Placer Culpable

Feb 24, 2023

Placer Culpable Cine: Ellas hablan

Primero la conocimos como niña actriz en películas como “Las aventuras del barón Munchausen” y a medida que fue creciendo la vimos como figura juvenil en títulos de autores reconocidos como en “El dulce porvenir” de Egoyan, “eXistenZ” de Cronenberg o “Mi vida sin mí” de Isabel Coixet, pero en la actualidad la canadiense Sarah Polley parece más concentrada en su carrera como realizadora, en la que ya llamó la atención en 2006 con el primer largometraje que dirigió: “Lejos de ella”, que destacaba especialmente por la conmovedora interpretación protagónica de la gran Julie Christie, quien fue nominada al Oscar como Mejor Actriz por su rol. Ahora tenemos a Polley de regreso en la cartelera, con su cuarta película como cineasta y, nuevamente con un marcado sesgo femenino, ahora multiplicado entre distintos personajes: “Ellas hablan”, actualmente nominada a dos Oscar, Mejor Película y Mejor Guion Adaptado. 

De las 10 nominadas en la categoría principal de los premios de la Academia de Hollywood, es la única que dirige una realizadora y además la más breve, con poco más de una hora y media que contrasta con las más de tres horas de “Avatar: El camino del agua”, o las que rondan o superan las dos horas y media, como “Elvis”, “Tár”, “Los Fabelman”, “Sin novedad en el frente” y “El triángulo de la tristeza”. Pero lo que cuenta es muy contundente y es difícil permanecer indiferente: basada en la novela homónima de la también canadiense Miriam Toews, a su vez inspirada en hechos reales ocurridos en 2010, se centra en las mujeres de una severa comunidad menonita, quienes desde la infancia y en distintas edades se han acostumbrado a ser abusadas por algunos de los hombres, quienes las hacen dormir con tranquilizante para el ganado y luego aprovechan de violarlas, algo que hasta ese momento ellas no se han atrevido a denunciar, porque los ancianos del lugar aseguran que son cosas de fantasmas o del demonio, e incluso fruto de una imaginación salvaje. Así han soportado y asumido en silencio esta dolorosa y terrible realidad, porque piensan que en caso de quejarse o hacerlo público podrían no entrar al Reino de los Cielos y, además porque como una de ellas dice en un momento, toda la vida nunca ha importado lo que ellas piensan.  

Mujeres en pugna y protagonismo colectivo

Lo que desencadena la trama es que, aprovechando que la gran mayoría de los hombres está fuera de la comunidad, porque un grupo de ellos fueron arrestados cuando algunas de las mujeres se atrevieron a quejarse ante una nueva violación, unas pocas asumen la representación de las demás y deciden discutir y votar si seguirán soportando esto en silencio, quedarse y luchar, o simplemente partir y abandonar el lugar. Pero como no saben leer ni escribir, cuentan con el apoyo y asistencia del único hombre que parece estar de su lado, el profesor de la escuela de la comunidad, quien ha regresado luego de que su propia familia fuera expulsada hace algunos años. Pero tratándose de una realidad que ha perdurado durante años y décadas, no será fácil tomar la decisión, sobre todo porque cada una tiene su propia personalidad y forma de pensar. Como dice la propia película en un momento, «lo que sigue es un acto de imaginación femenina» y a partir de esto tal como se podía intuir por el nombre del filme, las mujeres hablan y hablan, y cada una tiene su momento en el que podrá exponer sus dudas e incertidumbres, conformando una especie de alegoría que a pesar de estar basada en un suceso de la vida real, funciona a la vez como un interesante y valioso resumen de muchas de las problemáticas que se han estado discutiendo y abordando a lo largo de los últimos años en torno al rol de la mujer en la sociedad, el patriarcado, los abusos sistemáticos, la violencia de género y la masculinidad tóxica, entre otras.

