De acuerdo con un informe del World Resources Institute, la remoción de dióxido de carbono es esencial para limitar el aumento de la temperatura global a 1.5°C, por lo que empresas líderes como CASIO están creando tecnología para compensar la huella de carbono y reducir su impacto en el planeta.
El tema de las emisiones de carbono se ha vuelto cada vez más apremiante en los últimos años. Después del Acuerdo de París (COP21), muchos países comenzaron a avanzar hacia los objetivos de neutralidad de carbono a través de innovaciones tecnológicas verdes y energía limpia.
Los humanos han estado trabajando en soluciones sostenibles para las necesidades diarias durante mucho tiempo. Ya a principios del siglo XIX, el 90 % de los taxis de la ciudad de Nueva York eran eléctricos. Pero hoy, las soluciones innovadoras a nuestros problemas ambientales son más populares y más necesarias que nunca.
Es por ello que referentes tecnológicos como Casio trabajan en soluciones para compensar su huella de carbono y reducir su impacto en el planeta tierra. Con esta visión a futuro de la compañía japonesa, G-Shock, su marca de relojes resistentes a los impactos, adoptó la sostenibilidad como uno de sus principales pilares de cara a su 40 Aniversario, cumplido el pasado 12 de abril.
A partir de este año, G-Shock fabricará sus modelos con materiales de origen biológico. Las resinas de base biológica son polímeros producidos mediante síntesis química o biológica de elementos procedentes de materia vegetal u otras sustancias orgánicas renovables, ayudando así a reducir el impacto ambiental y promover el cambio a una economía circular.
Pero, ¿qué son las resinas de biomasa, qué biomateriales nacen del proceso y cómo se llega a biopolímeros más respetuosos con el medio ambiente para la fabricación de relojes?
Los componentes extraídos de materiales de origen vegetal, una vez convertidos en resinas de biomasa, son granulados y se utilizan para modelar los componentes del reloj, incluidos la parte frontal y posterior de la carcasa y la correa del reloj. El uso de estos materiales refinados para el diseño de los modelos ha permitido la elaboración de productos con la calidad resistente que caracteriza a G-Shock.
Las resinas que se emplean están hechas de materiales extraídos de semillas de ricino y de maíz, para fabricar materiales con potencial de cambio que contribuyen a los esfuerzos globales por revertir la curva de concentración de carbono (CO2) en el ambiente.
En el último eslabón de la vida útil, la biomasa se incinera al ser descartada. Las plantas que son la fuente de este material, capturan casi la misma cantidad de CO2 a través de la fotosíntesis mientras crecen que la que se libera cuando se quema la biomasa, lo que puede hacer que la misma sea una fuente de energía neutra en carbono, de acuerdo con la USA Energy Administration. En consecuencia, se cree ampliamente que el uso de resinas de base biológica producidas con materiales de biomasa ayuda a reducir las emisiones de CO2 a la atmósfera. Además, dado que se producen a partir de recursos orgánicos renovables, pueden ayudar a reducir el uso de recursos finitos como los fósiles.
Otra de las acciones que G-Shock está impulsando en sus modelos contra el cambio climático, es el empleo de Tough Solar, una tecnología propia de Casio donde el reloj tiene un panel solar que capta cualquier fuente luminosa (sol o luz artificial, incluso de fuentes débiles) la cual es almacenada en una batería recargable. De esta forma, los pequeños paneles solares hacen que los relojes que cuentan con esta función no tengan que cambiar nunca su batería.
Además, a través de sus distribuidores locales, G-Shock ha comenzado un plan de limpieza de playas que ya dio inicio en Panamá y que continuará a través del año en otros países de la región, como parte de una estrategia de voluntariado corporativo en América Latina.
