El fenómeno editorial que atrapó a millones de lectores en todo el mundo da el esperado salto a la pantalla grande. La Empleada, adaptación cinematográfica de la exitosa novela La Asistenta (The Housemaid) de Freida McFadden, se estrena en salas chilenas el 1 de enero, con preventa ya disponible. Dirigida por Paul Feig, la película combina tensión psicológica, humor oscuro y una mirada incisiva sobre las relaciones de poder, inaugurando el año cinematográfico con una propuesta tan inquietante como irresistible.
La historia sigue a Millie Calloway, quien llega a trabajar a la impecable casa de los Winchester buscando una segunda oportunidad. Sin hogar estable y tratando de recomponer su vida, Millie acepta un empleo que, en apariencia, parece sacado de un cuento moderno: una mansión perfecta, comodidades aseguradas y una familia que proyecta orden y elegancia. Sin embargo, pronto queda claro que ese mundo funciona bajo reglas implícitas, silencios incómodos y una red de apariencias donde el chisme y la manipulación son moneda corriente.
Exploración de miedos
Paul Feig describe el atractivo central del relato como una exploración de miedos profundamente humanos. Desde su primera lectura del libro, el director quedó impactado por la manera en que McFadden construye un universo seductor para luego desmontarlo, obligando al espectador a preguntarse si realmente desea aquello que parecía ideal. Esa tensión se traduce en un ritmo que no da tregua, lleno de giros, secretos y un constante juego por el control.
Millie es interpretada por Sydney Sweeney, quien además participa como productora ejecutiva. La actriz se declara fan del libro y destaca la crudeza y vulnerabilidad del personaje, atrapado en un trabajo que la consume emocionalmente. Para Feig, no había otra opción posible: Sweeney encarna a una protagonista golpeada por la vida, pero lejos de estar rota, capaz de despertar empatía inmediata.
En el rol opuesto aparece Amanda Seyfried como Nina Winchester, la jefa exigente y volátil que domina la casa con una mezcla de elegancia, inseguridad y manipulación. Tras su fachada perfecta, Nina esconde una personalidad impredecible que transforma el hogar en un espacio tan bello como peligroso. Seyfried construye un personaje lleno de matices, capaz de pasar del afecto al maltrato psicológico en cuestión de segundos.
Una experiencia intensa
El guión, a cargo de Rebecca Sonnenshine, logra trasladar la arquitectura psicológica del libro al cine incorporando dinamismo y un sutil humor negro que no diluye la oscuridad del relato. La propia Freida McFadden celebró la adaptación, destacando cambios que incluso desearía haber incluido en la novela, y el pulso de Feig para convertir la historia en un “accidente ferroviario” del que es imposible apartar la mirada.
Con más de 3,5 millones de copias vendidas, traducciones a 45 idiomas y una permanencia de 130 semanas en listas de best sellers, La Empleada llega al cine con un respaldo contundente. Su estreno promete una experiencia intensa, donde cada habitación oculta una verdad y cada personaje dice menos de lo que sabe. El 1 de enero, la pregunta será inevitable: ¿quién tiene realmente el control dentro de la casa Winchester?