Aunque como sugiere su título lo que prima por sobre todo es la palabra y, por lo tanto “Ellas hablan” descansa en mayor medida en la oralidad, también importa mucho lo visual tanto en los rostros, las miradas y los silencios de su elenco, como en las decisiones de dirección: cómo se cuenta, cuánto se cuenta, son decisiones de guion y realización en las que Polley tiene muy claro el aporte que pueden hacer los breves pero contundentes flashbacks para complementar y hacer más comprensible lo que está pasando, o la opción de no mostrar de manera explícita los abusos y preferir sugerirlos con detalles o con los relatos mismos y que, de todos modos, lo que ocurre igual pueda estremecer o conmover a la audiencia. Los resultados en una película como esta dependen mucho del notable despliegue interpretativo de su elenco, algo que la propia Polley, viniendo ella misma de la actuación, sabe aprovechar y resaltar muy bien, con un protagonismo colectivo muy logrado, donde de todos modos destacan especialmente algunas por sobre otras, que encarnan ciertos rangos: una beatífica Rooney Mara, la intensidad de Claire Foy, la agitación y furia acumulada de Jessie Buckley, la serenidad y templanza de las dos mujeres mayores -Judith Ivey y Sheila McCarthy-, la estoica resignación de Frances McDormand y la emotiva sensibilidad, humildad y apoyo que les entrega Ben Whishaw.

Tono austero y posibles divergencias de opiniones

Polley apuesta por un tono austero, que se ve reforzado por las tonalidades sepia, casi grisáceas, de la fotografía de Luc Montpellier y por la banda sonora sutil y en tono menor de Hildur Guðnadóttir, una de las compositoras de moda en los últimos años, en un registro muy distinto de la partitura para “Joker” por la que ganó el Oscar y con mucha más presencia que en el otro título nominado a Mejor Película para el que escribió música, “Tár”. Uno de los aspectos que no me terminó de convencer por completo es el ritmo del filme y cómo lo manejan desde el montaje Christopher Donaldson y Roslyn Kalloo, ya que, aunque el relato se da tiempo para pausas, la forma en que se desarrolla se siente a menudo entrecortada, como si fuera fragmentada o interrumpida, y no necesariamente queda claro si era la intención original de la realizadora, o así quedó. Sea como sea, influye en cómo se recibe esta historia.

Y es que, al margen de lo importante de su mensaje, qué tan efectiva sea o no la película dependerá de la percepción del público. Para algunos, la manera de plantear la trama y la puesta en escena se sentirá demasiado verbalizada y cercana a lo teatral, con lo que puede parecer muy discursiva, casi didáctica y monótona o reiterativa y además abordando una realidad que ya está demasiado visibilizada en los últimos años; y también podría llamarles la atención o parecer curioso que, a pesar de tratarse de mujeres no letradas, tengan la capacidad de debatir de esa manera durante todo el film. Para otros, la fuerza de su propuesta, las actuaciones y los distintos puntos de vista la harán aún más potente y conmovedora y, aunque se trate de ideas y situaciones que se han hecho más recurrentes en tiempos recientes, el cine necesita seguir contando estas historias, hasta que nuestra sociedad termine de asumir y entender que no pueden seguir ocurriendo.

  • Título original: Women Talking
  • Directora: Sarah Polley
  • País: Estados Unidos
  • Año: 2022
  • Género: Drama
  • Duración: 104 minutos
  • Guión: Sarah Polley
  • Con: Rooney Mara, Claire Foy, Jessie Buckley, Judith Ivey, Ben Whishaw,  Sheila McCarthy, Frances McDormand, Michelle McLeod, Kate Hallett, Liv McNeil, Emily Mitchell, August Winter
  • Música: Hildur Guðnadóttir
  • Producción: Dede Gardner, Jeremy Kleiner, Frances McDormand
  • Fecha de estreno: 23 de febrero, 2023
  • Distribuidora: Andes Films Chile

Joel Poblete Morales

Periodista y crítico de cine, ex presidente del Círculo de Críticos de Arte de Chile. Como miembro de la Federación Internacional de la Prensa Cinematográfica, FIPRESCI, integró jurados de la crítica en festivales de Alemania, España, Suiza y México. Entre 2007 y este año fue uno de los programadores del festival de cine SANFIC. Periodo 2020 - 2023.

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