Casi dos años después de su estreno mundial y luego de ser una de las películas que participaron en enero pasado en la versión online del Festival de Cine Wikén, debuta en la cartelera virtual chilena a través de la plataforma Cining este filme canadiense, una producción claramente dirigida a un público más familiar, que se centra en el veterano Angus, un ingeniero jubilado y viudo que se ha mudado a vivir con la familia de su hija y aún no consigue superar la muerte de su esposa Rosie. El anciano se siente un poco inútil y sólo se dedica a mirar todas las noches con su telescopio las estrellas y especialmente un reluciente cometa; no se lleva muy bien con su yerno, pero sí tiene una especial conexión con su nieto, quien intenta entusiasmarlo para que se anime a participar en el concurso que a modo de lotería ha lanzado un billonario que está organizando el primer vuelo comercial al espacio y ofrece un cupo a quien sea el ganador.
Este es el primer largometraje que dirige la canadiense Shelagh McLeod, quien ha desarrollado una carrera como actriz desde fines de los años 70, gran parte de la cual se ha centrado en la televisión. Y precisamente muy televisivos son los resultados de esta ópera prima, pero no al estilo de las cada vez más cinematográficas producciones que se pueden ver en la actualidad en las distintas plataformas de streaming, sino a la antigua usanza, como esos trabajos que abundaban y aún se ven en la «pantalla chica», de factura sencilla y puesta en escena a menudo bastante plana, con historias cándidas, de componentes emotivos y mensajes edificantes y predecible desarrollo, que pueden ser apreciadas por públicos de distintas edades.
Efectivamente Un sueño extraordinario es bastante convencional y se parece a muchas películas que ya hemos visto antes, no sólo por sus austeras ideas visuales, sino además por los elementos de su historia, desde la complicidad en la relación entre el abuelo y su nieto hasta la simpatía de los viejitos a los que Angus conocerá cuando tenga que irse a vivir a un hogar de ancianos y por supuesto el clásico tema de «la última oportunidad» que se tiene en la vida, porque aunque en un momento se diga que «los sueños no se hacen realidad», la audiencia puede adivinar desde el inicio los rumbos que tomará la trama.
El aporte de Richard Dreyfuss
Se trata de una historia que requiere de la buena voluntad del espectador para dejar pasar muchas cosas improbables -desde un cometa que se ve muy falso y que no parece moverse en el cielo, hasta el poco tiempo de preparación para el viaje espacial, o una postulación justo en el último minuto-, dejar pasar momentos tan cliché como una escena en que los ancianos se ponen a bailar o asimilar los cambios muy poco justificados en la actitud del yerno del protagonista. Y el montaje tampoco colabora demasiado, porque aunque mantiene un buen ritmo a lo largo de su hora y media de duración, todo se siente un poco apresurado y a ratos incluso abrupto.
De todas formas hay que reconocer que pese a todo el film no es demasiado recargado en sus elementos sentimentales y no recurre a golpes bajos ni manipulaciones o excesos lacrimógenos que abusen de la emoción del público. Y esto en buena medida se debe al aporte interpretativo de quien encarna a Angus: el veterano Richard Dreyfuss, quien además es productor ejecutivo de la película. Actualmente de 73 años, el recordado actor que se hizo famoso con clásicos de los años 70 como American Graffiti, Tiburón, Encuentros cercanos del tercer tipo y La chica del adiós se mantuvo vigente de manera bastante activa hasta la década de los 90, que incluyó trabajos con cineastas como Nichols (Recuerdos de Hollywood), Oz (¿Qué tal Bob?), Hallström (Mi querido intruso), Reiner (Mi querido presidente) y Lumet (El lado oscuro de la justicia), e incluso volver a ser nominado al Oscar, por Mr. Holland’s Opus (1995)
Pero en las últimas dos décadas la presencia de Dreyfuss se ha hecho más esquiva y menos relevante, y en la cartelera local apenas lo hemos visto ocasionalmente, en roles de poco impacto o en producciones no precisamente memorables, como el remake “Poseidón”, la sátira política de Oliver Stone, “ W”.; o en dos exitosas producciones protagonizadas por veteranas figuras de Hollywood: “ RED” y “Cuando ellas quieren”. Por eso, aunque en verdad su Angus en “Un sueño extraordinario” no es nada particularmente descollante, la presencia de Dreyfuss aporta una humanidad y calidez muy efectivas para su personaje, como se refleja en las escenas con su hija; y si bien se lo ve bastante avejentado y por momentos incluso frágil -al parecer no sólo porque el rol se lo exija-, es difícil que los más cinéfilos no sientan cierta emoción al verlo soñar nuevamente con viajar al espacio o evocando a su esposa, lo que nos conecta con títulos como “Encuentros cercanos del tercer tipo” e incluso “Always”. Claro, en ellos estaba dirigido por Spielberg, lo que nos confirma internamente que Dreyfuss se merece mejores papeles, películas más inolvidables y cineastas más estimulantes.
Próximamente disponible en Cinemark y Hoyts a través de la plataforma Cining
Título Original: Astronaut
País: Canadá
Año: 2019
Director: Shelagh McLeod
Con: Richard Dreyfuss, Richie Lawrence, Colm Feore, Krista Bridges, Lyriq Bent, Art Hindle, Graham Greene, Karen LeBlanc
Duración: 97 minutos
Género: Aventura, Drama
Guión: Shelagh McLeod, Carolyn Saunders, Maureen Dorey
Música: Virginia Kilbertus
Producción: Jessica Adams, Sean Buckley
Fecha de estreno: 4 de marzo, 2021
Web: Ver Acá
Distribuidora: BF Distribution
