Aunque probablemente lo más esperado por muchos en la reapertura de los cines chilenos luego de 11 meses por el contexto pandémico sea la posibilidad de al fin ver en pantalla grande la tan comentada “Tenet” de Christopher Nolan, hay un puñado de otros estrenos que llegan a la cartelera presencial. Entre ellos, uno de los que quizás más amerita ser visto en pantalla grande es esta producción china, una convencionalmente entretenida -aunque a menudo inverosímil y hollywoodense- recreación de una histórica hazaña real del alpinismo mundial, que tiene como productor al veterano cineasta de origen vietnamita Tsui Hark, el mismo que en los años 90 se consagró con la saga de películas: “Érase una vez en China” y que a fines de esa misma década tuvo una no muy exitosa incursión en el cine occidental con un par de producciones protagonizadas por Jean-Claude Van Damme: “La colonia” y “Golpe fulminante”.
Cada cierto tiempo se estrena este tipo de películas, que suelen mezclar el heroísmo, el sacrificio y el espíritu de superación con el drama humano y familiar. Entre los ejemplos más recientes se puede recordar otro filme ambientado en la misma zona: “Everest” (2015), lleno de reconocidas figuras como Jake Gyllenhaal, James Brolin, Keira Knightley, Robin Wright y Vanessa Kirby, entre otros. Pero en este caso el argumento tiene la particularidad de estar abordado desde la óptica china, lo que en buena medida lo hace más atractivo, tanto porque no es mucho el cine asiático que llega a la cartelera comercial, como porque la forma de desplegar el relato es bastante especial.
El hongkonés Daniel Lee, quien durante el último cuarto de siglo ya ha dirigido una docena de películas, se centra acá en los esfuerzos del primer intento oficial de un equipo de alpinistas chinos por llegar a la cumbre del Everest y convertirse en los primeros del mundo en lograr ascender por el lado norte de la más legendaria y alta montaña del planeta. Esto, que consiguieron materializar en 1960, como se ve en los primeros 10 minutos del film; pero como los tres montañistas perdieron la cámara durante su odisea y no se quedaron con testimonios visuales que acreditaran su logro, la comunidad internacional de alpinismo los mira con desconfianza y escepticismo. Por lo mismo, tras disolverse el grupo y separarse por más de una década, se reagrupan en 1973 impulsados por el gobierno para volver a intentarlo, pero esta vez liderando a 400 personas en un duro proceso de entrenamiento y preparación, que culminaría en 1975 con el ascenso definitivo.
Figuras asiáticas para la acción y el romance
El elenco incluye a reconocidas figuras del cine asiático encabezadas por Jing Wu, Wang Jingchun (ganador del Oso de Plata al Mejor Actor en el Festival de Berlín de hace dos años), So Long, My Son y la reconocida actriz china Zhang Ziyi, quien a lo largo de dos décadas no sólo ha brillado en el cine de su país dirigida por realizadores como Zhang Yimou, sino que se ha convertido en una de las pocas estrellas del cine oriental que han desarrollado una carrera internacional continua y exitosa, desde el impacto de títulos como “El tigre y el dragón”, “Héroe” y “La casa de las dagas voladoras”; o sus cintas con Wong Kar-wai:”2046” y “The Grandmaster”, hasta protagonizar “Memorias de una geisha” e incluso participar en blockbusters como “Godzilla 2: El rey de los monstruos”.
¿Y la publicitada actuación del popular Jackie Chan? En estricto rigor, se trata de una fugaz aparición, de menos de tres minutos, en una suerte de epílogo que transcurre en 2019, mismo año del estreno original de este filmw. Si pestañean, se lo pierden, porque a continuación empiezan a desfilar las, a estas alturas, casi inevitables imágenes reales de archivos que se suelen mostrar durante los créditos finales.
Estamos en definitiva ante un clásico drama de acción y aventuras, que por momentos parece película de propaganda patriótica, tanto por la forma en que se presenta a los personajes y cómo siguen su ruta personal y pública. También debemos considerar que el primer ascenso de 1960 se dio precisamente en un momento muy complejo a nivel político, porque fue al año siguiente de la revuelta que tensionó aún más las relaciones entre China y el Tibet, lo que desembocó incluso en que el Dalai Lama tuviera que abandonar esos territorios.
Acá cualquier atisbo de alguna complicación socio-política queda fuera, ya que todo parece seguir un esquema de lo que dicta la tradición hollywoodense en este tipo de historias, incluyendo el componente romántico por partida doble. Por un lado, el amor entre el líder del equipo y la estudiante de meteorología, los que encarnan Jing Wu y Zhang Ziyi; y también en una versión más juvenil, entre una muchacha y el fotógrafo que se une a la expedición de los años 70.
Grandilocuencia épica y heroica
En esos momentos se roza la cursilería, sobre todo porque el lirismo del guion del poeta y novelista chino de orígenes tibetanos Alai -en el que también trabajó el director de la película-, que ya ha utilizado al inicio el vuelo de las grullas como símbolo y metáfora, aprovecha de deslizar frases como «La montaña que estás intentando escalar, es entre nosotros dos». Pero nada de eso afecta demasiado lo efectivo del producto, que cumple con todo lo que se puede esperar de una historia como esta, como la ardua etapa de entrenamiento, las diferencias internas entre los integrantes del equipo y los contrastes entre los veteranos y las nuevas generaciones. Todo al servicio de un vehículo de acción y aventuras en la más pura tradición de Hollywood, lo que también se refleja en la banda sonora de Henry Lai, atractiva pero muy cliché en su grandilocuencia épica y heroica.
Como también ocurre en las producciones estadounidenses de este tipo, aunque esté basada en hechos reales “Avalancha: Desastre en la montaña” está llena de escenas inverosímiles e improbables, partiendo por el comienzo, cuando los tres exploradores están subidos uno en el hombro del otro, ¡y uno de ellos incluso está descalzo en plena cumbre del Everest!
En esos primeros minutos, cuesta no dejar de fijarse en los efectos especiales que a menudo parecen rudimentarios, lo que se nota más aún por los movimientos de cámara y la forma en que están iluminadas y fotografiadas las escenas. Pero con un poco de buena voluntad del espectador, cuando ya nos hemos acostumbrado al estilo visual de la puesta en escena de Daniel Lee, uno deja de ponerse muy exigente y sólo hay que dejarse llevar por su sentido de la acción, con esas transiciones bruscas, el marcado manejo del ritmo y el paso del tiempo, que hace que todo se sienta permanentemente vibrante y acelerado. Casi no nos da tregua durante las dos horas de duración, en cuya mitad se encuentra uno de los momentos más espectaculares, de noche y en medio de una tormenta.
Lamentablemente para este comentario no pudimos ver este largometraje en un cine, porque da la impresión que precisamente es de esas películas que ganan mucho más en la pantalla grande. ¡Otra razón para aprovechar el regreso a las salas luego de tanto tiempo! Una advertencia, todas las copias de la película están doblada al español.
Título Original: Pan deng zhe
Título en inglés: The Climbers
Director: Daniel Lee
País: China
Año: 2019
Género: Acción, aventura, drama
Duración: 125 minutos
Con: Jing Wu, Zhang Ziyi, Zhang Yi, Boran Jing, Ge Hu, Jingchung Wang
Guión: Alai, Ying Shang, Daniel Lee
Música: Henry Lai
Producción: Tsui Hark, Ji Huang
Fecha De Estreno: 18 de febrero, 2021
Distribuidora/Plataforma: BF Distribution / Cines de Cinemark y Cinépolis/Hoyts