Cada cierto tiempo Hollywood nos regala películas con actores y actrices que fueron grandes estrellas en su tiempo. Quienes somos de la generación nos encantamos y agradecemos estos gestos porque siempre es grato volver a ver al atractivo Richard Gere, a la notable Susan Sarandon, para qué decir a Diane Keaton y a William H. Macy, que no deja de sorprenderme. Para atraer a los más jóvenes en el caso de esta película aparecen Emma Roberts y Lucke Bracey.
Sin embargo, en “Quizás, para siempre” este despliegue actoral de los años 90 no fue suficiente porque falló un buen guión original, novedoso, que identifique con la historia porque, en mi caso por la edad, era fácil empatizar con la historia o con alguna de las cosas que se abordaban. Pero no pasó nada de eso, en algún diálogo me salió una tibia sonrisa y mientras avanzaba el filme, empecé a echar de menos a Woddy Allen porque había mucho bla bla y nada de sustancia.
Todo es frío y maqueteado
Puede que esto se deba a que reconocidos directores de comedias y dramas románticos ya lo han hecho todo, con todo tipo de recursos, buenos guiones, excelentes puestas en escena, humor, llanto, enredos, en fin, cosas que nos encantan y que buscamos en el cine. En “Quizás, para siempre” todo es frío, maqueteado y predecible como juntemos todo lo que funciona y pongamos actores conocidos y ya está.
La película comienza con un hombre llorando a mares en un cine, mientras una mujer lo observa y lo ayuda en su pena. La conversación termina en un motel y en una caminata en la noche intercambiando reflexiones sobre las relaciones de pareja. Acto seguido aparece un elegante dormitorio en un lujoso hotel, donde otra pareja termina una relación de amantes. Después, vemos una pareja de jóvenes en crisis: la chica presiona al chico para casarse, pero él tiene serias dudas. Como una forma de mejorar la situación, los padres de ella invitan al pseudo novio y sus padres a cenar.
Daba para una comedia de enredos o una reflexión profunda
La invitación junta a estas parejas que, tal como sospechábamos, son las del inicio, pero cambiados: el padre de la futura novia es el amante de la madre del novio y la pareja del cine es la otra. Pensé que vería una comedia de enredos, graciosa, pero empiezan los diálogos fomes, superficiales y bien clichés. No hay originalidad en lo que hablan y uno termina aburriéndose.
No se trata de ponernos graves, pero el filme daba para mucho. Si no se iba por el lado del humor, la reflexión pudo ser más profunda. Los actores están bien, tienen oficio, pero vuelvo sobre lo mismo, parece que están ahí como cumpliendo. Solo Macy y Emma Roberts se salvan un poquito.
El debut de Michael Jacobs en la dirección de un largometraje queda al debe y lo poco salvable se lo debemos al cuarteto de experimentados actores que encarnan a distintos arquetipos de adultos mayores decepcionados por la vida matrimonial. Sus largos y acartonados diálogos sobre el paso del tiempo, la finitud del amor y las dificultades de la convivencia funcionan solo gracias al oficio de los intérpretes, que parecen tomarse con humor el desaguisado, pese a lo flojo del guión.
También, no puedo negar que siempre disfrutaré ver al atractivo y buen mozo Richard Gere, por eso puede que cierto segmento maduro disfrute esta comedia romántica que, al final, no es comedia ni romance.
- Título original: Quizás para siempre (Maybe I Do, Estados Unidos
- Dirección y guión: Michael Jacobs.
- Año:2022
- Duración: 95 minutos
- Con: Emma Roberts, Richard Gere, Susan Sarandon, Luke Bracey, Diane Keaton, William H. Macy, Kirk Kelly, Gina Jun y Natalie Ortega
- Música: Lesley Barber
- Fecha de estreno: 9 de marzo, 2023
- Distribuidora: BF Distribution
