Ya desde su comienzo. Con los créditos iniciales escritos en braille y acompañados por una voz que va mencionándolos. Queda claro que la propuesta de “El ciego que no quería ver Titanic” es bastante especial, como se podía sospechar también por su singular título.
Escrita y dirigida por Teemu Nikki. Esta película finlandesa tuvo su premiere hace dos años en la sección Orizzonti del Festival de Venecia. Y tras sus recientes funciones en el Mes de la Red de Salas de Cine de Chile y el Festival de Cine Europeo. Ahora se puede ver en Cinépolis La Reina y Cine El Biógrafo.
Los ojos del protagonista
Jaakko, serán lo primero que veremos cuando comienza el filme. Mientras oiremos sus conversaciones telefónicas o lo que oye en la radio. Por todo lo que conversa y las ingeniosas y oportunas alusiones fílmicas que siempre que puede intercalar en sus comentarios (como su admiración y fanatismo por la filmografía de John Carpenter previa a los años ’90), pronto queda claro que es muy cinéfilo, como también delatan unos posters que se alcanzan a divisar en su habitación. Pero como ya anunciaba el título. Él no puede ver, por culpa de una esclerosis que además lo dejó paralizado de la cintura hacia abajo y obligado a andar en silla de ruedas.
Sin embargo, aunque debe pasar sus días encerrado en su departamento y tiene una enfermera que lo va a visitar -con la que por supuesto no puede dejar de gastar bromas cinéfilas, diciéndole Ratched o Annie Wilkes-, Jaakko es bastante independiente. E incluso podemos deducir que tiene un interés sentimental en Sirpa, la mujer a quien conoció online pero nunca se han encontrado en persona. A pesar de que comparten constantes y cotidianas conversaciones telefónicas. Donde hablan desde sus respectivos problemas de salud, hasta el gran tesoro que él conserva: su colección de películas. Además de lo que hay en su estantería que incluye cinco cajas con títulos menos interesantes, siete bolsas con VHS, y sólo dos blu-ray. Porque cuando empezaron a ponerse de moda su vista ya se estaba deteriorando. Y entre los títulos que posee, hay uno que nunca vio a pesar de su fama y premios: el Titanic de James Cameron. Lo que explica el título del film y además da pie a distintos momentos en sus diálogos con Sirpa.
desafío de salir de casa
La cotidianeidad de Jaakko se verá alterada el día en que se entera de que la vasculitis que aqueja a Sirpa se ha complicado. Y la salud de ésta se ha deteriorado, lo que lo impulsará a dar un paso inédito y arriesgado. Intentar por primera vez salir solo de su hogar y a pesar de todos los obstáculos, viajar hasta la ciudad de ella para visitarla. Creo que es mejor no adelantar lo que sucederá después, para no spoilear. Y porque, aunque ya algo se adelanta en el trailer, igual me parece fundamental para la apreciación de la audiencia que su reacción ante los acontecimientos vaya en paralelo a lo que se encuentre el protagonista en su salida.
Es difícil no empatizar con Jaakko, no sólo porque el personaje es simpático y tiene una personalidad muy carismática y energética. Sino además por la excelente actuación de Petri Poikolainen, quien en la vida real efectivamente es ciego. Y debe andar en silla de ruedas a raíz de la esclerosis. Pero no es sólo por eso por lo que cae bien. Es por la sensibilidad y humanidad que transmite su interpretación. Y porque prácticamente está en pantalla casi todo el metraje, y aunque debe interactuar con otros personajes. Su protagonismo es absoluto.
Ayuda mucho además la manera en que se desarrolla su personaje y su historia. Porque no estamos ante la típica trama edulcorada de superación de las adversidades. Y a pesar de lo que se pudiera pensar, su rol no se parece ni a lo que hicieron Vittorio Gassman o Al Pacino en Perfume de mujer, ni al Ray Charles de Jamie Foxx, y a pesar de los contratiempos que pueda encontrar en el camino, tampoco es como la angustiada Audrey Hepburn de Wait until Dark o la sufrida Björk que estaba quedando ciega en Bailarina en la oscuridad.
apuesta más directa y sensorial
Como película, “El ciego que no quería ver Titanic” es una apuesta muy atractiva e interesante. No sólo por las alusiones cinéfilas de su protagonista, sino además por la manera en que se cuenta su historia y cómo está filmada. Porque como se dijo al inicio, su propuesta es bastante especial y en ese sentido no se parece a otras producciones más convencionales protagonizadas por personajes que no pueden ver. Acá el guión y la dirección de Teemu Nikki asumieron el desafío de plantearse de manera más inmersiva e inclusiva. Y es así como la cámara está casi siempre concentrada frente o alrededor de Jaakko. Mientras lo que lo rodea aparece difuso o difuminado. Sólo permitiéndonos a ratos adivinar formas o intuir cosas a través de colores, siluetas, sombras u oscuridad, y por supuesto con el apoyo del sonido.
Lo anterior no significa que como espectadores estemos casi exactamente en la misma situación que el protagonista. Como tan bien lo desarrollaba a través del uso del sonido “Sound of Metal” con la situación auditiva del protagonista que encarnaba Riz Ahmed. Pero sí nos lleva a sentir o solidarizar con su situación de manera más directa y sensorial. Podremos estar o no de acuerdo con la manera en que se va desenvolviendo la trama. O las decisiones argumentales del guión de Teemu Nikki. Pero igual hay que reconocer que con buen ritmo, economía de recursos y una hábil mezcla de drama, elementos de humor y calidez y también suspenso, este trabajo nos ayuda a reflexionar y percibir de una manera distinta lo que implica no poder ver y las condiciones en que alguien en esa situación puede seguir adelante con su vida.
- Título original: Sokea mies joka ei halunnut nähdä Titanicia
- Director: Teemu Nikki
- País: Finlandia
- Año: 2021
- Género: Drama
- Duración: 82 minutos
- Guión: Teemu Nikki
- Con: Petri Poikolainen, Marjaana Maijala, Samuli Jaskio, Rami Rusinen, Hannamaija Nikander
- Producción: Teemu Nikki, Jani Pösö
- Fecha de estreno: 29 de junio de 2023
- Distribuidora: Cinetopia