La segunda temporada de El juego del calamar (Squid Game), aunque ha logrado cifras impresionantes de audiencia y ha sido bien recibida por críticos de todo el mundo, no ha estado exenta de controversias. Recientes llamados al boicot en Vietnam y debates sobre la representación LGBTQ+ han puesto a la serie en el ojo del huracán, evidenciando los desafíos de crear contenido global en un mundo cada vez más consciente de su historia y diversidad.
El episodio 5 de esta temporada provocó una fuerte reacción entre los espectadores vietnamitas. La polémica se centra en un diálogo en el que el jugador 388, Dae-ho (interpretado por Kang Ha-neul), menciona que su padre, un veterano de la Guerra de Vietnam, fue quien lo envió a unirse a los Marines. Ante esto, otro personaje responde: “Tu padre debe ser un hombre honorable”.
Para los espectadores vietnamitas, esta frase parece ignorar las atrocidades cometidas por soldados surcoreanos durante la Guerra de Vietnam, incluyendo crímenes de guerra y violaciones a los derechos humanos por eso fueron los llamados al boicot. En redes sociales, algunos usuarios calificaron la escena como un intento de “blanquear” esos episodios históricos, mientras que otros criticaron la hipocresía de Corea del Sur por exigir disculpas a Japón por su colonización mientras “presume” su participación en Vietnam.
El asunto ha escalado hasta las autoridades vietnamitas. Según informes, el Departamento de Cine de Vietnam está revisando la serie para determinar si viola las leyes cinematográficas del país, lo que podría llevar a su eliminación de Netflix Vietnam.
Debate sobre representación LGBTQ+
Otro tema que ha generado controversia en esta temporada es la inclusión de un personaje transgénero femenino, cuya motivación en el juego es obtener dinero para su cirugía de afirmación de género. Aunque el intento de dar visibilidad a la comunidad LGBTQ+ ha sido celebrado por algunos, la decisión de elegir a un actor cisgénero para el papel ha sido duramente cuestionada.
El creador de la serie, Hwang Dong-hyuk, afirmó que no pudo encontrar actrices trans en Corea del Sur debido al estigma social que enfrenta esta comunidad. Sin embargo, críticos y fans argumentan que esto perpetúa la falta de oportunidades para actores trans, subrayando una contradicción en una serie que se centra en exponer las desigualdades sociales.
¿Una doble moral en el discurso de la serie?
Las controversias han planteado preguntas sobre la coherencia de El juego del calamar como una crítica a los sistemas de opresión. Mientras que la serie denuncia el capitalismo y las desigualdades de clase, algunos espectadores ven un doble estándar al evitar temas que puedan incomodar la narrativa histórica de Corea del Sur o no ofrecer apoyo tangible a comunidades marginadas.
A pesar de estas críticas y los llamados al boicot, El juego del calamar sigue siendo una de las producciones más influyentes de Netflix. No obstante, las tensiones culturales que enfrenta demuestran la creciente responsabilidad de las producciones globales de abordar temas sensibles con mayor sensibilidad y precisión histórica.
