Desde que a fines de julio reiniciara sus funciones ahora en la bonita y acogedora Sala CEINA, en pleno centro de Santiago, al mismo tiempo que continúa con su activa plataforma online, Centro Arte Alameda ha ido retomando paulatinamente el intenso ritmo de programación que habitualmente tenía en su emblemático cine, incendiado hace ya casi dos años, en diciembre de 2019. Y precisamente en ese año, en la sección Forum del Festival de Berlín, debutó mundialmente un estreno exclusivo que ahora llega a su cartelera presencial: “So Pretty”, coproducción entre Estados Unidos y Francia que ese mismo 2019 ganó la Competencia Internacional de FicValdivia.
Tras su documental “Empathy”, de 2016, este es el segundo largometraje como cineasta de Jessie Jeffrey Dunn Rovinelli, quien ahora firma como Jessica Dunn Rovinelli y además de dirigir escribió el guion, realizó el montaje, es una de las productoras y también es una de las integrantes del grupo de jóvenes trans en el que se centra el film, una suerte de comunidad que comparte una casa en Brooklyn.
Un texto de plena vigencia
“So Pretty” se inspira en una novela del escritor y activista alemán Ronald M. Schernikau -quien dedicó a las temáticas LGBT gran parte de su obra, antes de fallecer de Sida en 1991, con sólo 31 años- de extenso y atractivo título: “Y mientras el príncipe bailaba con el cochero, fueron tan hermosos que toda la corte entró en éxtasis”. Una película utópica.
El texto de Schernikau es el punto de partida de este filme que se desarrolla con un particular tono que mezcla la ficción y el documental, en el que no hay una trama en el sentido tradicional del término, sino una sucesión de momentos en la vida cotidiana de este grupo de personas. El personaje de Dunn Rovinelli acaba de regresar a Nueva York luego de un tiempo determinado y llega a instalarse en la casa donde vive la persona con la que tiene una relación y ahí conocerá a los otros integrantes de la comunidad.
Al tiempo que los vemos en su rutina diaria, en algunos momentos leen en público fragmentos del texto original, e incluso asumen los nombres de sus personajes: Paul, Franz, Erika, Tonia (en vez de Tonio, como aparecía en el libro), Helmut. Aunque la novela de Schernikau describía la realidad de la Alemania de los años 80, en los últimos años antes de la caída del muro de Berlín, muchos aspectos de lo escrito aún se mantienen en la sociedad actual y por lo tanto son un interesante eco o reflejo de lo que muestra el filme o las situaciones que viven sus protagonistas, mientras otros han cambiado notoriamente.
Divisiones y conceptos en proceso de cambio
Una de esas cosas que han ido evolucionando de manera diferente y en especial en los últimos años, es el concepto de una división exclusivamente binaria del género, en días en que lo femenino o lo masculino ya no son las únicas formas de asumirse, a lo que incluso se puede aludir en el título de esta película, cuya traducción aparece como «tan linda», pero podría también ser «tan lindo». Asimismo, está la idea de que la definición de una relación no necesariamente tiene que corresponder a «estar en pareja», como reflexiona uno de los personajes en un momento o como se lee en un instante casi al inicio, directamente del original literario: «Esta película trata de cuatro personas tratando de organizar su amor. El problema es que su amor ya está organizado. Su amor está organizado según exclusividad, autodefensa, y el estar en pareja».
En un grupo de personas, como quienes habitan esa casa en Brooklyn, que viven el amor libre y donde el género no queda totalmente definido o explicitado, el texto de Schernikau encuentra nueva vida, reflejándose así vigente y contemporáneo a pesar del paso del tiempo. Tal vez podríamos esperar una mayor profundización en sus personalidades o que fueran más allá de ciertos arquetipos y pudiéramos comprender mejor sus actitudes y reacciones o que se traspasaran mayores emociones más allá de lo epidérmico, pero acá la propuesta formal va por otro lado y eso es totalmente válido.
Una mirada contemporánea y directa
Espontánea y directa, sin ataduras en diversos sentidos -tanto en las temáticas como en los cuerpos desnudos-, la película está filmada por Dunn Rovinelli con mucha sensorialidad, con el apoyo de la dirección de fotografía de Bill Kirstein -quien además es uno de los productores- y la música de Rachika S., seudónimo artístico de Rachika Samarth, quien también actúa interpretando a una de las protagonistas, Erika.
Así como quienes integran esta comunidad son personas trans en momento de transición, la cámara transita y se desplaza con una cadenciosa fluidez por las locaciones, ya sea en los espacios cotidianos que comparten o en el entorno urbano, que está muy presente en el largometraje. Tanto en su activismo que se siente muy contemporáneo considerando cómo está la sociedad a nivel mundial, como en la deriva emocional que amenaza con complicar la armonía colectiva y que puede estar conectada con carencias afectivas y heridas del pasado que aún deben cerrarse. Y. por supuesto, con la conexión germana del libro original es inevitable recordar el cine de un autor como Fassbinder, entre otros nombres con los que podemos establecer nexos y filiaciones. Además de percibirse como muy actual, este filme es a la vez muy coherente con la visibilización de las disidencias que siempre ha apoyado el Centro Arte Alameda, por lo que es un estreno muy relevante y pertinente.
Título Original: So Pretty
Director: Jessie Jeffrey Dunn Rovinelli
País: Estados Unidos-Francia
Año: 2019
Género: Drama
Duración: 83 minutos
Guión: Jessie Jeffrey Dunn Rovinelli
Con: Edem Dela-Seshie, Thomas Love, Jessie Jeffrey Dunn Rovinelli, Rachika Samarth, Phoebe DeGroot, Arlene Gregoire
Producción: Anne Coburn, Bill Kirstein, Jessie Jeffrey Dunn Rovinelli
Fecha De Estreno: 7 de octubre
Distribuidora: Centro Arte Alameda, Sala Ceina