La pandemia continúa y, al paso que vamos, este año no saldremos de las distintas fases y cuarentenas a las que ya nos acostumbramos. Los cines están cerrados y, realmente, estoy dudando si podrán recuperarse de esta situación que ya se arrastra hace más de un año. Las distribuidoras de películas tratan de sobrevivir a duras penas y la única ventana que están teniendo son las distintas plataformas que, a todas luces, son las grandes ganadoras. Informes provenientes de Estados Unidos señalan que el número de suscriptores aumentó en un 50% promedio en todas las plataformas y además de las ya conocidas, se agregarán varias más, ya que algunos estudios están acelerando la salida de sus propias estructuras para visibilizar su producción.
Este panorama está evolucionando porque, desde enero pasado, se agregaron los estrenos pagados. O sea, además del importe mensual, si uno quiere ver un estreno mundial debe pagar un adicional. Por ejemplo, este viernes 28 de mayo pagando $12.900 podemos acceder a la primera exhibición de “Cruella”, protagonizada por Emma Stone y que muestra los inicios de una de las villanas más insignes de la factoría Disney.
SE AGRANDA LA BRECHA CULTURAL
La publicidad señala que este estreno estará disponible por un tiempo limitado, pero si SE podrá disfrutar del filme cuantas veces SE quiera y en todos los dispositivos compatibles. Atractiva oferta, sin duda, pero bastante cara porque una entrada al cine, antes de la pandemia, costaba alrededor de $6 mil en Chile. Lo que aumentaba el gasto eran las infaltables cabritas y otros embelecos que se compraban para pasar las 2 horas aproximadamente en la forma más agradable posible.
Hemos hablado de que esta pandemia ha dejado en evidencia la enorme brecha social y económica que existe en nuestro país y esta es una muestra más de eso. ¿Quiénes pueden acceder a las plataformas? Aquellos que tienen un poder adquisitivo para hacerlo, porque el resto debe conformarse con una cada vez más intragable televisión abierta y una de cable que va a pasos agigantados hacia el despeñadero. Si bien para algunos el valor del streaming no es una suma impagable, si sumamos que se contratan 2 por lo menos, no deja de ser una cantidad importante. Y lo que es más preocupante: las suscripciones se han reajustado dos veces en menos de un año. O sea, parece que nos están cobrando por un artículo suntuario y no cultural.
SI PAGAS, PUESDES VER ESTRENOS
Pero ahora, llega esta otra dimensión digital que es el estreno simultáneo. Disney es el pionero acá en Chile al menos. Estamos a la espera de HBO Max a fines de junio y ya se asomó Paramount con su plataforma streaming, que también anuncia estrenos simultáneos con el cine. Y ¿Qué pasa con los estudios que no tienen una plataforma como MGM y Sony? Pierden plata y no les queda más remedio que negociar con alguna plataforma para estrenar, por eso no nos extrañemos que muy pronto se estrene la última entrega de 007 en streaming.
Sin embargo, no todos podrán tener el privilegio de verlo cómodamente en su casa. Esa brecha también se está agrandando y desafortunadamente corresponde a nuestro sistema. El poco acceso a la entretención y la cultura, en general, genera otros problemas y por eso la mañida frase “tenemos lo que nos merecemos” es terriblemente injusta porque debería ser la televisión pública la que llene ese espacio con buenos productos y no con programas que dejan mucho que desear y que solo apuntan al pan y circo.
