología. Además de ser un excelente whisky para disfrutar solo, a las rocas, con tónica o ginger ale, Tullamore DEW es una elección perfecta para cócteles de alta calidad, pues su sabor equilibrado lo convierte en la base ideal para cócteles clásicos y creativos.